Palencia

Las ingenierías verdes sacan pecho

La Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia sigue dando pasos para consolidarse como uno de los puntos de referencia a nivel regional, colaborando codo con codo con las empresas de sus diferentes sectores. En la conmemoración de sus bodas de oro y las de plata del grado de Enología, la escuela ha celebrado este viernes en la plaza de los Juzgados una Feria Agroalimentaria, Enológica y Forestal, con muestras de diferentes empresas de dichos sectores cuyo trabajo está siendo desarrollado por sus antiguos alumnos. La carpa albergaba veinte puestos diferentes, pero todos con el mismo objetivo de dar visibilidad a la importancia de la economía local y regional en los sectores agroalimentario, enológico y forestal.

La feria se ha convertido también en un importante foco de visibilidad para los proyectos de los antiguos alumnos de la ETSIIAA, además de convertirse en un importante punto de promoción tanto para las empresas como para la propia universidad, que asimismo pretende abrirse a la sociedad y enganchar a los futuros estudiantes universitarios con sus propuestas.

También es un punto de encuentro para exalumnos y de ideas en el que comparten además de sus ideas, vivencias y colaboraciones. La diversidad ha sido otro de los puntos reseñables de la feria, contando desde empresas especializadas en plantas aromáticas, productores de miel o vino. Una forma de mostrar en Palencia la dedicación y el trabajo de las diferentes ramas de las llamadas 'ingenierías verdes', confirmando su potencial económico y su valor como nicho de mercado a explotar junto al desarrollo rural para toda la provincia palentina. «Para nosotros es una oportunidad de mostrar nuestros productos en Palencia, seguir creciendo y demostrar nuestro desarrollo en el mundo laboral para demostrar que nuestros sectores tienen una importante salida laboral», plantea Rodrigo Villazán, graduado en Enología por la ETSIIAA en Palencia.

La inauguración de la feria ha contado con la presencia de Almudena Alberca, también exalumna del campus de Palencia, la primera mujer en lograr el título de 'Master of Wine' de España. La enóloga madrileña reconocía sentirse «muy emocionada de poder volver a mi escuela, donde di mis primeros pasos». Una invitada de lujo con la que unir el mundo laboral y universitario, con la propia Almudena reconociendo que la escuela palentina continúa creciendo en cuanto a reconocimiento y calidad.

«Los primeros cimientos son muy importantes y aquí en Palencia están poniendo bien las bases para poder seguir sumando pisos. Mi experiencia en la escuela fue muy buena, y paulatinamente Palencia se va haciendo un sitio en el sector, hay otras más antiguas, pero poco a poco va teniendo su reconocimiento». Ha sido un crecimiento meteórico en sus primeros 25 años, que han colocado a la escuela como una referencia al menos a nivel regional por el momento, aunque la propia Almudena Alberca asegura que con un proyecto ambicioso se puede llegar todavía más lejos. «Claro que podría ser la mejor, una universidad nunca para de crecer y actualizarse, van cambiando las necesidades, por lo que por el camino indicado se puede conseguir», argumenta la enóloga madrileña respecto de la escuela palentina.

«Terminé la carrera hace unos 25 años y llevaba 23 años trabajando para una empresa de maquinaria agrícola. Hace unos meses, cambié de empresa y he empezado ahora con el tema de los bioestimulantes. Es una rama que en Palencia tiene mucha salida, yo soy palentino y nunca he tenido que moverme de mi ciudad en el ámbito laboral. Es importante este impulso, sobre todo para que las nuevas generaciones tampoco tengan que marcharse de aquí», destaca Mariano Toril, ingeniero de cultivos, presente en la feria.

«En 2020 me gradué en Enología y nada más terminar me llamó una bodega para comenzar a elaborar con ellos y actualmente continúo trabajando con ellos. La escuela se encuentra muy unida al mundo laboral, se suelen dar a conocer a través de las prácticas y normalmente a través de esa vía consigues encontrar trabajo», apunta Rodrigo Villazán, enólogo.

«Hace casi veinte años que salí de la carrera, me incliné bastante a la investigación y mi incursión al mundo laboral fue prácticamente directa. Es verdad que en el ámbito de investigación dependes un poco de becas y tardé un poquito más en entrar en el mercado laboral. En general mi experiencia en la escuela fue muy buena, aprendes conocimientos que luego aplicas cuando de dedicas a ello», señala Jorge Olivan, ingeniero forestal.

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