![Indemnizados con 681.000 euros dos operarios de Seda intoxicados por monóxido en un tanque](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/2023/06/22/seda-kbMG-U200614784239WkE-1200x840@El%20Norte.jpg)
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Un hombre, D. F. Z., en el momento de los hechos encargado de producción de la planta que la empresa Seda Outspan Iberia SL tiene en el Paseo Padre Faustino Calvo de la capital palentina, ha asumido este jueves en el Juzgado de lo Penal ... una pena de 16 meses de prisión, multa de 1.620 euros y una indemnización global conjunta y solidaria con la compañía que asciende a 681.000 euros en favor de las víctimas por un delito contra la salud de los trabajadores en concurso con dos delitos de lesiones por imprudencia grave como consecuencia del siniestro laboral ocurrido el 31 de marzo de 2018 cuando dos empleados, J. R. M. M, y R. P. C., de 49 y 31 años, respectivamente, en el momento del accidente, resultaron heridos graves tras haber inhalado gases tóxicos mientras realizaban labores de limpieza y mantenimiento en un tanque de almacenamiento. El acusado ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía, que solicitaba inicialmente para él dos años de prisión.
Los hechos se remontan al 31 de marzo de 2018, cuando, según el escrito de la Fiscalía, se había previsto la reparación de los agitadores de los dos tanques de extracto (o caldo) de café de la batería 6. En el turno de mañana se llevó a cabo la reparación de uno de los tanques sin incidencia por los trabajadores de mantenimiento y el encargado o supervisor de producción (persona diferente del acusado). En el turno de tarde se llevó a cabo la reparación del otro tanque por los lesionados J. R. M. M. y R. P. C. y el acusado D. F. Z. como supervisor de producción.
Ambos tanques tienen un sistema informatizado de autolavado. Terminada la autolimpieza de uno de los tanques, a las 18:30 horas, se trasvasó el caldo de café de ese tanque al otro para dejar el primero vacío y proceder a la reparación de las varillas del agitador. Una vez vacío, se realizó su lavado automático que acabó a las 18:55 horas. Después del autolavado, el tanque se regó manualmente con una manguera de agua caliente y se dejó ventilar durante 36 minutos. El agitador se cerró para que no pasase la corriente eléctrica.
«J. R. M. M. le hizo saber al encargado de producción, el acusado, sus reparos, diciéndole que no veía factible la maniobra porque el tanque tenía cuatro metros de profundidad y la boca de arriba solo 60 centímetros y estaba muy cerca del techo de la nave, pero D. F. Z. le ordenó que entrase sin excusa alguna y J. R. M. M. tuvo que entrar encogido en el tanque», señala el fiscal en su escrito. Sobre las 19:30 horas se llevó a cabo la entrada de los dos trabajadores en el tanque, que no tiene boca de hombre (apertura en la zona inferior para permitir una evacuación de emergencia). Primero entró J. R. M. M., quien descendió por una escalera portátil suspendido de un mecanismo de descenso llamado trócola hasta la base del tanque. J. R. M. M. se desenganchó del mecanismo de descenso para que pudiera engancharse R. P. C. y descender al fondo del tanque. Ambos perjudicados llevaban arneses pero solo existía una cuerda, de modo que cuando uno estaba enganchado, el otro tenía que desengancharse.
De forma casi inmediata, J. R. M. M. se sintió mareado y pidió al acusado que le sacase del tanque, para lo que R. P. C. se desenganchó y enganchó la cuerda al arnés de J. R. M. M., quien, apenas a 50 centímetros de la boca del tanque quedó inconsciente por lo que no podía ascender por la escalera ni la trócola era de servicio para subirle. En ese momento se avisó al resto de compañeros y al 112. La Policía Nacional llegó al lugar sobre las 19:37 horas.
Con la ayuda de los compañeros y la Policía, se sacó del tanque a J. R. M. M. y se la practicó la reanimación cardíaca, dado que no respiraba ni tenía pulso, consiguiéndose dicha reanimación. Mientras tanto, R. P. C. estaba completamente inconsciente en la base del tanque y sin cuerda unida a su arnés, por lo que no se le podía sacar por la boca superior. El acusado y otro trabajador usaron dos radiales para abrir un agujero en la base del tanque y se pudo sacar la cabeza de R. P. C. por el agujero para que respirase. Después, con la ayuda de la Policía, consiguieron sacarle del tanque. El accidente que sufrieron los dos trabajadores se debió a una intoxicación por monóxido de carbono.
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