«No importa si el pueblo es grande o pequeño, todos deben disfrutar», afirma Karina, que actúa hoy en Palencia

–¿Cómo fueron sus inicios en el mundo de la música?

–Empecé muy jovencita, con apenas 16 años. En aquella época había muy poco conocimiento de la música pop en España, se grababa especialmente la música folclórica. Lo cierto es que no fue fácil abrirse camino en esta época, pero la luz también llegó a España y fuimos muchos los grupos que cambiamos el rumbo de la música en nuestro país, especialmente pensando en la gente joven. Los Brinco, Los Bravo, Mari Trini, Miguel Ríos y otros muchos hicimos música diferente para nuestros jóvenes.

–Lleva más de cincuenta años en los escenarios...

–Soy una persona muy positiva, de las que ve el vaso medio lleno. Es cierto que todo el mundo en su vida pasa por momentos oscuros y difíciles, por eso es fundamental tener esperanza, luchar, sacar fuerzas para seguir adelante... Ahora, después de año y medio sin cantar en directo por la pandemia me había planteado dejar los escenarios. Pero veo que es algo que sigue emocionando al público y la verdad es que a ellos se lo debo todo, pues es una bendición que sigan acordándose de ti después de tantos años

–Un hito en su carrera musical fue su participación en Eurovisión en 1971 con el tema 'Solo al final del camino'...

–Fue el programa de televisión, 'Pasaporte a Dublín', el que me dio este pase para representar a España en Eurovisión, que en aquel año se celebraba en Dublín. Participé con extraordinarios cantantes y el público me eligió para la gala. Quedé en segundo puesto, lo que significó mucho para mi trayectoria. Recuerdo esa etapa con especial cariño y gratitud.

–¿Qué hechos recuerda con especial cariño de su trayectoria?

–Sin duda alguna mi primera época, cuando saqué todos los éxitos como 'Las flechas del amor' o 'El baúl de los recuerdos'. Recorrí medio mundo y llegué hasta Japón. En cada etapa he sentido siempre el cariño del público. Por eso, grabé varios vídeos durante la pandemia para devolverles todo el cariño que han dado.

–¿Cuáles han sido los momentos más complicados?

–En el mundo artístico no tienes nómina, por lo que hay que ser como una hormiguita que hay que guardar para cuando no salgan otras cosas. Todo va cambiando, ya no hay productores al uso, por lo que tú misma tienes que hacer tu propio trabajo y hacer tus canciones. Hay momentos duros, como reflejo de la propia vida, pero no hay mal ni bien que cien años dure, como dice el refrán.

–¿Qué espera de su paso por Hornillos?

–Es mi primera actuación en directo después de la pandemia. Para mí supone una emoción muy grande regresar a los escenarios después de esta etapa complicada que estamos viviendo. Y encontrarme con un público entregado siempre emociona, más aún en estos momentos en los que resulta fundamental la esperanza, sacar una sonrisa, dejar de lado las preocupaciones para disfrutar de la música. No importa si el pueblo es grande o pequeño, pues todo el mundo tiene derecho a disfrutar de la cultura. Es el público el que manda y estoy segura que será un encuentro muy especial. Sé que los vecinos de toda la comarca están muy ilusionados con mi presencia allí, por lo que espero que sea un momento de alegría compartida.