

Secciones
Servicios
Destacamos
La luz de Santa Teresa de Jesús, fundadora de la Orden de Carmelitas Descalzas, ilumina a las diez hermanas que habitan en el Monasterio de ... San José y Nuestra Señora de la Calle, ubicado en la antigua carretera de Magaz, junto al centro sociosanitario de Hermanas Hospitalarias, pero la terrenal, la que se hace al accionar el interruptor, les tiene casi en penumbra desde el apagón que hubo el 21 de noviembre del año pasado. El electricista al que llamaron les dijo que era una avería importante motivada, al parecer, por los postes para la fibra que Movistar estaba colocando cerca de Hermanas Hospitalarias, y las consecuencias de esa avería aún colean para las hermanas, que han pasado un invierno frío no porque las temperaturas hayan sido especialmente adversas, sino porque las calderas no tiran.
«Sobre las 18:30 horas del 21 de noviembre del año pasado hubo un apagón de luz y el electricista al que llamamos nos dijo que Movistar estaba poniendo postes aquí al lado y que, al cavar, se rompió el cable de la línea que nos daba luz. Nosotras nos vinimos aquí en 1972, antes estábamos en Eduardo Dato. Hermanas Hospitalarias nos cedió luz y pusimos un transformador hasta que nos independizamos y contratamos una línea privada de alta tensión», señalan las hermanas, que a raíz de esa avería se recorrieron «toda la ciudad» buscando quien les dijera qué empresa estaba detrás de los daños que les habían ocasionado.
Noticia relacionada
«Al final nos dijeron que la empresa era Movistar de Colmenar, en Madrid, pero que había subcontratado las obras y que al final aparecía por ahí una empresa de Sevilla. Arreglaron lo del poste, pero nos dijeron que había otro corte cerca de Las Moradas y ese corte no se ha subsanado. Nos aconsejaron ir a Iberdrola, hemos pagado bastante dinero para que nos lo arreglen y no han empezado, nos dicen que aún queda. Estamos pagando el mínimo a Iberdrola por su línea, pero también pagamos a las Carmelitas Misioneras, que se han marchado a Simón Nieto y que nos hemos enganchado a su línea», señalan las hermanas de las Carmelitas Descalzas de Palencia, que, aunque abnegadas y austeras en su forma de vida, inciden en que el invierno ha sido difícil.
«Con esa línea a la que estamos enganchadas no podemos poner dos lavadoras, por ejemplo, porque salta. Tenemos a una hermana de 85 años que está postrada en la cama y que necesita calor, pero las calderas no tiran por la luz. Iberdrola ha dicho que va a poner más postes, pero dentro de unos meses. Y hay zonas del monasterio donde no hay luz. En noviembre, diciembre y enero no hemos tenido luz en la cocina», añaden las hermanas. En el Monasterio de San José y Nuestra Señora de la Calle viven diez religiosas (cinco españolas y cinco peruanas), alguna de ellas nonagenaria, que han pasado el invierno con temperaturas de cuatro o cinco grados en las celdas y de incluso tres en el claustro. No les hace ninguna gracia salir en los medios de comunicación con el revuelo que hay montado ahora en torno a las exmonjas cismáticas de Belorado, pero piden «solidaridad» para poder seguir viviendo iluminadas por Santa Teresa de Jesús pero menos a palpas y con un poquito más de calor.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los libros vuelven a la Biblioteca Municipal de Santander
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.