Fracisco Igea abandona el hospital Río Carrión de Palencia, al que ha estado unido durante más de 30 años en su larga trayectoria profesional como médico, para trasladarse a Valladolid, el día 15. El exvicepresidente de la Junta y procurador se ha despedido de sus pacientes mediante una carta que reproduce en su red social Equis en la que aflora la nostalgia y la crítica política.
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«Ya no oiré 'buenos días Dr. Igea' en las voces de tantas personas que confiaron alguna vez lo más preciado de sus vidas a las manos de un hombre que hoy, triste y vanidoso, ve apagarse su estela. Un tipo que decidió cambiar un mal día su oficio, el mejor del mundo, por el sueño de intentar cambiar la suerte de un país y una comunidad. Un país y una comunidad entregados a la autodestrucción. Ni tenía la sabiduría, ni tenía el aguante, ni la capacidad para diagnosticar o tratar unas enfermedades que tienen más que ver con la vanidad y el egoísmo que con la genética o la fisiopatología», lamenta en su carta Francisco Igea, quien señala también que «cuesta hacerse viejo. Cuesta abandonar tu casa. Tantos recuerdos, tantos esfuerzos, tantas emociones«.
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