Edu Soto
Edu Soto
En 'Más vale solo que ciento volando Reloaded', Edu Soto (Mataró, Barcelona), que cumplirá 46 años el 20 de mayo y 22 en la interpretación, canta, baila, toca instrumentos, compone canciones sobre la marcha, imita a personajes, interactúa con el público e improvisa y, tras ... una hora y cuarenta minutos, reconoce acabar «empapao» y «exhausto». Este actor y humorista residente en el municipio madrileño de Villanueva de la Cañada y padre de un niño de tres años y medio y de una niña de año y medio, se sube este viernes, a las 20:30 horas, a las tablas del Teatro Ortega para presentar este espectáculo, que viene renovado »no solo en el contenido sino también en mi forma de representarlo«, aclara este todoterreno de la comedia. Y añade: «En este monólogo mi energía es otra, salgo con más ganas de contactar con el público, con más ímpetu».
Publicidad
–Si me dirigiera a usted de entrada con el saludo '¡Qué pasa, Neng!', inherente al personaje 'El Neng de Castefa', con el que saltó a la fama y que se hizo viral durante los primeros años del siglo XXI, ¿le habría molestado?
–Molestarme no, porque es buen un recuerdo de hace veinte años y la gente se sigue acordando de ello con mucho cariño, pero sí que hubiera pensado '¡ya estamos con lo mismo!'. Pero el tiempo lo cura todo y yo ya me he reconciliado con el pasado. Es normal que me saturase, pero también era lógico que suscitara tanto afecto entre los ciudadanos. Por un lado, agradeces lo que te está pasando, pero, por otro, te cansa porque quieres mostrar más facetas. Es una dicotomía con la que ya he hecho las paces porque no tengo ningún mal recuerdo de esa época.
–Su popularidad le sobrevino trabajando con la productora El Terrat...
–Yo hacía teatro y los responsables de la productora fueron a ver una función de creación propia que yo interpretaba con compañeros de la escuela de teatro de la que acabábamos de salir, y ahí comenzó todo. Fui todo muy rápido.
Publicidad
–'Más vale solo que ciento volando Reloaded' es el show que presentará en Palencia. ¿En la elección de ese título concurren motivos personales?
–Este monólogo está hecho hace bastante tiempo, pero lo hemos retomado en 2023. Creo que, incluso, se representó también en Palencia. Pero ahora recupera más sentido que nunca, aunque no sé si más en mi carrera que personalmente, porque llegas a un punto en que ya estás cansado de obedecer y te apetece subirte a un escenario para hacer lo que me apetece. Y, en ese sentido, lo estoy disfrutando mucho. Ahora la frase 'Más vale solo que ciento volando' cobra más sentido que nunca. Eso no quita que siga trabajando para los demás porque me encanta aprender de la gente y compartir experiencias nuevas. Este espectáculo es la piedra angular de mi vida, de mis ingresos y de mi foco.
–Lo podría haber titulado 'Más vale Soto que ciento volando'…
–Pues me lo han dicho más de una vez. Tengo tan incorporado este título que hasta me cuesta sacar los refranes originales.
–¿'Reloaded' hace referencia a que está renovado?
Publicidad
–Cuando llegó la pandemia, cambiaron tantas cosas a la hora de retomar los espectáculos… Este show está renovado no solo en el contenido, sino también en mi forma de representarlo. En este monólogo mi energía es otra, salgo con más ganas de contactar con el público, con más ímpetu. Después de la pandemia, cuando se abrió la veda a la normalidad, mi espectáculo sufrió una profunda renovación.
–¿Gestiona bien la popularidad?
–Sí, hay momentos para todo. Si estás con preocupaciones o con tus propios hijos en algún sitio y te piden fotos, no me parece lógico. Pero no lo llevo mal siempre que la gente sea educada. Es de agradecer que te reconozcan y que te digan que se han reído con tu trabajo, pero hay ciertas situaciones en las que te resulta coñazo. Yo soy padre, me encanta serlo y es algo que vale la pena pasar por ello, pero reconozco que hay momentos en los que te parece un coñazo. Lo mismo pasa con la fama, que, sin duda, es inherente a este oficio.
Publicidad
–Es un todoterreno de la comedia y lo va a demostrar en el Teatro Ortega cantando, bailando, tocando instrumentos, componiendo canciones sobre la marcha, imitando a personajes, interactuando con el público, improvisando…
–Acabo bastante 'empapao', exhausto. Más del 50% del espectáculo reside en la conexión con el público. Desde que empieza hay un diálogo con el público que hace que todo el que esté allí siente que lo que está ocurriendo es único y no va a volver a suceder de la misma manera en otro lugar. Mi espectáculo se apoya en la frescura y en la improvisación pura y dura. Es un espacio donde me siento a gusto y resulta muy gratificante porque la gente sale muy eufórica al haber vivido algo particular, único. Estoy muy feliz porque es terapéutico para el público y para mí.
Publicidad
–Hay que ser muy despierto y rápido para la improvisación. ¿Utiliza alguna herramienta para desenvolverse espontáneamente y sin reparos ante del público o le sale de forma natural?
–Son muchos años practicando y poniendo en forma ese músculo. La improvisación hay que trabajarla y desde que mis inicios en 'Buenafuente' hace veinte años yo empezaba con 'El Neng de Castefa' y el guion se iba al carajo. Desde entonces he trabajado la improvisación, es una ciencia que he catado muchas veces.
–También ha dado cuenta de sus dotes como cantante y bailarín en dos musicales, como maestro de ceremonias de 'Cabaret' y metiéndose en la piel de Willy Wonka en 'Charlie y la fábrica de chocolate'...
Noticia Patrocinada
–La música es una disciplina que siempre me ha acompañado a lo largo de la vida y, a raíz de mi participación en el programa 'Tu cara me suena', se hicieron más evidente esas dotes que yo llevaba en silencio. Es algo que me ha motivado siempre y que no falta en ninguno de mis espectáculos.
–Incluso, ha creado junto a su pareja, Cristina Pascual, y sus cuñados, la banda de música Welcome Lemi: Lemi es Imel al revés, el nombre de su hijo mayor...
–De momento, es un proyecto muy embrionario, que espero que algún día salga a la luz.
Publicidad
–Después de tocar tantos palos, ¿se siente cómodo en todas las facetas artísticas?
–Hay que estar cómodo aunque se esté incómodo. Salir de la zona de confort no tiene por qué ser traumático, sino al contrario. Me gusta la incomodidad.
–¿Edu Soto tiene vena dramática? Poco se ha prodigado en esta tesitura interpretativa…
–El teatro sí me ha permitido meterme en personajes dramáticos, como en 'Incendios', con Mario Gas, Nuria Espert, Ramón Barea… Pero la televisión y el cine no me han dado esa oportunidad. Son cosas que quedan por hacer.
Publicidad
–Dedica muchas horas a escribir...
–Sí, sí, escribo. Tengo un guion de un largometraje que está en una productora catalana pequeñita y en el que quizás intervenga una actriz española, un mito viviente, de la que no puedo decir su nombre. Por otro lado, esta faceta quizás me sirva para poder hacer esos papeles que no me ofrecen.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.