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La perspectiva de una Semana Santa en la que solo estarán permitidos los movimientos dentro de Castilla y León ha provocado que la hostelería de Palencia centre sus esperanzas en el turista que llega de cerca. Sin apenas reservas, los hoteles esperan que suene ... el teléfono a pocos días vista. La cancelación de la mayor parte de eventos y el resto de las restricciones no les auguran los gruesos números que son habituales otros años por estas fechas, pero aun así se espera cierta movilidad durante los días que van del 1 al 4 de abril.
35.000 personas visitaron Palencia en el último mes de abril antes de la pandemia
6.920 ha sido la cifra de pernoctaciones en hoteles de la provincia en febrero de 2021, una notable caída frente a las 19.400 del año anterior.
Origen Madrid y País Vasco acaparan la mayor parte de los visitantes.
El Boletín de Coyuntura Turística de la Junta de Castilla y León señala que durante este pasado mes de febrero, Palencia acogió a más de 5.200 viajeros españoles y a medio millar de extranjeros. Los números se revelan crueles si se tiene en cuenta que estas cifras han supuesto una bajada de casi 14.200 personas respecto al mismo mes de 2020, que se quedó a las puertas de los 20.000 visitantes, lo que implica por encima de un 70% menos (-71,05%). El grado de ocupación se mantuvo cercano al 10% (9,92%), por detrás de Valladolid (que logró un 12%), pero con mejores marcas que las vecinas provincias de León (8,6%) o Burgos, que no llenó más que el 4,4% de sus plazas.
Tras los últimos fines de semana invernales, en 2019 y años anteriores la estampa habitual durante Semana Santa consistía en colgar el cartel de 'completo' gracias a familias, parejas y grupos de amigos. Más de 35.000 personas pasaron por Palencia en ese último abril antes de la pandemia, según los mismos boletines de la Junta.
Los hoteles apuntan a que llegaban sobre todo desde Madrid y País Vasco, pero también provenientes de comunidades como Cataluña, Galicia o Valencia. Aunque aseguran que no barajan nada similar, confían en que los castellanos y leoneses se animen a proyectar viajes relámpago o se concedan algunos días de ocio para aliviar la fatiga pandémica.
No obstante, los datos más recientes pesan en el ánimo de los hosteleros. De las casi 60.000 plazas hoteleras que contaba el Instituto Nacional de Estadística (INE) en Castilla y León en aquel abril de 2019 (casas rurales o apartamentos aparte), la institución ya sólo encontraba 28.400 plazas en enero de 2021. Además, el INE cifraba en 6.920 las pernoctaciones en la provincia palentina en febrero de 2021, una caída desde las 19.400 de febrero del año anterior que supone un 64,4% de pérdidas entre ambos meses. O lo que es lo mismo, un 5,71% del total de las noches de la comunidad, que acumuló más de 121.000 pernoctaciones durante ese mes. Con todo, el golpe de la hostelería palentina es menor que el sufrido en otras provincias. Salamanca, por ejemplo, ha notado un descenso mayor, con una diferencia del 82%.
Desde el hotel AC Marriott, la responsable, Carmen Serrano, se muestra resignada a una ocupación de en torno al 10% en Semana Santa, por prevención. Algo muy escaso, porque otros años rebasaban el 90%. «No podemos esperar mucho porque este año no hay Semana Santa como tal», recuerda. «En Palencia nunca se ha reservado con mucha antelación, pero ahora que no habrá procesiones y que se mantiene una situación epidemiológica grave, menos», sostiene.
En el caso de la cadena de hoteles Alda, permanece abierto el hotel Centro Palencia, mientras que el Alda Palencia Plaza lleva un año cerrado. Su mánager regional para Castilla, Javier Gazopo, habla de modo ligeramente más optimista: «Ahora no tenemos apenas reservas de cara a los cuatro festivos, pero sí que esperamos algunas», confirma, y justifica la corazonada. «El poder de predicción a unas semanas vista ha cambiado mucho a raíz de la pandemia, ahora, a diferencia de antes, la gente suele reservar con poco tiempo», coincide. No sería raro que todo se decidiera entre lunes y miércoles. «Además, otros años el perfil era el de un turista de fuera de la comunidad, y se planifica antes cuando se viaja desde más lejos».
Desde su departamento de comunicación, Raquel Silva matiza que prevén un goteo de estancias cortas, de una o dos noches, y que, de momento, es en León donde mejor están funcionando los fines de semana. En Soria la actividad también mejora, pero con timidez, y confían en que Palencia siga sus pasos. En este momento, completa Gazopo, les compensa elevar la ocupación, aun a costa de que baje el precio de otros años. No obstante, las fechas aspiran a ser, como mucho, un parche para el sector. Destinos como el hotel Don Rodrigo permanecen directamente cerrados. Los hoteles supervivientes dependerán mucho de la meteorología, y esperan arañar pernoctaciones a pesar del toque de queda, fijado a las diez de la noche. «Ojalá me equivoque, pero yo creo que para nosotros la Semana Santa será peor que una normal, porque los trabajadores no vendrán y las reservas por ocio son anecdóticas», cuenta el director del hotel Castilla Vieja, Eduardo Relea. Existe fatiga pandémica, claro, pero la gente se la aguanta, por miedo, por responsabilidad o por cercanía al destino turístico, que se presta poco más que a «darse una vuelta por las calles», sin alternativas de ocio. Eduardo Relea admite que «los datos de ocupación son tan bajos que no dan para hacer estadísticas» sobre qué provincia de Castilla y León puede ser la potencial emisora de turistas.
Desde el hostal Algodón afirman que viven un mes de marzo que de momento no sube del 30% de ocupación. «Una semana tienes a dos trabajadores y otra a ninguno», ejemplifica su dueña, que lleva poco más de un año con el negocio. Las expectativas son nulas y las esperanzas están puestas más bien en si habrá Feria Chica o temporada veraniega.
No obstante, muchos hosteleros esperan que con el inicio de la primavera lleguen días cálidos y florezca ya esa nueva temporada, con el aumento de la vacunación y la esperada disminución de los contagios. Las terrazas de hostelería y la noches de hotel irán de la mano y se ayudan mutuamente durante estas semanas.
En Sercotel Rey Sancho, siguen cerrados para atender exclusivamente a pacientes covid, como han hecho desde octubre y seguirán haciendo al menos hasta el 5 de abril. Sin embargo, desde el hotel, Javier Pastor adelanta que podrían plantearse abrir al público el restaurante del complejo. Eso sí, de manera aislada y con dos circuitos independientes.
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