La hostelería de Palencia se une para denunciar la muerte del sector

Por este motivo, los hosteleros palentinos salieron en la madrugada de este sábado a la calle para escenificar el funeral del sector, para lo que incluso portaron un féretro durante toda la protesta, que recorrió algunas de las principales calles y avenidas del centro de la ciudad, desde el parque del Salón, hasta la Delegación Territorial de la Junta, en la avenida de Casado del Alisal, recorriendo toda la Calle Mayo y parándose para aplaudir ante las puertas de los establecimientos que se encontraban a su paso.

Más de un millar de personas, entre hosteleros, camareros, familiares y también algunos clientes se sumaron a la manifestación, que comenzó pasadas la 1 de la madrugada, hora máxima de apertura permitida a la hostelería, sin importar el tipo de licencia con la que cuenten.

«La protesta se ha desarrollado sin ningún tipo de problema y con muchísimo respeto, sin gritos ni abucheos, porque entendíamos que era tarde y que hay que respetar a los vecinos que descansan. Únicamente hemos aplaudido en las puertas de los bares. Pero lo más importante es la imagen de unión que ha dado el sector, porque no solo estaban los hosteleros del ocio nocturno. Estábamos todos, porque es un problema global», explicaba tras la protesta Félix San José, portavoz de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Palencia, quien destacó también que esa imagen de unidad se había extendido también por toda la provincia. «Y estamos también muy satisfechos porque no solo hemos salido los hosteleros de la capital, han venido muchos compañeros de los pueblos, con sus empleados. Y hemos tenido gente de sitios cercanos como Venta de Baños o Amusco, pero también de zonas más alejadas como Herrera de Pisuerga o Saldaña», recalcaba San José.

Ordenados en filas, cubiertos con las preceptivas mascarillas e intentando respetar la distancia de 1,5 metros fijada por los organizadores, los participantes mostraron su rechazo a las medidas restrictivas con la colocación de panfletos por las calles y con la exhibición de carteles y camisetas con eslóganes como 'No somos el virus' o muy críticos con el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea.

Los hosteleros critican a las administraciones públicas al entender que se está responsabilizando a este sector de contribuir a la propagación de virus. «Una vez más, el sector hostelero está siendo el foco donde se concentran todas las medidas restrictivas que se aplican por parte de las administraciones públicas. Entendemos que nuestro sector no es ni mucho menos el mayor propagador de esta pandemia, pero sin embargo se está poniendo en el foco criminalizándolo, mientras los empresarios hosteleros luchan por mantener empleos que genera el sector, y han actuado con responsabilidad desde un primer momento, en su gran mayoría», se recoge en un comunicado difundido por los organizadores, que insisten en que prácticamente todo el sector se ha adaptado a la perfección a la medidas de seguridad e higiene necesarias en estos momentos. «Nos están acusando de ser los culpables de la pandemia, cuando no es cierto. Estamos cumpliendo las medidas de limpieza al máximo. Hay mucha limpieza, más que nunca. Las terrazas están ordenadas, se desinfecta, hay geles, control de aforo. El problema no lo estamos causando los bares», asevera Félix San José.

El representante de la hostelería recuerda también la incidencia que tiene el sector en la economía palentina y por ello, reclama que se reconsideren algunas de las medidas establecidas, así como el impulso de nuevas ayudas para los empresarios y trabajadores. San José, que agradece también al Ayuntamiento de Palencia, su sensibilidad al haber autorizado terrazas en espacios no habituales solicita ahora que esta medida se extienda hasta el 31 de octubre, puesto que, en principio, el límite de las autorizaciones se ha fijado para el 15 de septiembre. «Sin terrazas, muchos hosteleros tendrán que cerrar, porque es imposible que puedan seguir adelante con las medidas restrictivas que hay. Pero si en Palencia cae la hostelería, cae el comercio, cae la industria y cae la ciudad», recalca.