Un grafitero automatizado, premio Don Bosco para el centro de FP de Palencia Camino de la Miranda

Un robot pensado para poderse usar aplicando cualquier tipo de pintura o tinte soluble e imprimir sobre todo tipo de superficie, sin importar el tamaño, la orientación o las irregularidades que presente y que ha reunido todos los requisitos para ser merecedor de este galardón. «Se ajusta perfectamente gracias al láser con el que cuenta. Así pinta siempre igual y de forma uniforme. Hemos podido usarle ya en varias fachadas y ha salido perfecto así que estamos muy satisfechos con el resultado», explica Roberto González.

La idea inicial de este proyecto nació hace unos meses y no fue hasta septiembre de 2021 cuando se comenzó a materializar gracias al «empuje, compromiso y visión» del alumno Carlos Alonso González, asegura su tutor.

La principal ventaja con la que cuenta este robot es la calidad que ofrece a impresiones de gran tamaño sin perder en ningún momento la nitidez, por lo que está indicado sobre todo para pintar grandes superficies como paredes o fachadas.

La calidad de la impresión es la misma que la de un folio A4 y además permite definir dibujos con detalle incluso figuras geométricas como rosetones, que según explican desde el centro, son las formas más diferentes de conseguir con alta calidad.

Sus principales características son la escalabilidad que permite la impresión de murales tan grandes como se desee. Las máquinas actuales no permiten una adaptabilidad al tamaño del medio sobre el que se quiere imprimir.

Su versatilidad es que se puede utilizar sobre cualquier tipo de superficie. La máquina se adapta a la posición e irregularidades de la superficie de impresión. Al igual que sus bajos costes y sostenibilidad que le permite usar tintas ecológicas y de poco impacto para el medio ambiente. También hay que sumar que permite ser transportado en vehículos comerciales a diferencia de otros sistemas actuales que son voluminosos y pesados por lo que no es necesario la utilización de maquinaria específica para su transporte e instalación.

Técnicamente, es una máquina modular y desmontable para facilitar su transporte e instalación. Gracias a su diseño permite que el sistema sea escalable y puede imprimir diseños tan grandes como se desee. El cabezal de impresión contiene un sistema de medición láser, que permite ajustar la distancia de impresión para adaptarse a la superficie.

El sistema de impresión que utiliza está basado en la aerografía, gracias a este método se puede utilizar cualquier tipo de tinta o pintura.

También ha sido necesario desarrollar un minucioso sistema de control de caudal de aire y tinta, ya que cada tipo de pintura tiene unas propiedades mecánicas como viscosidad, fluidez o capilaridad, y el sistema se adapta a ellas.

No es la primera vez que el CIFP Camino de la Miranda de Palencia se alza con un Premio Nacional Don Bosco. El anterior fue hace dieciocho años y desde entonces no había vuelto a presentar ninguna otra candidatura al concurso. El premio está dotado de 1.500 euros para el alumno y, por supuesto, el prestigio que este galardón otorga al centro. Dirección y profesorado coinciden en que solo se han presentado las dos veces que han considerado tenían una muy buena propuesta digna de un premio de este nivel. «Para ganar un premio tienes que hacer algo bueno, además, este es a nivel nacional y el jurado está formado por personas de entidades públicas y empresas privadas muy importantes por lo que decidimos presentarnos cuando tenemos entre manos un gran proyecto», reconoce Roberto González.

Los Premios Nacional Don Bosco están organizados por los Salesianos Zaragoza y han celebrado este año su 35 edición. Por segundo año consecutivo, debido a la pandemia, han celebrado su entrega de forma 'online', aunque ya esperan poder recuperar al año que viene su presencialidad.

En esta ocasión se presentaron 51 proyectos procedentes de centros de enseñanza tanto públicos como privados de once comunidades autónomas: Andalucía, Aragón, Castilla y León, Cataluña, Galicia, La Rioja, Madrid, Murcia, Navarra, País Vasco y Valencia. Todos ellos liderados por 82 jóvenes estudiantes de ciclos formativos de formación profesional, bachillerato o primeros cursos universitarios. Un auténtico premio para el Camino de la Miranda de Palencia, que ayer recibió la visita y reconocimiento del delegado territorial de la Junta, José Antonio Rubio Mielgo.