Alicia Peñalba, nueva decana de la Facultad de Educación

«Nuestros grados son vocacionales, van a ser educadores y deben tener pasión por lo que hacen»

Aunque asume el puesto con responsabilidad y ganas de trabajar por la facultad, pero no sabe si se presentará a las elecciones que se convoquen para febrero, ya que la prioridad para la facultad es poder encontrar un proyecto sólido y que tenga continuidad en el tiempo «ya que es lo que el centro se merece», asegura.

–¿Cómo van los primeros días al frente del decanato?

–Estos primeros días están siendo complicados, ya es una época del curso en la que hay mucho trabajo, pero continúo con todo el equipo que tenía Carmen Alario y eso está facilitando las cosas.

–¿Pensó en algún momento en que debería asumir este puesto?

–Sabía que no había ningún candidato y que esto podía llegar a ocurrir, pero siempre tuve la esperanza de que alguien surgiera. Es una facultad muy interesante que merece un proceso sólido que genere ilusión. Yo también lo asumo con esta misma ilusión y con la responsabilidad que me han encomendado y poder facilitar que surja un equipo que pueda abordar este reto.

–¿Ha sido un traspaso fácil?

–Sí, mucho. Carmen Alario sigue trabajando, está en activo y ella se está volcando en facilitar toda esta transición. Estamos juntas en muchos temas pendientes.

–¿Qué proyectos se plantea como prioritarios?

–Queremos unir fuerzas y que el campus comience a emprender proyectos que involucren a las tres facultades que lo componen. Creemos que es el futuro. Somos centros pequeños que tenemos muchas sinergias y creemos en las oportunidades de poder realizar cosas juntos ya que estamos barajando para ver en qué medidas son posibles. Queremos hacer una propuesta para unificar varios proyectos docentes que se están llevando a cabo en nuestro centro y remar todos en una misma dirección. No solo parece posible y viable, sino también una oportunidad para ser visibles a nivel social y en la ciudad. En definitiva, de lo que puede aportar este campus a la Universidad de Valladolid y a Palencia.

–¿La innovación es el camino que seguir?

–La Facultad de Educación de Palencia tiene muchas fortalezas, una de ellas es una educación diferencial. Nuestros estudiantes reciben una educación diferente por varias razones. La primera, por el perfil del profesorado, y la segunda, por los diferentes proyectos de innovación que estamos realizando desde diferentes áreas. Además, tenemos una muy buena relación con los centros educativos, es algo mutuo.

–¿Qué perfil tienen aquellos jóvenes que vienen a esta facultad a estudiar?

–Suele ser un perfil bastante homogéneo en general. En los grados de Infantil y Primaria, la mayoría vienen de la EBAU, aunque también hay muchos otros que vienen de ciclos formativos. En el grado de Educación Social ya hay más diferencias. El perfil de alumnado que tenemos es muy rico, vienen con experiencia profesional ya. Incluso que han cursado otros estudios y que quieren venir a Educación Social. Esto hace que haya una variedad muy amplia. En el grado de Antropología tenemos muy pocos estudiantes, por lo que queremos que ese perfil se amplíe a otros perfiles.

–¿Todos estos grados son vocacionales?

–Sí, al final van a ser educadores y deben tener pasión por lo que van a hacer. Es fundamental que haya una vocación, aunque muchas veces no aparece y se desarrolla después. El momento más importante es el Practicum I y Practicum II que es cuando pueden comprobar si lo suyo es un flechazo o se han equivocado. En general, casi todos después de volver en tercero del Practicum I vienen enamorados de la profesión. Vienen encantados y el 'feedback' que recibimos de los centros en los que han hecho las prácticas es el mismo.

–¿Tienen una buena tasa de empleabilidad estos estudios?

–No todo el que nos gustaría, porque lo ideal sería un 100% pero los estudios que nos llegan no detectan este como un problema. Entiendo que, aunque no es total sí que se va trabajando en ello para mejorar. Tenemos que lograr que los estudiantes no solo sean funcionarios sino también empresarios o que se embarquen en un proyecto de emprendimiento.