![El gasto por palentino en la lotería de Navidad es de 111 euros, el doble que la media española](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202011/14/media/cortadas/loteriagorda07-kzoE-U120764153256LfB-1248x770@El%20Norte.jpg)
![El gasto por palentino en la lotería de Navidad es de 111 euros, el doble que la media española](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202011/14/media/cortadas/loteriagorda07-kzoE-U120764153256LfB-1248x770@El%20Norte.jpg)
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Aunque esta Navidad será diferente, hay costumbres que permanecen intactas, como la lotería de Navidad, una de las tradiciones más arraigadas que acompaña cada Navidad desde hace más de dos siglos, imprescindible para muchos, y más en este año tan difícil. Aunque queda más de un mes para el tradicional sorteo del 22 de diciembre, los palentinos ya pasan por ventanilla para probar suerte. De momento, la provincia mantiene un importante puesto en la clasificación nacional de gasto por habitante.
Castilla y León encabeza el listado de las comunidades autónomas en cuanto a ese desembolso, y Palencia es la quinta provincia que más gasta en España, solo superada por Soria, Segovia y Burgos –las tres en Castilla y León– y Huesca. Según los datos del sorteo de 2019, Palencia registró un gasto medio por habitante de 111,25 euros (Soria lo duplica, con 224 euros), por encima incluso de Lérida, donde se enclava la popular administración de La Bruja de Oro. Ese desembolso supone que cada palentino gasta en la lotería de Navidad casi el doble que la media nacional, que es de 62,19 euros.
Las cifras de gasto, que son promedios, y que corresponden al gasto que contabilizan las administraciones de Palencia, determinan la consignación que Loterías y Apuestas del Estado efectúa para el sorteo del año siguiente. Así, dado que en el sorteo de 2019 Palencia registró un incremento del 0,79% en las ventas respecto al año anterior, la consignación para este 2020 es de 123,27 euros por habitante, aupando a la provincia al cuarto lugar de España en cuanto a décimos 'disponibles' para cada vecino, solo por debajo de Soria, Segovia y Burgos, las tres castellano leonesas que le acompañan en el 'ranking' español de ventas.
Sin embargo, las cifras que reflejan las tablas de balance del organismo nacional no parecen traducirse en caja. Los loteros palentinos aseguran que este 2020, a pesar de la ilusión que genera el sorteo y de la confianza que cualquiera deposita en el azar cuando vienen mal dadas, las ventas no serán extraordinarias. Las colas podrían quedarse en espejismo. Los loteros de Palencia atienden a clientes en busca de suerte, que llegan en pequeñas oleadas o por goteo, según el día. Perdida la 'hora del café', no se sabe bien cuándo subirá la marea, aunque los lunes son el día preferido. Sin turismo, ni bares, con menor gasto por parte de las empresas y muchas reuniones familiares pospuestas, el sector arroja pérdidas, a falta de poder valorar y notar los primeros efectos del anuncio del sorteo de Navidad, que salió este jueves, «Hablamos de en torno a un 30% menos en plena campaña de Navidad», refiere Christian Carrasco, propietario de la administración Barrio y Mier, «la situación es preocupante, dentro de que podemos abrir».
En La Gorda, calculan que sus pérdidas en particular oscilan cerca del 24%, de momento. «Se ha reducido el gasto en lotería, porque aunque en momentos de crisis suelen aumentar las ventas, en esta ocasión el ciudadano no tiene ilusión, no tiene un proyecto en el que sienta que puede gastar», explica Carlos Morales, que dirige la administración junto a su esposa, Eva Calvo. «Ni coche, ni viajes... falta esa chispa».
«La ventanilla está animada, pero cuando llueve, llueve para todos, y no calculamos bien las pérdidas aún, estamos algo descolocados», admite Carmen Infesta, de la céntrica administración de la plazuela de la Sal. «Vendemos con muchos altibajos, la semana pasada el 'boom' tenía que ver con que la gente preveía un posible confinamiento», considera Morales. «Era la tormenta perfecta», apoya Infesta. «Se juntaban primeros de mes, lunes festivo, temor a un confinamiento, distancia social, la sensación de que 'haya gente' (que siempre llama a más gente) o un otoño suave», recapitula. En la misma línea se expresa Carrasco: «Creo que la afluencia de esos días fue engañosa», apunta, «el que siempre juega, sabe que, si cierran solo Castilla y León, siguen los sorteos en España, así que en realidad hemos adelantado ventas del mes», opina.
Sara Andrés, con ayuda de su marido, se hizo cargo de la administración Rizarzuela el pasado julio, de modo que no cuenta con tanto recorrido para comparar. «La semana en la que se cerraron los bares fue una locura, ahora tengo menos volumen, pero estoy contenta», admite entre cliente y cliente, «eso sí, esperamos que vuelvan pronto». Todos muestran su solidaridad con la hostelería en sus palabras y se preocupan especialmente por este sector, muy ligado también a la venta de lotería, y entre el que se cuentan muchos de sus abonados o habituales. «La hostelería marca mucho el ritmo de todo, confiemos en que puedan recuperarse y con ellos todos los demás», desea Carmen Infesta.
Mientras, las ventanillas se han pertrechado de gel y mamparas de separación y desinfectan cada pocas horas. «El establecimiento ya de por sí es un búnker en el que no hay contacto, se pasa el décimo por un pasamanos y las empleadas usan mascarilla y guantes de nitrilo», cuenta Morales. Además, la compra por correo es prácticamente siempre posible, pues las administraciones la gestionan a través del teléfono, y en algunos casos con su página web.
Isabel Dos Santos recibe a uno de los clientes mañaneros que se pasan por Barrio y Mier. Cuando le pregunta si tiene alguna preferencia, el hombre ríe: «El que toque». A falta de saber dónde parará el bombo, las numeraciones más codiciadas de este año mantienen la tónica de concursos anteriores: fechas especiales o aniversarios, números que acaben en 3, en 5, en 8, pero también un especial gusto por el 2020. Las combinaciones, en algunos casos, piden otro giro de tuerca, como si fueran un modo de exorcizar, precisamente, a la mala suerte. «Se están vendiendo muchos números que acaben en 20, pero también hay demanda de cifras más concretas, como el número 14320», afirma su esposo, «y números que terminen en 13 no tenemos desde agosto, tuvimos que llamar por orden a nuestros abonados», completa.
«Hay quien se gasta todo y quien no compra nada», se encoge de hombros la lotera de Rizarzuela. Ante las dificultades de este año, los loteros no cierran mientras quede alguien en la cola, porque «en un momento puede haber dos personas y en otro cinco», ejemplifica ella.
En La Gorda han ideado una campaña de cara al Viernes Negro o 'Black Friday' que contempla envíos gratuitos o participaciones para La Primitiva, sin embargo, hay poco margen para las promociones, porque claro, «todo el mundo sabe que el precio del décimo no es negociable», recuerda Carrasco.
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