

Secciones
Servicios
Destacamos
Los datos que arroja la Encuesta de Ocupación Hotelera del INE dejan claro que hay mucho trabajo por hacer para que la ciudad y la provincia se conviertan en un destino turístico atractivo para el visitante. Palencia es la provincia menos visitada de España en ocho de los nueve primeros meses del año –en mayo fue la segunda con menos viajeros del país detrás de Soria– y, pese a este desolador contexto, hay 120 jóvenes que se están formando en los diferentes grados de la rama de Hostelería y Turismo que oferta la escuela la pública en esta ciudad, en la que el margen de mejora en el sector turístico es gigantesco.
El Instituto Virgen de la Calle imparte desde hace casi dos décadas estudios de la familia profesional de Hostelería y Turismo y, pese a que este sector no parece el más pujante de Palencia, los jóvenes que deciden estudiar este tipo de formación encuentran trabajo, con un porcentaje de más del 80% . Y se titulan muchos, más del 95% de los que asisten a clase con regularidad tanto en el ciclo formativo de Grado Medio como de Grado Superior –en el de Formación Profesional Básica, el porcentaje es bastante inferior–.
Convertir el turismo en un motor económico para la provincia parece una labor casi hercúlea, que costará años poner en marcha. Las nuevas generaciones son las que tienen en su mano cambiar la dinámica, y la formación es un eje fundamental para poderlo conseguir, tal y como indica Vanesa López, una de las profesoras de la rama de Hostelería y Turismo del IES Virgen de la Calle. «La profesionalización que pretendemos conseguir con esta formación tiene que redundar en la satisfacción final del cliente», incide López en una reflexión compartida por una de las alumnas del curso de guía, Carolina Villa. «A veces nos falta la profesionalización, y esta formación es indispensable para poderlo conseguir», afirma Carolina, que está convencida de que los conocimientos que está adquiriendo le van a servir para su futuro profesional. «Dentro del turismo hay un abanico muy amplio de posibilidades. No descarto ir a algún pueblo del norte e intentar dinamizarlo de forma turística. Me gustaría ir al Valle de Mudá y encontrar una nueva forma de vida, ahora que parece que la despoblación es uno de los problemas más importantes que tenemos», explicó esta alumna.
Las posibilidades turísticas de la provincia están aún por descubrir para muchas personas y la gastronomía cada vez está cobrando más fuerza en la elección de los destinos, es por eso que desde el IES Virgen de la Calle ven en los cursos de hostelería una opción de futuro para que la cocina palentina gane peso frente a otras provincias. «Todos los estudios sobre las motivaciones que tiene un turista a la hora de elegir un destino inciden en la importancia creciente de la gastronomía. Que Palencia cuente con personal formado en hostelería va a beneficiar sin duda directamente a la provincia. Somos un destino de turismo de interior, que está íntimamente relacionado con el gastronómico y Palencia debe apuntarse a ese carro porque hoy en día hay mucha gente que no le importa hacer unos kilómetros para ir a comer», explica Ángel Juárez, uno de los profesores de la rama de Hostelería y Turismo del institutoVirgen de la Calle.
Todos los ciclos tienen un periodo de FCT, lo que se conoce como prácticas, que se realizan en empresas e instituciones privadas o públicas colaboradoras a través de un convenio con el centro docente. En el caso de la FP Básica, son más de 200 horas, y en el de Grado Medio y Superior, de 380 horas, que sirven para que los alumnos tengan una primera toma de contacto con el que será su entorno laboral. «Nosotros les formamos para que se incorporen a una empresa que tiene que ser rentable. Los alumnos tienen generalmente una visión idílica de la cocina, piensan en general que van a hacer platos de concurso y la realidad laboral es otra. Tienen que hacer menús de 10 euros y sacarles rentabilidad, y las prácticas les ayudan mucho a 'aterrizar' de esos sueños», incide Ángel Juárez.
Esa visión edulcorada del mundo de los fogones que tienen muchos alumnos está influenciada, en la mayoría de los casos, por los programas televisivos sobre cocina, que ahora están tan de moda y han hecho que la demanda aumente de forma exponencial. «En los ciclos formativos relacionados con cocina hemos notado un incremento enorme de la demanda en los últimos años. La clave de esa subida del interés de los jóvenes por esta formación son los programas de cocina, no podemos negarlo. Sí que es cierto que los chavales vienen muy motivados, pero también es verdad que nosotros no les formamos para ganar concursos, sino para ser buenos profesionales», asegura Juárez.
La formación continua es primordial en un mundo cambiante como el de la restauración, pero son muchos los hosteleros que ponderan la experiencia por encima de los títulos, algo que no tiene demasiado sentido, según Marisol Seco, profesora técnica de la especialidad de cocina y pastelería. «Un alumno con buenos resultados académicos tiene un futuro profesional garantizado, pero todos necesitan un proceso de formación en la empresa para poder ganar esa experiencia que demandan los empresarios», explica Seco.
El relevo generacional es el que puede garantizar la pervivencia de los grandes establecimientos de la provincia, y ese reemplazo tiene que tener muy en cuenta las circunstancias especiales del oficio, tal y como apunta Marisol Seco. «La hostelería ha cambiado mucho, pero sigue siendo un trabajo que hay que desempeñar mientras todos los demás disfrutan de su ocio y hoy en día a los jóvenes eso les cuesta», indica Seco en unas palabras que fueron refrendadas por Vanesa López. «Se frustran muy fácilmente. No admiten sus errores y rápido lo quieren dejar. Además, por norma general, no asumen la autoridad del profesor, incluso alguno me ha llegado a decir que por qué no le daba los apuntes por escrito porque se cansaba de copiar», explica esta profesora de la rama de Hostelería y Turismo del IES Virgen de la Calle.
El futuro del turismo y de la hostelería de Palencia está en manos de estos jóvenes, que ahora se forman para encontrar un trabajo que será mucho más duro que tomar apuntes. «Soy madre y creo que el problema de esta generación es que hemos malcriado un poco a nuestros hijos», se sincera Marisol Seco, que no oculta que las nuevas generaciones van a tener complicado afrontar el gran reto que se le presenta al turismo de la provincia, aunque asegura que hay excepciones que invitan a la esperanza. «También tenemos muy buenos alumnos», agrega.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.