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El proyecto del nuevo hospital de Palencia, el eterno complejo que continúan esperando los palentinos, está siendo actualizado después de la suspensión del pago y la rescisión de las obras con la anterior empresa. El contrato con la UTE se firmó el 5 de octubre de 2017, por un importe de 36,1 millones de euros y un plazo de ejecución de 40 meses, pero en julio de 2020 la Junta se vio obligada a rescindirlo por el incumplimiento de plazos de la empresa constructora. Y desde hace un año esas obras, aún sin empresa que las ejecute, están completamente paradas.
Actualmente, la Junta está finalizando el proceso administrativo de liquidación del anterior contrato del bloque técnico-quirúrgico (solo se llegó a construir el aparcamiento). No obstante, el Consejo de Estado (necesario en procedimientos administrativos tan complejos) ya efectuó su dictamen, por lo que ahora la Junta de Castilla y León ultima la definición del nuevo proyecto, ya que es necesario actualizarlo todo. «Lamentablemente es como volver a empezar», señalan fuentes de la Consejería de Sanidad, que asegura que la normativa es muy estricta y la situación conlleva una elevada demora de los plazos.
Los principales cambios que conllevará este proyecto tienen que ver con los costes, que se incrementarán respecto a la idea inicial. «Hay que actualizar poco, son pequeñas modificaciones, actualizar precios y volver a licitar», confirmó ayer el delegado de la Junta en Palencia, José Antonio Rubio Mielgo.
Además del cambio en los costes, destaca una pequeña modificación en la construcción de la UCI, después de que la pandemia haya subrayado una serie de necesidades para los nuevos tiempos que vendrán 'postcovid' y para los distintos virus que pueden atacar a la población. «Son modificaciones mínimas de la UCI, pero el proyecto ya no es igual. Antes había una tendencia a hacer las unidades de cuidados intensivos muy abiertas, pero con la pandemia se están viendo estas dificultades, que si la haces muy abierta con tres camas positivas ya utilizas todas», advirtió Rubio Mielgo. «Se trata de una modificación de circuitos, un tema de comunicación entre reanimación y UCI, que se había visto alguna cosilla, pero, sobre todo, las modificaciones más importantes es que hay que actualizar precios, porque el proyecto es de hace años», agregó.
La UCI de Palencia se amplió el verano pasado, pasando de las catorce camas iniciales a las veinte que existen actualmente -se decide el número acorde a los ratios de población por cada 100.000 habitantes-, por el aumento de enfermos críticos por covid. Actualmente, todas estas camas se utilizan para coronavirus, tras habilitarse otras en la REA para otras patologías. Hasta que llegó la quinta ola, la propia unidad de críticos estaba dividida en dos zonas, para covid y limpia de covid.
El siguiente paso es volver a sacarlo a concurso. «Esperemos que se adjudique a una empresa potente, aunque las empresas anteriores sí que lo eran. A ver si hay más suerte con este tema», matizó el delegado.
Por su parte, el PSOE en Palencia afeó ayer en un comunicado la situación de las obras del hospital, que ya deberían haber concluido. «El bloque técnico del hospital, con una inversión de 52,9 millones de euros, debería de haberse terminado en esta primavera, y sin embargo solamente se ha construido un aparcamiento por más de 2 millones de euros y la Consejería de Sanidad ha rescindido el contrato con la empresa que tenía que haberlo realizado», argumentaban los socialistas, después de que el pasado domingo la consejera de Sanidad, Verónica Casado, señalase en rueda de prensa que habrá una modificación en el proyecto.
«Es intolerable que la consejera de Sanidad vuelva a reírse de las y los palentinos prometiendo modificados y nueva licitación como si fuera a ser algo inmediato. Ha perdido tres años y pasará esta legislatura sin que veamos esta infraestructura hecha realidad por su incompetencia», añade el escrito, en el que los procuradores socialistas piden a la consejera de Sanidad, Verónica Casado, que comparezca en la primera sesión de la comisión de sanidad en septiembre para explicar la situación y «el maltrato a Palencia».
De Castilla y León solo quedan dos provincias por contar con la unidad de radioterapia tan imprescindible en la lucha contra el cáncer, Soria y Palencia. Este servicio estaba vinculado inicialmente a la construcción del nuevo hospital de la capital, pero dados los retrasos en las obras y la paralización de las mismas, se plantea otra ubicación.
«Del acelerador lineal ya se han dado algunos pasos de estudiar ubicaciones, de empezar a trabajar sobre él, porque antes iba ligado al hospital y ahora las últimas tendencias parece que se podría desligar y hacerlo independiente», constató ayer el delegado de la Junta, José Antonio Rubio Mielgo. «Se está trabajando sobre ello, han venido técnicos de la Consejería de Sanidad a visitar el hospital y a trabajar sobre el tema, pero se están dando los primeros pasos», añadió.
Por su parte, el PSOE de Palencia recriminó ayer que «de 37,4 millones de euros en inversiones sanitarias en toda la Comunidad, la Junta solo destina a Palencia 480.000 euros para un TAC, es decir el 1,28% de todo lo previsto. Y ya ni ocultan que tampoco piensan en dotar a Palencia de un acelerador lineal».
Por su parte, la Asociación del Cáncer en Palencia, que en un primer momento propuso el aparcamiento del Hospital San Telmo como posible ubicación, que fue desechada por la Junta, continúa reclamando que se traiga la radioterapia a Palencia. Actualmente, unas 700 personas de la provincia de Palencia necesitan acceder a este tratamiento vital para curarse y, según los datos nacionales, el 60% de los pacientes oncológicos necesitan estos servicios.
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