El forense ratifica el informe de Toxicología de que el bebé arrojado al río en Palencia nació muerto

En su declaración, el forense de Palencia (estaban citados dos, pero una no compareció al haber sido trasladada a León), respaldó el informe del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses sin dudas ni resquicios, a pesar de que en un primer momento se pensó que el bebé había llegado a respirar. El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 7 entró al detalle en las preguntas al forense para conocer las técnicas utilizadas en Madrid para corroborar su dictamen y se encuentra ahora a la espera de si se piden o no más diligencias o de si el Ministerio Público acusa por un presunto delito de aborto imprudente.

Los progenitores de la niña –que el pasado 18 de noviembre se acogieron a su derecho de no declarar citados por el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 7–, fueron detenidos el 9 de febrero de 2020 después de que ella acudiera al centro de salud de La Puebla y manifestara haber dado a luz, aunque afirmó desconocer dónde se encontraba el bebé. Tras ser interrogada por la Policía, señaló que ella, junto a su pareja, habían enterrado al bebé junto al Refugio, en el Monte el Viejo, por lo que se localizó al joven de 29 años y se trasladó a ambos a dicho paraje, de nuevo siendo infructuosa la búsqueda del cuerpo.

El joven de 29 años manifestó que no había visto qué había dentro de la bolsa y que tan solo le había acompañado a la mujer hasta una rotonda, aunque finalmente, y al ser de nuevo interrogados los dos en la Comisaría, él se derrumbó y confesó que el parto se produjo el 28 de enero, que tuvo lugar en un local en el que tenían una peña, que el bebé nació muerto y que, tras el parto, arrojaron el cuerpo al Carrión a su paso por Husillos, dentro de una maleta llena de piedras y de ladrillos, dentro de una bolsa de basura y a metro y medio de agua de la superficie.