Los fisioterapeutas se alzan contra la receta deportiva que propugna el Ayuntamiento

«Tenemos que intentar coordinarnos con Atención Primaria, para que los médicos de Familia sean capaces de recetar esa posibilidad de ejercicio físico y salud», argumentaba recientemente Orlando Castro, quien explicaba con un ejemplo en qué consistiría: «Voy al médico por un proceso de duelo, que no solo me pueda recetar un antidepresivo, sino que también exista la posibilidad de que me derive a un especialista en ejercicio físico. Este podría aconsejar al paciente determinados ejercicios que puedan favorecer la recuperación de esa enfermedad y que esté en coordinación directa con el médico de Familia».

Pero, esta receta deportiva ha provocado malestar entre los fisioterapeutas. Consideran que en el sistema público de salud en general y en particular en la Atención Primaria «ya existe un profesional de referencia con competencias en técnicas de ejercicio terapéutico: el fisioterapeuta».

Entienden que «la derivación fuera del centro de salud a profesionales no sanitarios para usurpar funciones propias de nuestra profesión no dudamos en calificarlo como una temeridad», contra la que se ha definido «con contundencia el Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad en fechas recientes al respecto de una titulación concreta (pero de ejemplo extensible a otras)», según argumentan en una carta que el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla y León ha remitido al Ayuntamiento de Palencia y, en concreto, a la alcaldesa, Miriam Andrés, tras conocer la iniciativa de la receta deportiva.

Posteriormente, extraen alguna frase textual del Ministerio de Sanidad para reforzar sus alegatos. «… Los licenciados/graduados en educación física y deporte no tienen la formación necesaria … para garantizar la adecuada adaptación del ejercicio físico que cada paciente requiere. Por el contrario, no se puede descartar que la ausencia de esta formación, pudiera agravar u originar nuevas lesiones a quienes acceden o realizan actividades deportivas».

Los fisioterapeutas, a partir de la carta que firma el presidente del colegio regional, José Luis Morencia, felicitan las iniciativas que promuevan la actividad física y la promoción del ejercicio en la población general, pero consideran que «esta temeraria propuesta de 'derivación' de pacientes para ser pretendidamente tratados/asistidos por no sanitarios viene a ser descrita y definida como prescripción de ejercicio». Y matizan el significado de este término: « la prescripción (término de contenido sanitario vulgarizado y vanalizado y muchas veces torticeramente empleado, como es el caso que nos ocupa) es un acto científico, ético y legal y por tanto la responsabilidad última recae sobre quien la realiza, ya que se entiende es una comunicación entre sanitarios: el que prescribe y el que ejecuta/aplica. La anómala derivación hacia individuos no competentes (sea 'bajo tutela' o no) podría ser interpretada como fomento del intrusismo profesional con las implicaciones deontológicas y susceptible de sanción que pudiera derivar en la inhabilitación para el ejercicio de la actividad profesional, tal y como viene a ser recogido por el código deontológico de las profesiones sanitarias implicadas en el escrito (Medicina y Enfermería) amén de las implicaciones penales que pudieran derivarse».

Subrayan que la labor de los fisioterapeutas, como otros profesionales sanitarios, de Medicina y Enfermería, «tenemos también muy clara nuestra doble faceta, ya sea como agentes sanitarios (actuando de modo directo en beneficio de nuestros pacientes) o bien como agentes de salud (recomendando la actividad física que evite el sedentarismo en la población y sus consecuencias negativas)».

Antes de concluir la carta, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla y León subraya que es una situación muy grave y que «no dudará en actuar de modo diligente y contundente en defensa de las legítimas competencias profesionales de los fisioterapeutas, así como en la obligada garantía del derecho a la salud que asiste a nuestros ciudadanos, apelando incluso a los organismos judiciales correspondientes con el objeto de finalizar esta extravagancia».

El propio concejal de Actividad Físico-Deportiva y Salud, Orlando Castro, ha respondido al colegio regional y ha defendido su iniciativa. Tras ponerse en duda la competencia y formación de los educadores físico-deportivos para llevar a cabo programas de prescripción del ejercicio físico, hace referencia a un informe de la Subdirección General de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar social, con fecha 28 de octubre de 2019, y cita textualmente. «Los educadores físico deportivos pueden dirigir, supervisar y evaluar la práctica de ejercicio físico, adaptado a las características, necesidades y preferencias de estas personas (de cualquier edad que tengan algún problema de salud, aquellas con diversidad funcional o con capacidades diferentes), contribuyendo a la adherencia a las prescripciones de los profesionales sanitarios y al mantenimiento de la práctica de la actividad física regular».

Orlando Castro marca una clara diferencia entre el trabajo de los fisioterapeutas y el ejercicio físico en sí mismo. Afirma que en la fisioterapia puede emplearse el movimiento en los términos limitados de la cinesiterapia, como parte del proceso rehabilitador cuando se produce una lesión. Y lo distancia del ejercicio físico en sí mismo, «coadyuvante a los tratamientos de carácter sanitario y que contribuye a la salud de las personas, con y sin patologías de la cinesiterapia».

Y subraya las capacidades de los especialistas en ejercicio físico. «La intervención a través de ejercicio físico en personas con patologías, problemas de salud o asimilados (diagnosticadas y/o prescritas por un médico) es una de las competencias que adquieren las personas egresadas del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte», agrega el edil, sobre la receta deportiva, una de sus prioridades en este mandato.