«Si al final es el año que viene, parecerá que se casa y no que comulga»

La comunión de Valeria Fernández se iba a celebrar el 16 de mayo en la iglesia de Nuestra Señora de la Calle en el primer turno, el de las 12:30 horas. Una hora después comulgaba por primera vez el segundo grupo, compuesto también por catorce niños. Pero la crisis sanitaria de la COVID-19 ha modificado los planes del mundo entero, incluidas las familias que estaban preparando, con toda la ilusión del mundo, la comunión de sus pequeños. La Diócesis de Palencia emitió un comunicado el 4 de abril anulando las comuniones previstas para mayo. «Ahora mismo podemos pensar que es muy difícil que se puedan celebrar en mayo (…), por lo tanto lo propio es posponer la celebración», argumentaba el obispo de Palencia, Manuel Herrero, en el comunicado. «Si las circunstancias lo permiten, establecer un tiempo hacia el final del verano: puede ser septiembre y/o octubre», continúa.

«Nosotros lo íbamos a celebrar en el Zapatones, éramos treinta personas. No he llamado para nada, qué voy a anular si está todo cerrado», asegura Sol Oveira, madre de Valeria. «Supongo que no tengamos mucho problema con el cambio de fecha», agrega, sin saber aún si esta será para finales de verano o ya para el año que viene, aunque algunas parroquias de Palencia ya hayan dado días concretos para septiembre. «Yo no tenía problemas con las fechas en el Zapatones, estaba todo organizado para que fuesen sus amigas por la tarde y todo, pero ahora ya no sabemos», argumenta.

Como cualquier evento, la preparación comenzó meses antes. El 31 de enero, recuerda Sol Oveira, ya fue con su pequeña a encargar las alpargatas a Carmen Valencia. «Las mandé hacer y me las voy a comer porque el número está pensado para que le quede bien en mayo». El vestido de su hija está aún en la tienda Gala's. Al poco de comenzar el estado de alarma, tenía que ir a la prueba. «Me llamaron para decirme que no me preocupase, que si se le queda pequeño me lo arreglan de alguna forma», relata.

Más allá de los zapatos o el vestido, lo que más preocupa a esta madre y a muchas más es el no saber cuándo ni cómo. «¿Y si en septiembre hay un rebrote? ¿Cómo se van a organizar bodas y comuniones con mascarilla?», se pregunta. Y más allá de eso, en caso de que se puedan celebrar, son muchos los eventos que se van a querer celebrar a la vez. «Las iglesias van a tener que hacer comuniones, bodas y bautizos en tiempo récord», explica. «Y las comuniones, al igual que las bodas, estaban programadas para los sábados », agrega.

«Si finalmente tenemos que posponer la comunión hasta el año que viene, mi hija que mide 1,40, va a parecer que va de boda, más que de comunión», concluye Sol Oveira.