Lea Vicens corta las dos únicas orejas de una tarde decepcionante

La terna formada por los rejoneadores Joao Ribeiro Telles, Lea Vicens y Guillermo Hermoso de Mendoza ha contado con un gran respaldo del público que ha abarrotado prácticamente al completo el coso de Campos Góticos, demostrando una vez más la tradición y el gusto que hay en Palencia por los rejones. Un cartel que se ha querido repetir tras el éxito cosechado durante la feria del año pasado, cuando la terna al completo salía por la Puerta Grande pero que en esta ocasión no se ha replicado ya que este sábado sólo lograba salir a hombros la rejoneadora Lea Vicens.

El portugués y más veterano, Joao Ribeiro Telles, abría la plaza a lomos de 'Ilustre' con quien comenzó una faena de fondo que pronto logró arrancar los primeros aplausos de la afición conectando con los tendidos.

Con 'Marfim' inició el segundo tercio que continuó con 'Gran Duque', un impresionante caballo con el que colocó las banderillas al quiebro. No fue suficiente la predisposición del rejoneador durante toda la faena, ya que tras un certero rejón de muerte no logró premio alguno. Con el cuarto de la tarde, el portugués mostró desde el inicio voluntad de triunfo ya que recibió al toro en la puerta de corrales. El toro, aunque estuvo justo de fuerza, sí que manifestó tranco y temple. Con 'Ilusionista' realizó quiebros de gran belleza generando vítores pero no fue suficiente, y la falta de acierto con el rejón de muerte le hizo irse de vacío.

Lea Vicens culminó con su primero una vistosa faena sobre 'Espontáneo' pero tuvo que echar pie en el albero para dar muerte al astado. La falta de acierto con este último rejón le privó de cortar una oreja en su primer toro.

Antes, había realizado tres tercios muy regulares, especialmente bonito el de banderillas, al son de 'Diluvio' y 'Deseado', con quien las colocó a una mano. A pesar de volver a mostrar en esta plaza parte de su extenso repertorio, la francesa sólo cosechó una ovación. Al quinto astado llegaba la plaza algo fría, por la temperatura y también por el ánimo que se podía respirar después de no haber podido ver pasear ningún premio en una tarde, que resultó poco vistosa, aunque dejó alguno bonitos detalles.

En un alarde de buen rejoneo, Lea Vicens demostró su poder a caballo haciendo las delicias del público realizando pares y quiebros muy cerca del toro pero la falta de transmisión del astado condenó la faena. Mató de forma acertada, montada sobre 'Espontáneo', lo que le permitió obtener dos orejas y abrir así la Puerta Grande.

El cartel lo cerraba el más joven de los tres rejoneadores, Guillermo Hermoso de Mendoza, quien desde el inicio supo aprovechar la arrancada de un astado que fue de más a menos al galope de 'Alquimista'. Estuvo a la perfección en los tres tercios, especialmente templándole de costado con gran ajuste para posteriormente darlo distancia y clavar con efectividad los rehiletes realizando quiebros de elegancia. Logró generar emoción en el coso pero el mal manejo del rejón de muerte le dejó sin opciones, a pesar de su gran voluntariedad.

El sexto mostró mayor transmisión, lo que permitió al joven rejoneador podérselo pasar de forma más cercana y ajustada. En el tercio de banderillas puso varios pares en una faena de pureza con la que Guillermo Hermoso de Mendoza trató de poder obtener recompensa. Pero no lo consiguió por el mal uso del acero.