Tarde de triunfos en el preámbulo de la feria de San Antolín

Minutos antes de dar comienzo la clase práctica –y con unas amenazantes nubes negras sobre el coso–, los tendidos de sombra comenzaban a llenarse, sobre todo en las últimas filas para evitar la lluvia. Un público que repite el respaldo y la buena respuesta que ya había evidenciado el pasado año y que refuerzan así una propuesta que permite poner de manifiesto la importancia de dar apoyo y visibilidad al futuro del toreo.

Entre las cerca de 4.000 butacas ocupadas –según datos de la organización–, en el coso de Campos Góticos destacaba una amplía mayoría de público joven, muestra de la respuesta positiva que este tipo de actividades tienen entre las familias que comienzan a introducir a sus hijos en la afición taurina, así como adolescentes que vuelven a hacer patente su interés por la tauromaquia.

No es fácil abrirse camino en el noble oficio del toreo, como tampoco lo es despertar la ilusión y la emoción en una afición acostumbrada a asistir a los festejos en los que triunfan las máximas figuras del escalafón, pero una vez más, Palencia demuestra que su tradición taurina pesa más y que apoya sin fisuras a los jóvenes que sueñan con llegar a ser toreros.

Una andadura en la que no están solos tal y como se pudo comprobar durante la tarde de este martes, en la que la afición demostró un gran entusiasmo con los seis alumnos que lidiaron los seis erales de la ganadería madrileña, dos más que el pasado año, lo que prácticamente redobla la apuesta por esta Escuela Taurina.

Los nervios y la inquietud de los seis jóvenes se podían palpar momentos antes de dar comienzo un festejo que arrancó pasados unos minutos de las siete. Abriendo cartel, el novillero palentino Juan Alonso, quien inició la faena de muleta de rodillas, pegando una tanda de derechazos que hizo que los tendidos conectaran desde el inicio con su actuación. Una faena lograda y sin altibajos que culminó con una estocada que le valió una oreja por petición popular.

El también palentino Guillermo Alonso recibía al segundo novillo de la tarde a 'porta gayola' para después iniciar una faena protagonizada por una rotunda tanda de naturales que embelleció la faena para el disfrute del público, que tras la suerte con los aceros pidió de forma unánime las dos orejas, que le fueron concedidas.

Tras él, David Cob, quien toreó uno de los novillos con mejor presentación de la tarde, lo que le valió la vuelta al ruedo. El arandino realizó una faena muy elaborada con la que trató de agradar al público y que culminó con un certero volapié, siéndole concedidas dos orejas.

Por su parte, Javier Cuartero, de la Escuela Taurina de Alicante, brindó su eral a Eduardo Ruiz de Velasco, a quien sustituía al no poder comparecer por lesión. El joven demostró mucha torería en cada uno de sus pases en una faena que fue premiada con una oreja.

En quinto lugar, Eduardo Rodríguez, que acudía en sustitución de Iván Alcalde, contó con un novillo de escasa fuerza que no dio muchas opciones al novillero que, a pesar del viento, mostró ganas y mucha actitud pero que le impidió llevarse premio.

Y cerrando el cartel, el limeño Alejandro Chávarri quien ligó una bonita faena, que comenzó con una tanda de rodillas con la muleta que animaron al público, pasadas las nueve de la noche. Estocada y dos orejas para cerrar una bonita tarde taurina.