A él, que es velocista, que corre 400 metros en menos tiempo del que tarda uno en ir al frigorífico y abrir una cerveza para ver la carrera, extraña oírle pronunciar la palabra frenar. Lo ha hecho este sábado, y no para pedir que le ... agarraran por la camiseta y le impidieran avanzar, por ejemplo, a Liemarvin Bonevacia, uno de sus archienemigos en el tartán. Pidió Óscar Husillos freno para «este bicho que tantas vidas se ha llevado ya por delante y que tan atormentados nos tiene, sin poder hacer viva normal». El receptor de su mensaje eran los palentinos que acudieron ayer a escuchar su pregón de San Antolín, y a todos ellos y también a los que salen a tropel estos días por las calles de la capital palentina, les demandó «responsabilidad» y mantener las medidas de seguridad, así como ser «un poco menos egoístas» y pensar que la covid-19 «es cosa de todos» y que «juntos podremos parar este mal que nos azota».
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Óscar Husillos recalcó que en estos momentos que corren con la pandemia «sería imposible montar una fiesta» como la que él le dispensaron en su pueblo natal, Astudillo, al regreso como ganador moral de la prueba de 400 metros en el Campeonato del Mundo de Birmingham en 2018, cuando cruzó primero la línea de meta pero fue descalificado por pisar fuera de calle.
«A mi llegada a Palencia me encontré con la estacion de tren llena, pero tan llena que hasta un hombre que tenía que coger un tren lo perdió. Desde aquí y donde estés, lo siento», dijo el velocista de Astudillo, que confesó hasta haber pasado «vergüenza» por el recibimiento en la estación. «Ver tanta gente allí en un primer momento, fue algo espectacular. Mis abuelos, mis tíos, mis padres y hermanos, los niños del Club Puentecillas, gente de Palencia y de Astudillo, amigos de mi peña... Allí estaban con gritos y pancartas de campeón del mundo. Fue un momento espectacular y desde aquí, a toda esa gente que llenó ese día la estación de trenes, con todo mi corazón, muchas gracias por ese detalle», apostilló Óscar Husillos, a quien el Ayuntamiento de Palencia ha nombrado Hijo Adoptivo de la ciudad. «Gracias por tal distinción, la llevaré con mucho honor y orgullo allí donde vaya», ha añadido el atleta palentino, que también ha dado las gracias al Consistorio palentino por pensar en él para ser pregonero popular.
«Allá por finales del mes de julio, estando en Tokio, recibí un mensaje, como muchos otros por esas fechas, deseándome suerte en mi debut en unos Juegos, pero tenía otro mensaje que, si os digo la verdad, no vi hasta varios días despues cuando, en una llamada con mi entrenador, Luis Ángel Caballero me decía que desde el Ayuntamiento de Palencia me habían propuesto ser el pregonero popular de las fiestas de San Antolin. La verdad, no lo dudé mucho, pero también es verdad que dichas dudas a decir que no al ofrecimiento tienen un porqué, y es que me hubiese gustado estrenarme en mi pueblo natal, en Astudillo, pero no podía declinar dicha propuesta con todo lo que supone», señaló Óscar Husillos, que hizo madrugar a los palentinos en la madrugada del pasado día 1 para vibrar con él en la prueba de los 400 metros en Tokio y devolverlos a la cama con la decepción de ver cómo el atleta no se clasificaba para semifinales.
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Ese fue un duro golpe para el atleta de Astudillo, que también ha vivido en este 2021 el gran triunfo de la medalla de oro en el Campeonato de Europa en Pista Cubierta de Torun (Polonia), en una carrera jalonada de éxitos (medalla de plata en el Europeo de Pista Cubierta de Glasgow de 2019 en 400 metros y en el relevo 4x400, y medalla de bronce un año antes en el Campeonato de Europa en Berlín) que comenzó allá por 2008, cuando decidió cambiar el fútbol por el atletismo y los guantes de portero por las zapatillas de clavos. Una carrera que le ha obligado a no hacer un poco el crápula por Palencia.
«Desde que resido en Palencia siempre me ha gustado salir con los amigos por su zona de bares siempre y cuando el momento de la temporada era el ideal, disfrutar de un paseo por la Calle Mayor, el Salón y la orilla del río, subir a comer al Monte el Viejo o visitar el punto mas alto de la capital y poder ver Palencia entera desde lo alto del Cristo del Otero. Ahora todo eso lo hago con más moderacion por culpa de mi trabajo, ya que muchos fines de semana me encuentro fuera ya sea compitiendo o entrenando. Lo que no he perdido la costumbre es de las subidas al Cristo, ya que a Luis Ángel le gustan bastante los entrenamientos de cuestas, solo que acabamos mirando el suelo y no la bonita ciudad que tenemos a nuestros pies», concluyó Óscar Husillos en un pregón que ha dirigido desde el escenario a los pies del Ayuntamiento y no desde el balcón a una Plaza Mayor acotada y con sillas distanciadas que le ha aplaudido cuando el alcalde, Mario Simón, le ha entregado el título de hijo adoptivo.
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