Jose Rojo
Palencia
Sábado, 2 de septiembre 2023
Los entusiastas del ilusionismo de la capital palentina tendrán la primera oportunidad de quedarse boquiabiertos y fascinados ante el espectáculo del laureado e innovador artista Salvador Vicent (La Vilavella, Castellón, 1975), que ha ostentado en tres ocasiones el título de campeón mundial de magia, en ... la única función (17:30 horas de este domingo, 3 de septiembre) que protagonizará en el Teatro Ortega y con la que se cerrará la programación especial de San Antolín preparada por la familia Margareto.
Publicidad
El mago Yunke, como así se le conoce profesionalmente al valenciano, presentará en este emblemático escenario su última propuesta 'Origen', donde el público alucinará con la sorprendente puesta en escena y con los fastuosos números que brotan de su imaginación y diseño, ya que él mismo construye los artefactos mágicos con los que trabaja, algo poco inusual en este fantástico mundo.
–Descúbranos el origen de su nombre artístico…
–Mi abuelo tenía un taller de herrería, donde hay yunques, de ahí mi nombre artístico, un negocio que continuaron mis tíos y que, en la actualidad, regentan mis primos. Y precisamente en la herrería de mi abuelo empecé a construir mis propios juegos de magia. Un trabajo que he seguido haciendo a lo largo de mi carrera y que me diferencia de otros ilusionistas. Yo hago magia de autor, que requiere tener conocimientos específicos en distintos campos para poder construir mis propios juegos y así crear grandes ilusiones. La mayoría de los magos son buenos intérpretes, pero muy pocos diseñan sus propios artefactos; incluso hay profesionales que se dedican exclusivamente a crear artilugios de magia para que utilicen los magos.
–¿Cómo fueron sus inicios?
–Con 7 años ya empecé a interesarme por el mundo del ilusionismo. Nunca tuve una caja de magia; heredé la de mis hermanos, que estaba ya bastante menguada, y comencé a practicar con ella. Luego, un señor mayor de mi pueblo me enseñó un efecto y ahí me picó ya la curiosidad por la magia. Más tarde, contacté con un mago ya retirado, que me enseñó juegos de magia y que me regaló una maleta con sus mejores juegos. Y con 14 años empecé a actuar en mi pueblo y desde entonces no he dejado de tener interés por la magia. Después, me presenté a un concurso nacional, a los mundiales y ahí empezó mi historia.
Publicidad
–¿Conlleva alguna exigencia ostentar en tres ocasiones el título de campeón mundial de magia?
–Si ya es muy difícil conseguir un título, imagínate tres, aunque España tiene un potencial muy importante de magos. Somos el país que más premios ha ganado porque tenemos una escuela mágica extraordinaria: Arturo de Ascanio, que fue el maestro de Juan Tamariz, y este último. Tamariz ha conseguido que la magia nos encante y nos atrape. Tamariz fue pionero en la forma de hacer magia, al estar rodeado de público, hacer espectáculos de más de una hora de duración,…; él ha conseguido cosas que ningún otro mago del mundo ha logrado. Yo soy alumno directo de Tamariz, aunque mi magia no tenga nada que ver con la suya porque la mía es más espectáculo, más a lo grande. Pero la teoría de la construcción mágica también funciona en las grandes ilusiones, que es a lo que yo más me dedico.
–El humor de Tamariz también era único…
–Todo lo que se hace en un espectáculo de magia está pensado al milímetro. Cuando hay un 'gag' o un chiste es para relajar, para distraer la atención del público, cubrir las improvisaciones que puedas hacer en cualquier momento y para que el espectáculo sea más ameno. Tamariz utilizaba el humor a favor de la magia, no al contrario.
Publicidad
–¿Un mago apenas puede improvisar en el escenario?
–En un espectáculo de magia está todo muy medido, pero el mago puede improvisar mucho. Cada espectador es distinto al otro, por lo que el mago tiene que tener mucho control, pero también un margen para poder moverse y que le permita disfrutar de su propio espectáculo. De lo contrario, resultaría muy aburrido para el mago. Lo bonito es sentir cada momento y tener presente la posibilidad de fallar. Si el artista se divierte, el público también.
–¿Cómo alguien llega a convertirse en el mejor del mundo en este arte escénico?
–Por la pasión. A mí la magia me encanta, me apasiona, nunca he buscado ser famoso ni ganar dinero con ello. Tengo la suerte de haber encontrado mi pasión en mi trabajo.
Publicidad
–¿Y cómo vive el éxito?
–El éxito se vive con los pies en el suelo. Es absurdo creerse alguien superior por ganar un premio mundial o por que la gente vaya a verte. La magia es un arte y, también, un entretenimiento para el público. Es mucho más importante un Nobel de la Paz o de Medicina. Soy mago en el escenario y fuera de él, una persona más. A mí no me molesta que me reconozcan; cuando sales habitualmente en programas de televisión, es lógico que la gente pida hacerte fotos con ellos. La fama hay que llevarla como mejor se pueda.
–¿Hay mucha competencia en su oficio?
–En España hay grandes magos, pero yo no les veo como mi competencia. Nos llevamos muy bien entre nosotros porque cuidamos el arte de la magia y también lo compartimos.
Publicidad
–¿De qué colega ha aprendido más?
–De Richiardi, un mago peruano afincado en La Línea de la Concepción y que trabajó mucho en Estados Unidos. Era un mago que presentaba la magia con mucha energía y tenía mucho ritmo. Me habló de él Juan Tamariz y me impresionó cuando le vi en las grabaciones de sus espectáculos. Y aprendí muchísimo de Tamariz, un mago español con impacto mundial, un auténtico genio. Creo que todos los ilusionistas de mi generación somos magos gracias a Tamariz.
–¿Y a qué magos admira fuera de nuestras fronteras?
–Al americano Lance Burton, a quien le construyeron un teatro en Las Vegas, diseñado por él; es un artista que presenta muy bien la magia. Admiro también mucho a David Copperfield, quien presenta la magia de una manera muy actual; es, además, el mayor coleccionista de todo lo relacionado con la magia, tiene hangares con el material de los grandes magos de la historia. Tuve la suerte de que él mismo nos guiara a dos magos y a mí por esas instalaciones; estuvimos cinco horas con él recorriéndolas y no pudimos ver todo. Es increíble y fascinante todo lo que ha conseguido atesorar.
Noticia Patrocinada
–¿Hay algún truco de magia que no haya logrado descifrar?
–Hay cosas que he leído de magos del siglo XIX que no he podido descifrar porque no existen grabaciones. Cuando veo un show de magia, puede que en un principio no sepa cómo funciona un artilugio, pero si tengo el tiempo suficiente de examinarlo y pensar, difícil es que no consiga descifrarlo. No obstante, cuando veo un espectáculo, intento dejarme seducir por la magia. Lo bonito es dejarme llevar por la sensación que me produce ver ese efecto mágico. Todos sabemos que los magos no tienen poderes, pero hacen cosas imposibles. Y lo que buscamos los magos es el asombro del público.
–Desembarca en Palencia el 3 de septiembre para sorprender a los espectadores del Ortega. ¿Les dejará boquiabiertos?
–Mi intención es que se dejen engañar por la magia y que vengan a disfrutar de este arte. En ese espectáculo vuelvo a mis orígenes; utilizaré juegos que empecé a construir cuando tenía 16 años y también presentaré las últimas novedades con las que gané el Mundial en Quebec: el juego de Vitruvio, que entusiasmó a Copperfield, quien me pidió que le enviara todo lo que yo construyera. Es un espectáculo de gran impacto para toda la familia, es como una degustación de magia, ya que tocamos casi todas las artes de la magia, donde el espectador puede ser protagonista y sentir la magia en sus propias manos.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.