La carrera más entrañable de San Antolín

En esta ocasión, el 2.261, el 1.424 y el 2.324. Esos son los tres patitos ganadores, cuyos padrinos, que se gastaron solo un euro en su apadrinamiento, recibirán un cheque de 50 euros para consumir en el Centro Comercial Las Huertas, en donde tienen un mes para recogerlo y efectuar las compras.

Con esta ya son tres las carreras de patitos de goma organizadas por Mundo Azul con el fin de recaudar fondos para el desarrollo de sus actividades, centradas en la atención de niños con autismo. Desde hace varias semanas, los palentinos han podido apadrinar a estos patitos en el Centro Comercial Las Huertas y lo han hecho de forma masiva, puesto que muy pocos números sin asignar han llegado este lunes, día de San Antolín, hasta Puentecillas, en donde podían adquirirse los últimos dorsales minutos antes de la salida.

«Hemos tenido que parar de vender porque se nos hacía la hora y había que llevar los patitos al río, pero apenas han quedado unos pocos. Y si la gente hubiese venido un poco antes, habríamos acabado con todos», explicaba la presidenta de la asociación Mundo Azul, Elena Blanco, mientas esperaba la salida. Al final, de los 4.000 patitos disponibles pudieron lanzarse a las aguas del Carrión, más de 3.700 ejemplares, una cifra que ha superado la expectativas de los organizadores.

La iniciativa va despertando cada año un mayor interés y este lunes eran cientos de las personas que esperaban en la meta, sobre el puente de Puentecillas, pero también eran numerosos los grupos de palentinos que se desplegaban a lo largo de las riberas del río, en el Sotillo, o en la zona de salida, en el embarcadero ubicado frente al bar de las Huertas del Obispo.

«Estamos muy agradecidos al Club Oca SOS, que nos ayuda en la organización, para soltar los patitos y conducirlos e impedir que se dispersen y después también para recogerlos. Porque es muy importante no dejar ningún residuo plástico en el río, no queremos contaminar, ni generar más residuos. Por ello, todos los años recogemos los patitos y los reutilizamos», explica Elena Blanco.