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Volvió la tradicional celebración del 'Día de la Banderita', que cuenta con más de cien años de historia. Tras el paréntesis forzoso del año pasado, debido a la pandemia, Cruz Roja Española retornó el día de San Antolín con más fuerza aún y tiñó de rojo la capital palentina.
Pocos fieles acudieron este jueves a la Catedral sin portar la pegatina con la cruz roja en la solapa, que tan orgullosamente lucen los que ayudan a la organización humanitaria. Este año tan especial y tan difícil para todos se ha decidido que todo el dinero recaudado se destinará a los proyectos dirigidos a las personas mayores, uno de los colectivos más golpeados por la pandemia. Entre ellos destacan los que sirven de acompañamiento social y emocional, los de estimulación cognitiva y los que refuerzan su red social.
Desde primera hora de la mañana se instalaron los voluntarios en las zonas más representativas y transitadas de la ciudad en su día de fiesta, desde la Calle Mayor hasta Jardinillos, pasando por San Miguel o por el parque del Salón. Cualquier sitio era bueno para conseguir una ayuda y regalar, además de una sonrisa, una pegatina, una pulsera o una suculenta piruleta, para los más pequeños.
También se instalaron tres carpas para poder llegar a todos los palentinos. En la Catedral se pudo disfrutar de globoflexia y cuentacuentos, en Jardinillos fue el turno de la salud, de demostraciones de primeros auxilios y de tomar la tensión, mientras que en el Salón se jugó al 'RealPursuit' para facilitar la empatía de todos con los refugiados.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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