No hay nada como la P de Palencia

No parece, en principio, que la catedral de Palencia, un piano, un trono televisivo o un campo de Castilla puedan tener demasiada relación. Pero todo es posible en San Antolín, es la magia de las fiestas palentinas, que logra acoger bajo el abrazo de su simbólica P los más variados conceptos, sin que se produzca ninguna distorsión.

Porque, como en los últimos tres años, la Calle Mayor vuelve a vestirse de P. Sí, de P, de esa letra inicial del nombre de Palencia que se ha convertido ya en un símbolo más de la ciudad. Puede que no se encuentre a la altura de otros como el Cristo del Otero o la gótica torre de San Miguel, puede que no haya inspirado tantas piezas literarias como la iglesia de las Claras, pero, desde luego, a estas alturas, no hay palentino que no sienta esa letra como algo verdaderamente ProPio. Tanto repetir eso de «no, con P de...», al final ha llegado interiorizarse que esa letra inicial se ha ido configurando como uno de los identificadores más claros de la ciudad.

Y así, San Antolín, las fiestas patronales de la capital palentina han termindo vinculándose directamente a esa P a través de uno de los concursos que organiza el Ayuntamiento y que permite, además de mostrar el orgullo de una ciudad por su nombre, ornamentar su principal arteria.

En esta ocasión, son doce las P que decoran la Calle Mayor, aunque en principio deberían haber sido trece. Sin embargo, uno de los grupos inscritos no ha participado y la pieza número 6 permaneció ayer completamente inmaculada durante toda la jornada, sin que ningún otro color que el blanco original la tintase. No ocurrió lo mismo con el resto de las doce P, que poco a poco fueron transformándose en verdaderas obras de artesanía, unas solo a través de un intenso colorido, otras mediante diferentes accesorios y algunas más a través de una transformación casi integral.

De esta forma, resultaba sorprendente encontrar junto al parque del Salón el asiento real que identifica la serie televisiva de Juego de tronos, y poco más adelante un auténtico yacimiento arqueológico de origen romano integrado plenamente en una de las P.

«La verdad es que este año hay menos participantes, pero el nivel es muy bueno. Hemos podido ver que hay diseños extraordinarios, muy trabajados, que van a sorprender mucho a quienes se acerquen a visitar las P», explicaba ayer el concejal de Festejos, Sergio Lozano, quien se mostraba también sorprendido por la juventud de muchos de los participantes.

«Da gusto ver que una gran parte de los creadores son muy jóvenes y, además, hay muchos grupos de chicas que se han animado. Pero aunque sean jóvenes la calidad y la creatividad son muy altas», recalcó.

Sergio Lozano explicó que el concurso de las P se está convirtiendo ya en un clásico de las fiestas de San Antolín, aunque esta sea tan solo la cuarta edición, puesto que, según indicó, hay numerosas personas que esperan con interés la instalación de estas efímeras esculturas.

«Este año hemos querido mejorar la base de las esculturas, por lo que la parte exterior está recubierta por una especie de lienzo blanco, que permite la adherencia de la pintura y de otros materiales. El año pasado, algunos de los participantes se quejaban de que la escayola estaba recubierta de una especie de yeso que repelía algunas de las pinturas y eso generó muchos problemas», señaló el concejal, quien no dudó en pedir a los ciudadanos un poco de respeto para que no se deterioren.

«Por las noches volverán a recogerse en un camión, para que no pase lo del primer año, cuando sufrieron aquellos ataques que destrozaron la mitad de las piezas en una sola noche. Pero volverán a colocarse todas las mañanas para que puedan contemplarse durante todas las fiestas», indicó el edil.

Las P se trasladarán a partir de ahora al comienzo de la Calle Mayor, debido a que es una zona de mayor amplitud.

• Temas
• Palencia (Provincia)
• Otero
• Palencia ciudad