«En el teatro vivimos gracias a las giras por las provincias»

Lleva tres décadas subido al escenario. En ese tiempo, su rostro ha pasado por infinidad de teatros y por diversos platós de televisión. Moncho Borrajo (Baños de Molgas, Orense, 1949) regresa a Palencia tras actuar en 2007 con Despedida y cierre, supuestamente su adiós profesional.

Hace unos años se despidió de los escenarios. ¿Por qué regresa?

Me retiré engañando a mi padre, porque por aquél entonces mi padre tenía 87 años y yo me retiré cuatro años para estar con él, hasta que murió en 2010. Mi padre era un hombre de izquierdas muy cabezón y no consentía que su hijo se retirara para cuidarlo, por lo que tuve que mentir. Creo, además, que lo hice muy bien [ríe], fui un gran actor durante esa Depedida y cierre, y cuando murió mi padre volví con Golfus Hispanicus.

¿Qué se van a encontrar los palentinos con Yo, Quevedo?

Mis amigos me decían «es que eres Quevedo», porque él era un hombre muy inteligente, yo no me puedo quejar, pero en fin, él era muy inteligente. Pero es que, además, era muy mosca cojonera, fiel a sus ideas. Así que se van a encontrar un espectáculo con Moncho convertido en Quevedo, y en Moncho también. Se habla de la historia de Quevedo, comparando el Siglo de Oro con lo que está pasando ahora. Leo un memorial de Quevedo dedicado a Felipe IV y al Conde Duque de Olivares que los pone a parir. Entonces pensé que este texto era perfecto para Rajoy y Zapatero. Luego, como a Quevedo la calle lo conoce por cosas escatológicas, aunque no ha dicho tantas, pero bueno, me viene muy bien a mí para culo, teta, pedo, pis. Pero también para improvisar, qué mejor que Quevedo para recitar en verso. Y bueno, eso es el espectáculo de dos horas, una crítica social al momento que estamos viviendo, pero en clave de humor. Y como llevamos un año de gira, el espectáculo va evolucionando. Abdica el rey, aparece Pujol, la infanta, porque como no tenemos temas...

¿La crítica a los políticos es ahora más necesaria?

Yo hago un poquito, porque la gente está cansada. Recuerdo que en Navidad saqué un vídeo en Youtube en el que pongo verde a los políticos con toda la razón del mundo, y me han llegado miles de cartas y comentarios dando gracias por decir lo que todos pensamos. Creo que la calle está cansanda de que el autónomo pague todo, mientras estos tienen la vergüenza de irse de vacaciones, de decirnos como Pujol: «os he robado y aquí estoy». Pero es que son todos. Porque no estamos en la Revolución Francesa, que si no esto no lo solucionaba ni la guillotina. Yo siempre he hecho una crítica política durante toda mi vida, desde Franco, pero en clave de humor, creo que el insulto no es humor. Se pueden decir muchas cosas, la gente se lo pasa genial, aquí no se salva ni la Monarquía, solo se salva la Reina de antes, la de ahora... se queda por ahí.

¿Cómo lo está haciendo el Gobierno en el plano cultural?

Muy mal. Para empezar, somos el único país de Europa que cuando compras un cuadro a un pintor pagas impuestos, en otros países te desgraba. El teatro, fuera de nuestras fronteras, tiene un 5%, un 6%, un 8% de IVA, igual que los libros. Aquí tenemos un 21. Entonces, ¿quién va a ir al teatro? Pero también hay otra cosa, aquellas quejas tan voraces de la izquierda sobre Franco y el fútbol. Ahora tenemos fútbol todos los días del año. Cualquier periódico o televisión, no hablan de teatro, de libros... Nosotros, en el teatro, trabajamos en provincias, menos mal que hacemos giras, porque en Madrid ya no se puede vivir del teatro. En Pamplona, por ejemplo, se hizo de bruto 23.000 euros, y a mí me quedaron 5.600.

En Palencia estoy como en casa

¿Por qué suele incluir a Palencia en sus giras?

Palencia forma parte de mi vida, piensa que he conocido el teatro Ortega y lo vi arreglarse. Me encuentro como en casa en la Calle Mayor. Lo que pasa es que me trae muy mal recuerdo de la película de Calle Mayor, porque cogí un odio tremendo a aquellos cabrones. Soy un hombre muy de calle, muy de patear la calle, y la gente se hace fotos conmigo, y estoy con los niños, que no tengo problema. Además, en esta ciudad se come muy bien.

Pero sabrá que la película no se rodó en la Palencia...

Sí, pero me refiero al concepto, a la idea que transmite.

¿Es enemigo de lo políticamente correcto?

Sí, y seguiré siéndolo. Creo que es uno de los problemas que tienen actualmente los chicos que se dedican al monólogo. Creo que se están haciendo todos demasiado políticamente correctos por la televisión. Yo tengo ganas de ir a ver a uno de estos grandes humoristas, pero creo que se están haciendo muy blanditos. Si haces humor blanco o humor de lo absurdo, la política no tiene nada que ver, pero considero que hace falta siempre un cómico de mi estilo para hacer un poco de mosca cojonera, para pinchar y estar ahí sacando los trapos sucios o las cosas más incómodas. Porque si además tuviéramos unos políticos que no dicen tonterías, pero es que nos regalan el espectáculo entero. Podría hacer un espectáculo entero solo leyendo las gilipolleces que dicen. Te lo prometo. Recojo frases de cada uno ellos, de Felipe González en adelante, y no me las creen. No te crees lo que han dicho. No te hablo de la alcadesa de Madrid porque entonces te partes. Y ahora tenemos la genialidad del alcalde Valladolid. Soy capaz de salir en Valladolid con un sujetador en la mano. Ya tengo tema en Valladolid [se ríe].

¿Se terminaron los grandes espectáculos teatrales? ¿Ya no son posibles?

El teatro ya no es como antes. Llega el momento en el que te das cuenta de que no puedes hacer grandes espectáculos. Como dice el ministro [Montoro], que, según él, lo que se hace en España es de mala calidad; pero señor, ¿cómo voy a contratar a quince personas para un espectáculo? Que me lo diga él. No puedo hacerlo con ese IVA criminal que está ahogando al sector y a la cultura del país.