El Festival del Cangrejo inunda Herrera de fiesta, alegría y baile

Dieciocho carrozas, dos Cangrejos de Oro y miles de personas. Ese es el resumen numérico de todo lo acontecido este domingo en Herrera de Pisuerga, epicentro de una fiesta que cada verano va a más. Cierto es que ya suma cincuenta y una ediciones, pero no es menos cierto que cada año acumula más y más visitantes. «Esta fiesta a nivel local es la más grande del año y reivindica nuestro sitio como referente turístico en Castilla y León. Vino el sábado por la noche tanta gente a la verbena, que no pudieron acceder a la plaza y lo celebraron en las calles colindantes», afirmó ayer el alcalde de Herrera, Francisco Javier Fernández.

Imágenes de Carvajal, Yamal y Nico Wiliams compartieron protagonismo por las calles herrerenses con los personajes de Mortadelo y Filemón, Ladybug, Mickey Mouse, Frozen o Donald Trump, quien no se quiso perder, a pesar de la oreja vendada, el desfile que comenzó a las 12:10 horas, con un poco de retraso, desde el Monumento al Cangrejo, obra de Ursi, y hasta la plaza Mayor, donde llegó a la una.

Las buscadas sombras bajo los árboles del paseo y de la plaza, los abanicos, viseras y sombreros de paja se unían a los paraguas o las sombrillas de playa. Todo era poco para luchar contra el sofocante calor que se autoinvitó al Festival Internacional del Cangrejo, que celebraba su quincuagésima primera edición.

«El cangrejo es nuestro bien y nuestro patrimonio. Comenzó la fiesta en el año 1972 y, desde entonces, estamos trabajando con él. Es un producto que es de aquí y a la gente le gusta pescarlo y conservarlo. Es algo que nuestros hijos pueden heredar, tanto la fiesta como el cangrejo en sí, y hay que luchar porque siga adelante», sentenció el regidor.

Fiesta de interés turístico regional desde 1994, el expresidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla quiso dar un paso más en su pregón del sábado y reivindicó esta feria como interés turístico nacional. «Esto está 'chupao' porque es el único festival que se hace sobre el cangrejo de río en España», aseveró, a la vez que recordó su papel mediático y su pronta presencia en programas televisivos, y que «yo voy a hablar bien de Herrera».

«Sí que ha habido algún conato de pensar en llevarlo a otra escala, a la nacional, pero a nivel interno del equipo de gobierno. Pero fue en el pregón cuando se sembró la semillita. Vamos a comenzar a trabajar con ello», sentenció, por su parte, el alcalde de Herrera. «Creemos que estamos en condiciones de conseguirlo, con la tradición en Herrera de más de cincuenta años del Festival. Estamos más que cualificados para llegar a ello», comunicó.

Tuvo que presentar ayer las disculpas, por parte del pregonero, por tener que ausentarse antes de tiempo y sin despedirse. «Desgraciadamente, Miguel Ángel Revilla, se ha tenido que ir por asuntos personales de repente», explicaba desde el escenario de la plaza Mayor, donde los representantes institucionales esperaban la llegada de la veintena de carrozas como final del desfile. Pero, antes de retornar a Cantabria, Revilla tuvo tiempo de hacerse fotografías con los vecinos en el Monumento al Cangrejo, previo al inicio de la procesión de carrozas.

La plaza Mayor, que comenzó estando desierta este domingo, se fue llenando de gente que, poco a poco, se desplazaba hacia el edificio del Ayuntamiento, tapado por obras. «Este sábado ha habido más de 10.000 personas, ha sido de los años que más gente ha venido. Parece que va a más y que siga así, si hay que ampliar el pueblo, se amplía que no hay problema», sentenciaba el alcalde, contento por la respuesta de los vecinos, de la gente de alrededor y de la propia capital.

Gigantes y cabezudos por delante de la reina del festival, en una carroza con un cangrejo gigante acompañada por sus damas, precedieron al resto de la procesión. Hubo llama olímpica, en realidad varias antorchas en la carroza de los Juegos de París, donde no podían faltar los cinco aros de colores. Tampoco las bailarinas de samba llegadas desde Río de Janeiro, los que homenajeaban a Cucurella –con su pelo rojo y rizado– y a la Eurocopa lograda con la selección o los hippies que había viajado en el tiempo y seguían pidiendo paz y amor, tan necesario en estos días. Sin duda, la importancia del Festival del Cangrejo en Herrera es indiscutible.

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