La Feria de Cerámica se despide con éxito de ventas y de público

Meninas grandes y pequeñas, cuadros, jarrones de todas las formas y tamaños y bisutería, mucha bisutería. La XXXVII Feria de Cerámica de la Feria Chica cerró este domingo, tras tres días de actividad en los 21 puestos de la Calle Mayor con éxito de ventas y de público. «Este año ha ido muy bien la feria a todos los niveles. Ha hecho bueno y ha habido mucho público», señaló ayer Luciano Ceinos, uno de los organizadores de la amplia muestra.

«Está todo el mundo contento y el resultado económico ha sido bueno y eso es muy importante porque el objetivo es que los artesanos puedan comercializar su trabajo y seguir ejerciéndolo. Esta feria tiene futuro», continuó explicando. Sin duda, tas 37 ediciones es una cita consolidada que cuenta con el respaldo de las ventas y el público. «La tónica general de esta feria es que la gente sale siempre contenta, por eso siempre tenemos muchas solicitudes y hay que decir a mucha gente que no porque tenemos 21 puestos y priorizamos a los ceramistas de Castilla y León», argumentó.

No lo duda y ve futuro en esta profesión, que ha ganado adeptos desde la irrupción de la covid. «Hay un cambio desde la pandemia, donde el producto artesano y único se está valorando. Es un cambio de mentalidad, la gente consume más trabajos hechos a mano y muchas personas se acercan a conocer la cerámica. Yo creo que es un renacer y el artesano joven va a tener futuro porque cada vez se valora más.

El último día de la Feria Chica contó también con carreras de coche de radiocontrol, donde se recaudó comida para el Banco de Alimentos, el VIII Festival de Danza, con bailes desde el Paseo del Salón hasta la Plaza Mayor o las Food Trucks, con éxito de público hasta el último día.

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