La falta de relevo reduce las explotaciones ovinas de raza churra el 30% en cuatro años

La falta de relevo generacional es el principal problema al que se enfrenta este sector porque la mayoría de las explotaciones donde se jubila el promotor tienen que cerrar al no hacerse nadie cargo de las mismas. Casi no hay jóvenes interesados en este sector. «Conseguir que haya ganaderos que se incorporen es muy difícil», añade.

Los datos a nivel regional son demoledores. En los últimos cuatro años, Castilla y León ha perdido 53 explotaciones ganaderas de raza churra, de las 184 que había en 2017 hasta las 131 que se contabilizaron al terminar el año 2021. Desde que irrumpiese la pandemia de la covid hace dos años hasta ahora, la caída ha sido de quince ganaderías en la comunidad.

A nivel provincial, la caída no es más suave. En los últimos cuatro años, Palencia ha perdido once explotaciones ganaderas de raza churra, pasando de las 37 de 2017 hasta las 26 actuales. De las once ganaderías que han desaparecido, nueve eran de carne y solo dos, de leche. Desde la llegada de la covid en 2019, ha habido que despedir dos explotaciones. «De la situación que se vivió por la pandemia, ya nos hemos recuperado, al menos en ese aspecto. Lo último que hizo mucho daño al ovino fue la Navidad cuando cerraron la restauración, que ese año estaba espectacular, muy bien de precio y estaba funcionando muy bien. No compraban y si no se vende, pues ya son problemas. En donde más se consume siempre es en la hostelería», reconoce.

La subida de precios continúa castigando a los ganaderos, que esperan otro incremento de los piensos de cara al verano. «Los costes se han disparado, los piensos han subido en torno al 15 o 20% y todo eso repercute directamente en la viabilidad de la explotación. Es verdad que los precios han subido, pero no al nivel de los incrementos de los otros sectores. Influye la subida de las materias primas, del transporte, la guerra de Ucrania... aquí todo influye. Además, la bolsa del cereal se ha disparado y esa es la madre de todo. Esa es la inquietud que tenemos ahora», reconoce Paramio.

Los ganaderos reclaman la ayuda de las instituciones y de las empresas privadas para que la tecnología sea un aliado de este sector. «Se ha innovado en muchas cosas, en aplicaciones informáticas, en el ovino con la sala de ordeño, que mejoró la calidad de vida pero no redujo coste laboral. Por eso reclamamos que las empresas que innovan y que trabajan en las salas de ordeño, que lo hagan en el sector ovino para que nuestras salas sean más eficientes y se esté menos horas de trabajo», argumenta el presidente de Anche.

El 50% de la jornada laboral en el sector ovino es el ordeño. Y a eso hay que añadir que las ovejas churras que pastan tienen que estar entre cinco o seis horas. Cierto es que depende de la época, en primavera no es necesario porque van a pastos, van a zonas donde hay mucha comida. «Pero en otras épocas tienen que buscar en las rastrojeras, y menos de 5 o 6 horas, nada. Y eso retrae la eficiencia de la explotación», señala.

«Nosotros solo pedimos que la tecnología ayude a mejorar la calidad de vida, que reduzca los tiempos de ordeño. Un ganadero de raza churra no trabaja menos de diez horas al día, todos los días del año», sentencia.

Desde Anche trabajan por concienciar a la población sobre la importancia de la raza churra, que es sostenible, que es la oveja que está con el medio rural, la que arraiga población en la provincia. Ahora que tanto se alude a la 'España Vaciada', los ganaderos se erigen como el sector capaz de atraer y mantener población.

Además, la oveja churra es sostenible «porque pasta los campos donde no va nadie y aprovecha los recursos naturales. Sirve hasta para limpiar los bosques. Hacen muchas labores en la naturaleza. La propia oveja es un producto natural porque son los piensos más naturales, aunque hay que complementarlos en casa. Y los abonos que produce también son naturales», concluye Mariano Paramio.

El Censo Agrario publicado este mes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) revela que Palencia cuenta con 5.960 explotaciones agrícolas y ganaderas en funcionamiento, un millar menos que en el anterior censo, que data de 2009.

En cuanto a cabañas ganaderas, funcionan en Palencia 544 de bovino y 476 de ovino y caprino (con 209.921 cabezas en total), y de las que casi la mitad están localizadas en la comarca de Tierra de Campos. Además, el censo revela que funcionan otras 91 de porcino y 53 de aves de corral.

Las explotaciones ganaderas han caído un 30% en el conjunto de España, pero a pesar de la caída, el mayor número de bovinos se concentra en Castilla y León (con casi 1,5 millones de cabezas, de ellas 67.903 en Palencia).