Palacio de Justicia de Palencia. Marta Moras

Palencia

Un exprofesor de academia asume diez meses de prisión por abuso a una menor

Llega a un acuerdo con la Fiscalía y acepta también una multa por coacciones a la víctima, una antigua alumna

Lunes, 20 de mayo 2024, 13:19

Un hombre, G. S. A. C., exprofesor de una academia de idiomas, ha llegado este lunes a un acuerdo con la Fiscalía y ha asumido en la Audiencia de Palencia una pena de diez meses de prisión por un delito de abuso sexual a una ... de sus antiguas alumnas, así como la prohibición de acercarse a menos de cien metros o comunicarse con ella por tiempo de cuatro años y la inhabilitación para el ejercicio de su profesión con menores por tiempo de seis. El acusado ha asumido igualmente una multa de 120 euros por un delito leve de coacciones.

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Los hechos se remontan al curso escolar 2020-2021, cuando el acusado impartía clases en una academia de Palencia haciéndose llamar por los alumnos como 'Romeo', circunstancia que aprovechaba para intimar con sus alumnas, de sexo femenino, «haciéndoles preguntas personales, acercándose a ellas, tocándoles el brazo o el hombro de manera intencionada o el muslo, o pasando por detrás de ellas rozándole las nalgas haciéndose el despistado». Este tipo de actitudes las mantuvo con la víctima, nacida en 2007, a quien formulaba preguntas como si tenía novio, qué clase de chicos le gustaban o qué redes sociales utilizaba, acercándose a ella más de lo normal, tocándola el hombre o el brazo y, en ocasiones las nalgas, todo lo cual incomodaba sobremanera a la niña. Llegando incluso a despedirse de ella en las vacaciones de navidad diciéndole «te voy a echar de menos, niña guapa, qué guapa estás hoy».

Tras ser despedido de la academia, el acusado siguió merodeando por los alrededores de esta a la hora del comienzo de la clase de la niña. Del mismo modo, merodeaba por el colegio en el que estudiaba coincidiendo con la hora de salida de las clases. En esas ocasiones, se dirigía a ella preguntándole que qué tal le iba, respondiéndole la niña que bien y alejándose de él, llegando en una de las ocasiones a decirle «déjame en paz y no me molestes más». También acudía a merodear a la academia donde la niña seguía actividades extraescolares.

Todo ello le ha provocado un estado de ansiedad y miedo a ir sola por la calle, alterando sus rutas habituales, cruzando semáforos en rojo a la carrera y solicitando la compañía de terceras personas, debido al estado de angustia que le provocaba el hecho de que el acusado pudiera estar vigilándola desde las inmediaciones.

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