Los estragos de la pandemia desbordan a la Asociación Salud Mental de consultas

La Asociación Salud Mental Palencia lleva desde 1991 activa y más de la mitad de su vida la ha desarrollado en su actual sede, una cesión de un local público situado en la calle Asterio Mañanós, muy cerca de la Catedral. La necesidad de un cambio ya se planeaba antes de la irrupción del coronavirus, pero el insospechado crecimiento de la demanda ha rebosado su capacidad. «Después de la pandemia, ha aumentado muchísimo a nivel de consultas y ya era insostenible», reconoce la presidenta de la asociación, Rosa María Andrés. FEAFES Palencia atiende ahora a un 30% más de personas desde que estallara la crisis sanitaria, lo que ha agravado sus problemas de espacio. «Además de la sede tenemos una sala cedida en el CEAS de Puentecillas, pero, aun así, muchas veces nos toca hacer consultas por la calle, en la cafetería, en la orilla del río…», añade Raquel Martínez, psicóloga de la asociación desde hace cuatro años. «Es horroroso para los usuarios, las familias y los trabajadores», remarca Andrés.

FEAFES Palencia realizó el pasado 30 de mayo un llamamiento general a través de sus redes sociales, con el título 'Ayúdanos a no perder los colores'. En él recalcaban su situación económica «crítica», que hacía peligrar los programas de la asociación. Las cuotas de los socios, de 30 euros anuales, no alcanzan, y de hecho algunos usuarios no pueden afrontarla. Mientras tanto, las subvenciones de la Gerencia de Servicios Sociales llegan con retraso, que la Junta de Castilla y León justifica por el cambio de Gobierno y la congelación que sufrieron los presupuestos. Para poder subsistir, la entidad ha pedido créditos y préstamos bancarios para cubrir sus gastos. «Necesitamos el dinero para pagar el salario a los trabajadores», justifica la presidenta de la asociación, Rosa María Andrés.

Afortunadamente, el llamamiento popular ha traído sus primeros frutos. La respuesta a este aviso de socorro ha sorprendido «muy gratamente» a la asociación, según constata su coordinadora, Ana Martín. La recaudación durante el primer mes ha ascendido a unos 12.000 euros. Esta cantidad comprende todo tipo de aportaciones, desde los 9.000 euros comprometidos por CaixaBank hasta los 400 euros que dará la Cofradía del Santo Sepulcro,u otras muchas de particulares. A pesar de todo, aún no es suficiente. Además de su Bizum, transferencias bancarias y donativos presenciales, desde FEAFES Palencia planean nuevas vías de recaudación. Gracias a numerosos negocios locales, la entidad está preparando una cesta solidaria, para la que esperan empezar a vender participaciones el próximo otoño.

Detrás de los números y las cuentas están todas las personas a las que FEAFES Palencia ayuda a diario, y que llegan a la asociación por distintas vías. En su página web, un mensaje anónimo publicado hace un año pedía que auxiliaran a su madre, para que pudiera de una vez por todas «vivir y no sobrevivir». El personal de la Asociación Salud Mental Palencia reconoce haber escuchado esta frase en muchas ocasiones.

«Vivir implica poder tener un proyecto de vida, tener ambición, deseo, ilusión; sobrevivir es la inmediatez constante, cómo salir de hoy», explica Marta Pérez, trabajadora social de Salud Mental Palencia. No obstante, saben que no es un proceso rápido ni sencillo, lo que hace más importante cada mínimo avance. «Escuchar de una persona que ha tenido pensamientos suicidas un 'me encuentro más enganchada a la vida' ya lo dice todo; nos queda mucho camino por recorrer, pero ahora tiene esperanzas», resalta la psicóloga Raquel Martín.

Por las puertas de FEAFES Palencia pasan usuarios de un perfil heterogéneo, que abarca todas las edades, clases sociales y diagnósticos de salud mental. A todos ellos la asociación les ofrece información, atención psicológica y acceso a sus talleres y actividades. El servicio de promoción de la autonomía personal es, junto con el programa de apoyo al empleo, el que más usuarios alcanza, en torno a 140 usuarios cada uno. La lista se completa con los grupos de ayuda mutua, las viviendas protegidas o los asistentes personales, entre otras iniciativas.

Acciones como estas ayudan a estrechar lazos entre usuarios, familias y personal de la Asociación Salud Mental Palencia. «Somos una gran familia», subraya orgullosa la presidenta, Rosa María Andrés, quien pone en valor cómo se trabaja «muy bien y en equipo, hay profesionales muy implicados y concienciados». Bien lo sabe Marta Pérez, que lleva once años en la entidad como trabajadora social: «la asociación no es solo el trabajo, es un sentimiento de pertenencia, de comunidad y de acción social», afirma.

Mientras tanto, la nueva sede está ya casi preparada. FEAFES Palencia se desplazará menos de 300 metros, hasta la esquina de la calle Ramírez con Doña Urraca. El local contará con unos 500 metros cuadrados, unas cinco veces el espacio actual, y cuenta con muebles donados por Ikea Valladolid. Desde la asociación tienen prevista su inauguración para otoño, que esperan hacerla coincidir con el Día Mundial de la Salud Mental, el próximo 10 de octubre.

La salud mental ha ganado foco desde la pandemia de la covid, ha saltado al debate político e incluso deportistas, artistas y otros rostros famosos han expuesto abiertamente sus problemas. Aun así, sigue habiendo problemas de salud mental «de primera y de segunda». Así de contundente lo asegura Marta Pérez, trabajadora social de la Asociación Salud Mental Palencia. «La depresión o la ansiedad, que están más generalizadas y que la pandemia ha agudizado, tienen una mirada más abierta por parte de la población. Sin embargo, la escucha de voces, la esquizofrenia u otras situaciones están todavía en una fase muy alejada de salir del estigma», apostilla Pérez.

El equipo de FEAFES Palencia atestigua las dificultades diarias que encuentran a la hora de conseguir bienes básicos para sus usuarios, como un domicilio o un trabajo. «Hace poco hemos apoyado a una persona para alquilar una vivienda y hemos preferido ir a pecho descubierto, declarando por adelantado que tenía discapacidad», señala Pérez. En la ambigüedad está la clave a la que tienen que recurrir: si en lugar de hablar de discapacidad, hubiesen expuesto un problema grave de salud mental, la puerta se hubiese cerrado. «Olvídate», resume la trabajadora social de la Asociación Salud Mental Palencia.

El salto generacional es clave aquí: la población joven tiende a concienciarse más sobre los problemas de salud mental, según la experiencia de Raquel Martín, e la psicóloga de la Asociación Salud Mental Palencia. «Entre los usuarios que llevo se notan muchas diferencias por la edad, desde la forma de introspección de sus emociones hasta lo abiertos que son, incluso para exponerse sin apuros o no firmar la hoja de confidencialidad», explica Raquel Martín.

Durante este curso, la entidad ha realizado charlas en torno a la salud mental en institutos de Palencia, Villamuriel de Cerrato y Venta de Baños. Solo en la capital palentina, se han impartido 196 sesiones a 1.720 alumnos de diez centros, junto con otras específicas para un centenar de profesores. «Sitios como este se han preocupado mucho de dar visibilizar y normalizar que son enfermedades como otras cualquiera», recalca la presidenta, de la Asociación Salud Mental Palencia, Rosa María Andrés.