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Las estafas informáticas aumentan el 36% en un solo año y alcanzan las 1.346Almudena Álvarez
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Lunes, 22 de mayo 2023, 00:45
Los ciberdelitos están a la orden del día. Internet se ha convertido en un mundo sin fronteras donde es fácil encontrar víctimas en cualquier momento y en cualquier lugar. Cualquiera puede ser víctima de un ciberdelito en un mundo virtual que extiende sus tentáculos por ... todos los rincones y no deja de abrir puertas y ventanas por las que se cuelan los 'malos'.
Los delitos en la red conviven con los delitos convencionales pero, en los últimos años, la escalada de los fraudes, estafas y engaños en el mundo virtual es preocupante y se multiplica cada día con nuevas modalidades, más víctimas y mucha sofisticación.
En el cómputo global de 2022, la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior contabilizó 3.598 delitos en Palencia, de los que más del 37% se produjeron por medios telemáticos. Mientras la cifra de delitos convencionales se mantiene más o menos invariable, con ligeras subidas y bajadas de unos años a otros, la ciberdelincuencia aumenta de forma exponencial. De los 3.598 delitos cometidos en Palencia en 2022, 1.346 fueron estafas informáticas, frente a las 991 cometidas en 2021 y las 570 de 2019, además de otros 117 ciberdelitos. Ello supone un incremento del 35,8% en las ciberestafas cometidas en 2022 en relación con 2021. Solo en la capital hubo 599 víctimas estafadas a través de la red en el conjunto del año pasado, 81 más que el año anterior y 304 más que en 2019.
Este incremento se explica, según la Policía Nacional, por dos factores determinantes. El primero fue la pandemia, porque la limitación de la movilidad empujó a la gente a hacer compras por Internet de forma casi generalizada, y aunque muchos clientes han vuelto a la tienda física, lo cierto es que aquel confinamiento consiguió fidelizar un tipo de hábito de consumo que va en aumento.
Ni que decir tiene que los ciberdelincuentes tienen un perfil distinto al de los delincuentes convencionales. Para empezar, tienen que tener unas habilidades informáticas bastante desarrolladas para hacer una estafa a través de la red. En general son hombres de entre 20 y 50 años y actúan en solitario, salvo que se trate de estafas muy sofisticadas elaboradas por verdaderas redes criminales, con un modus operandi claro y las tareas repartidas entre los miembros del grupo. «Pero son los mínimos», señala el subinspector de Policía José Luis López, mientras precisa que el 'hacker' suele ser un solo individuo que actúa en solitario desde una habitación de su casa, porque en este caso la ficción y la realidad se parecen.
De momento en esto de los ciberdelitos sigue sin haber paridad, y son mayoría los hombres que delinquen en la red, aunque las mujeres se van asomando al mundo virtual de los malos. De hecho, solo en el primer trimestre de 2023 la Policía Nacional identificó en Palencia a 15 mujeres ciberdelincuentes. Recientemente identificó a otra mujer de 30 años, que había realizado una estafa mediante phising-vising, a través de un mensaje de voz en el que se hacía pasar por la entidad bancaria de la víctima para advertirla de unos cargos sospechosos en sus cuenta. La víctima siguió sus recomendaciones y esta vez sí, la ciberdelincuente hizo dos cargos de 500 euros, cada uno, en su cuenta bancaria.
En cuanto a las víctimas, los delitos cibernéticos han democratizado perfiles, son hombres y mujeres de cualquier edad y situación, los señuelos se envían al azar, aunque qué duda cabe que cuanta mayor presencia y actividad se tenga en Internet más posibilidades hay de caer en un engaño.
La segunda pata en la que se apoya el incremento de la ciberdelincuencia es el continuo crecimiento del uso que se hace de las redes sociales y los medios de comunicación telemáticos, lo que multiplica las posibilidades de delinquir. «De forma que lo que antes eran delitos incipientes se ha generalizado, los delincuentes se han especializado y las víctimas han aumentado», resume el subinspector de la Policía Nacional José Luis López.
Dentro de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Palencia hay un grupo especializado en este tipo de delitos cibertecnológicos, que se está formando continuamente para estar a la altura de los delincuentes cada vez más especializados. Por una parte, como en la vida real, los delincuentes también van por delante en Internet. «Ellos inventan los delitos y la Policía se va especializando para detenerlos», explica el subinspector. «A veces es sencillo identificar a los ciberdelincuentes, pero otras veces las estafas son realmente sofisticadas y dar con ellos es muy laborioso», señala. Sin olvidar que, en la mayor parte de los casos, los 'hackers' utilizan identidades de otras personas, lo que dificulta mucho la labor de la Policía y que ciberestafas y ciberdelincuentes no se circunscriben al ámbito local. De hecho, según el Ministerio del Interior, la cibercriminalidad ya supone uno de cada cinco delitos cometidos en España.
Además, son delitos modernos que han ido suplantando a timos tradicionales como el de la 'mancha', el 'abrazo', la 'estampita' o el 'tocomocho', que se siguen produciendo pero de forma casi residual, y responden a anglicismos como 'phising', 'smishing', 'vishig', 'pharming', 'sexting', 'carding' o 'spoofing', en función de la modalidad y el medio tecnológico que empleen.
En Palencia, delitos informáticos más habituales son los que se producen en las compras 'on-line', los fraudes por correo electrónico e Internet, el robo de datos financieros o de pagos con tarjetas y las usurpaciones de identidad tecnológicas. En estos casos, los delincuentes se hacen pasar por entidades bancarias, empresas energéticas o telefónicas, de seguros, paquetería y un sinfín de servicios para estafar a sus víctimas. «Nos envían un señuelo, un mensaje por correo electrónico, un sms o un whastapp diciéndonos que ha habido un problema con nuestra cuenta o con el suministro de luz o gas y nos piden aportar determinados datos para subsanar el problema», explica el subinspector. Generalmente se aprovechan del desconcierto y de la urgencia, no dan tiempo a sus víctimas a pensar, que siguen las indicaciones y, sin quererlo, son víctimas de una estafa. «Se dan muchos casos de usurpadores que se hacen pasar por tu entidad bancaria, te piden tu número PIN, las coordenadas de la tarjeta o pinchar en un enlace. Si lo haces, estás perdido», insiste el subinspector. Pero también se utilizan otro tipo de ganchos para conseguir los datos de las víctimas, como un premio aleatorio, un paquete en camino, la herencia recibida por parte de un familiar lejano o peticiones solidarias para ayudar a los damnificados por conflictos bélicos o catástrofes naturales. Incluso últimamente se están viendo estafas a través de Bizum en las que piden a la víctima que autorice el Bizum para obtener sus datos, cuando en esta aplicación no es necesario pedir ninguna autorización para hacer un envío de dinero.
Compra fallida
En cuanto a las compras por Internet, la estafa más habitual es la compra fallida en páginas que tienen apariencia oficial pero no lo son. Aquí hay un poco de todo, señala López, desde el ciberdelincuente que ofrece un producto que nunca llega, como ha ocurrido la semana pasada con la compra de un ordenador que nunca llegó a su destino, hasta las páginas de compraventa que son falsas y después de la estafa desaparecen sin dejar rastro, pasando por compradores que reciben cosas que nada tiene que ver con lo que han comprado.
Desde la Comisaría Provincial de Policía se aconseja desconfiar de los chollos, fijarse en las páginas o mensajes que se reciben y no apresurarse en responder cuando avisan de algún problema. Y sospechar de cualquier sorteo en el que no se haya participado, no acceder a páginas web a través de enlaces incluidos en correos o en mensajes de remitente desconocido y no proporcionar nunca datos personales de la banca 'on-line' ni de las tarjetas de crédito.
También hay que tener cuidado con las falsas tiendas 'on-line', las webs fraudulentas, de apariencia similar a las oficiales, y desconfiar de las páginas que no admiten protocolos de doble autenticación y pinchar en el candado de seguridad que figura en la dirección URL para comprobar su fecha de creación.
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