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ALMUDENA ÁLVAREZ
Sábado, 4 de marzo 2023, 00:37
Será una estación de autobuses más accesible, más confortable, eficiente, segura y funcional. Habrá que esperar a los últimos meses de este año para comprobarlo en toda su magnitud, pero ya se aprecia la transformación de un edificio que lleva parado en el tiempo más ... de cuatro décadas.
Así lo aseguró la consejera de Movilidad y Transformación Digital María González Corral, que ayer visitó el edificio para comprobar el avance de las obras a las que la Junta de Castilla y León ha destinado 3,1 millones de euros. La remodelación de la estación de autobuses de Palencia, con 42 años cumplidos, se ha hecho esperar más de lo deseado para los viajeros, los trabajadores, las empresas y los conductores. De hecho, el proyecto de reforma integral del edificio estaba listo en 2019 pero tuvo que esperar a 2022 para que la obra echara a andar dentro del plan de modernización que está llevando a cabo la Junta en otras estaciones de autobuses de Castilla y León, como la de Ávila, León o Soria, y que está dotado con un presupuesto global de 35,3 millones de euros.
El proyecto de Palencia contempla la reforma integral de un edificio que se levantó en un solar del ayuntamiento junto a la estación de trenes (para facilitar el movimiento de viajeros), costó más de 128 millones de las antiguas pesetas (770.600 euros) y se inauguró en marzo de 1981. Desde su construcción, se ha ido renovando con actuaciones puntuales que han tratado de frenar el deterioro y mantener la prestación del servicio, pero urgía ya una reforma que comenzó por el interior en agosto del año pasado y tiene un plazo de ejecución de 18 meses.
De hecho, desde el exterior no se aprecia la magnitud de las obras que se están acometiendo en un edificio que tiene 10.000 metros cuadrados y está siendo objeto de una reforma total, que dejará atrás un edificio antiguo, obsoleto y envejecido, pese a los esfuerzos de la asociación que lo gestiona por mantenerlo en buen estado. El director de la obra, Javier Pablos, aseguró ayer que, una vez concluidas las obras, lo más llamativo sin duda va a ser la imagen exterior del edificio que se alineará con un entorno remozado y renovado en el que la estación de tren y el Parque de Los Jardinillos ya han rejuvenecido.
Para verlo habrá que esperar un par de meses, que es cuando se empezará a tapar el ladrillo exterior con placas onduladas metálicas, que van a dar a la estación de autobuses el acabado y la imagen final.
A la vez, se continuará trabajando por dentro y en menos de un año, la de Palencia será una estación más accesible para todos, digitalizada e informatizada, con las instalaciones totalmente renovadas por dentro, más cálidas y con más luz natural para hacer el interior más acogedor, y una envolvente exterior que busca a la vez el aislamiento térmico y la eficiencia energética. «Va a cambiar mucho», asegura el director obra, que tiene el resultado final en su cabeza.
La consejera detalló que en la planta baja se han redistribuido todos los espacios de forma que las taquillas, los puntos de información, los baños y la zona comercial estarán alrededor de un vestíbulo principal, para lograr el máximo aprovechamiento del espacio y hacer estos servicios, que además son los de uso más frecuente, «más accesibles y más cómodos a los viajeros».
Aquí estarán las taquillas de las empresas operadoras, 16 en total que ofrecen 26 líneas regulares, con un movimiento anual de 74.643 autobuses al año y 700.000 viajeros. Y la zona comercial, –que hoy se resume en un estudio de tatuaje (cerrado por las mañanas), aunque en su día hubo dos quioscos, una librería, un zapatero, e incluso una sala de juegos–, se dispondrá a lo largo de la calle Pedro Berruguete, para aprovechar su condición urbana y más integrada en la ciudad, y porque ahí también están las cafeterías. De hecho, con la reforma se mantendrán los siete locales actuales, pero se redistribuirá el espacio para hacer una especie de galería comercial y hacerlo más atractivo para los futuros negocios. Además, en el vestíbulo habrá un jardín interior para dotar al hall central de más espacio e iluminación.
Los accesos a esta planta se mantienen, pero se independizan los accesos al sótano y a la planta primera, a la que se llegará a través de un ascensor y unas escaleras situadas en el vestíbulo principal.
En la planta primera se están construyendo las oficinas, con un acceso independiente desde un pasillo central.
Sin embargo, donde se notará verdaderamente el lavado de cara de la estación será en el exterior, donde en menos de dos meses se comenzará a instalar una nueva fachada envolvente térmica y chapa mini onda de aluminio lacado que modernizarán por completo el edificio, además de contribuir de forma muy importante a su aislamiento y eficiencia energética. Asimismo, en la parte interior se prevé hacer lo propio con un revestimiento de placas laminadas metalizadas.
Por último, la zona de las dársenas se cubrirá con un cerramiento casi total «para hacerlas más confortables y que los viajeros tengan mayor seguridad en el acceso a los autobuses». Además, el acceso de los viajeros desde la campa de circulación de autobuses hacia el interior del edificio, a través de las dársenas, se hará por medio de un sistema de vídeo y audio que recibirá la señal desde varios puestos en el interior del edificio. En esta zona también se habilitará un aparcamiento reservado interior, con espacio de plazas para personas con movilidad reducida. Faltaría, para redondear la actuación, darle alguna utilidad al sótano, que tiene toda la superficie de la estación (10.000 metros cuadrados). El problema es que su adecuación requiere una adaptación urbanística, construcción de accesos incluida, y una inversión muy importante.
Con todo, la reforma no busca solo una mejora estética, sino que pretende que «todo esté informatizado y que los espacios sean más útiles y confortables para los viajeros, los trabajadores, las empresas y los conductores», sostuvo la consejera que visitó las obras acompañada por el delegado territorial de la Junta, José Antonio Rubio; la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén; el alcalde, Mario Simón o el teniente de alcalde, Alfonso Polanco, entre otros. Y aprovechó para asegurar que con la reforma integral de la estación de autobuses de Palencia, la Junta de Castilla y León subraya «su apuesta por el transporte público de pasajeros en la comunidad más extensa de España donde la población está además muy dispersa».
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