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Las bendiciones de San Isidro no surtieron efecto en el campo palentino. Y es que desde mediados de mayo, las precipitaciones han llegado a ... cuentagotas (nunca mejor dicho), lo que ha propiciado que la campaña de cereal se presente nefasta, tal y como ha sucedido con la de forraje, donde en muchos puntos de la provincia ha sido nula y, por tanto, deficitaria. Las cosechadoras, principalmente en el sur de Palencia, ya empiezan a engrasarse porque se estima que en diez días estén en funcionamiento para recoger el trabajo de todo el año. Demasiado pronto.
En el corazón del cereal en la provincia de Palencia, el Cerrato y el sur de Tierra de Campos, las organizaciones agrarias estiman que la recogida de cereal mermará alrededor de un 30% respecto a una cosecha normal. «Donde está gran parte de la producción del cereal en la provincia, la situación meteorológica ha dado al traste con unas previsiones muy positivas que teníamos y la cosecha va a quedar muy corta. Donde no ha llovido nada, va a ser un año muy malo», apunta el presidente de ASAJA Palencia, Honorato Meneses.
El Consejo Agrario Provincial ha establecido las bases reguladoras para la concesión de subvenciones por valor de 64.410 euros para la realización de inversiones de interés agrario colectivo en la provincia. Esta cuantía se ha obtenido una vez finalizado el proceso de liquidación del patrimonio de la extinta Cámara Agraria Provincial. Las subvenciones irán destinadas a la adquisición de maquinaria o para infraestructuras.
En la misma línea se muestra el resto de organizaciones agrarias. «Una gran parte de secano, la que se sitúa en las zonas limítrofes con la provincia de Valladolid, se da por perdida con una cosecha muy mala. Es verdad que con las últimas lluvias, el Cerrato tendrá un 50% de la cosecha y no será un año nefasto. Más al norte de Palencia, el secano no ha sufrido tanto y será un año normal, aunque el cereal no es el cultivo predominante en esa zona», señala Raúl Aparicio, secretario general de UPA Palencia. «No va a ser una cosecha muy buena. Al final ha faltado agua después de San Isidro. Esa escasez va a propiciar que el grano no coja el peso específico adecuado. En las sementeras tardías, el año va a ser más complicado. Lo que se sembró pronto puede dar algo, pero las tardías van a salir perjudicadas», agrega el responsable de COAG en Palencia, David Tejerina.
La mala campaña del cereal la edulcora ligeramente las zonas de regadío, donde los datos son más positivos. La escasez de precipitaciones se ha paliado con el agua embalsada de los pantanos, que actualmente reflejan datos positivos. «Se necesitan 6.000 litros por hectárea y se van a repartir 5.000. Al final pasarán una pequeña necesidad, si no llueve. Con lo que no se salva es con 3.000 litros. En zonas de secano no se ha llegado a esos 3.000. En el sur de la provincia ha caído muy poco. En muchos puntos, no habrá llegado ni a 1.000 litros», lamenta Aparicio, que centra el problema en las escasas lluvias. «En abril había llovido en casi todos los sitios y el cereal se había recuperado algo, pero después de San Isidro, en muchos sitios, no ha 'caído' casi nada», continúa.
«En el regadío, la campaña será positiva. Hemos tenido el suficiente agua para sacar adelante los cultivos. En una provincia deficitaria de agua como Palencia es importante haber sacado los cultivos de regadío. La zona norte, como ha llovido en los últimos días, tendremos una cosecha normal, pero en el sur, va a ser un año catastrófico», desgrana Meneses, que sigue el mismo guion que Tejerina. «En el regadío es un año bueno. No ha faltado agua. Teníamos agua en los embalses y el tiempo está acompañando», afirma el responsable de COAG.
Viendo los números que ofrecerá la campaña de regadío, las tres organizaciones agrarias abogan por apostar por la modernización de los cultivos y lograr más hectáreas de regadío. «Esto pone de manifiesto que se necesita regadío. Así lo hemos transmitido en el Consejo Agrario, que necesitamos que se modernice el regadío, porque el futuro de al agricultura pasa por él. Vienen ciclos más seguidos de malas cosechas por las sequías. Y al final los del regadío salvan las campañas», apunta Tejerina. «El regadío trae riqueza y asegura las cosechas. Las explotaciones que tienen regadío modernizado tienen asegurada la cosecha, a no ser que no haya agua embalsada, como sucedió hace dos años», apostilla Aparicio. «En la situación en la que estamos es primordial modernizar los regadíos lo antes posible», prosigue Meneses.
Un claro ejemplo de lo que puede aportar una infraestructura de regadío se ha puesto de manifiesto con las campañas de forraje. En las zonas de secano, el año ha sido deficitario, siendo inexistente la segunda recogida, mientras que en las que el agua ha inundado las tierras, ha sido muy buena. «El segundo corte de las alfalfas de secano está perdido. El primero ha sido muy mediocre, al rondar los 1.400 kilos por hectárea y no va a haber segunda recogida. Deberíamos estar hablando de producciones de alfalfa en torno a los 3.000 o 4000 kilos por hectárea, como ha sucedido con el regadío», concluyó Tejerina.
Ni tan bien como el año pasado, ni tan mal como hace dos. Así se puede resumir el estado de los cinco embalses de la provincia, que el pasado lunes reflejaba un 66% de su capacidad. Una cifra inferior a la de la temporada pasada por estas mismas fechas, cuando superaba el 83% y muy superior cuando la sequía amenazaba para la época estival en el 2017 (40%).
A pesar de una primavera seca, las últimas nevadas en el mes de abril han servido para que las montañas almacenasen agua y retrasasen el deshielo, lo que ha propiciado que algunos embalses de la provincia tengan una tendencia al alza como el de Compuerto, Camporredondo y el de Cervera. De esta forma, los tres pantanos del sistema del Pisuerga y los dos del Carrión almacenan actualmente 326 hectómetros cúbicos, por los 406 que registraba la provincia hace un año.
Este agua almacenada asegura la campaña de riego para los meses de verano. «No estamos en la situación de hace dos años, cuando no había agua. Si no llueve, no tendríamos problemas hasta finales del mes de agosto», apunta Raúl Azpeleta, secretario general de UPA Palencia.
Un estudio más detallado revela que el sistema del Carrión cuenta con dos pantanos, Camporredondo y Compuerto, que suman una capacidad total de 165 hectómetros y que ahora almacenan 128 entre los dos. En cuanto a los pantanos del sistema del Pisuerga, el más importante de toda la cuenca es el de Aguilar, que tiene una capacidad de 247 hectómetros cúbicos y ahora acumula 140. El de La Requejada cuenta con 47 de los 65 que caben y el de Cervera, al igual que el año pasado, está prácticamente lleno, con los 10 hectómetros que puede acumular como máximo.
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