El equipo socialista mantiene el proyecto de cámaras y elevación de las calzadas

El Ayuntamiento de Palencia ha comunicado que el Estado ha confirmado la recepción de una subvención de 2.966.744 millones de euros correspondiente a la segunda convocatoria del programa de ayudas a municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones y la promoción de modelos de transporte alternativo al uso del vehículo a motor. Esta directriz comunitaria se enmarca en la denominada Agenda 2030, que partidos como el PP y el PSOE han incorporado a sus modelos de desarrollo urbano para los proximos años.

En este sentido, la oncejala de Impulso Económico, Judith Castro, que ha asumido las competencia de gestión de los fondos europeos (en el anterior mandato estaban en manos del entones teniente de alcalde, Alfonso Polanco) ha subrayado que «la obtención de estos fondos Next Generation de la Unión Europea, gracias a la gestión del Gobierno de España, contribuyen a que podamos conseguir el objetivo de hacer una zona más agradable para el paseo y disfrute de los ciudadanos, así como para fomentar la reactivación económica de la zona centro, tanto del comercio como de la hostelería».

Judith Castro ha explicado también que se trata de una actuación que coincide con los planteamientos del PSOE de hacer una ciudad más accesible, atractiva y amable con los peatones, pero que no renuncia al uso del vehículo particular, dado que las actuaciones proyectadas no suponen la peatonalización de ninguna calle. «Es un modelo similar al que ya se ha llevado a cabo en otras calles del centro, como en los entornos de Antonio Maura. Las calzadas se elevan al mismo nivel de las aceras, pero no se cierran al tráfico, que va a seguir pasando, aunque habrá que adecuar la velocidad», manifestó la edil.

La concejala señaló que esta medida beneficiará en gran medida a sectores como el comercio y la hostelería a la hora de programar eventos especiales en las calles del centro de la ciudad, como la Showpping Night, el día de compras en la calle o la celebración de las fiestas», indicó la edil.

La concejala restó también dramatismo a la parte del proyecto que implica la colocación de cámaras de vigilancia del tráfico a en todas las calles que permiten el acceso al casco histórico de la ciudad, dado que esta amplia zona céntrica es la que se recoge en la definición del Ayuntamiento como zona de bajas emisiones. «No tiene que haber alarma. Ya hay cámaras en muchas calles de la ciudad, desde hace años. No se van a usar para cerrar las calles al tráfico, porque no es nuestra idea. Se trata de un sistema de control y vigilancia y para que pueda tomarse alguna medida, primero tiene que elaborarse un reglamento. Ya digo que hay muchas calles con cámaras y no creo que a ningún vecino le haya supuesto algún problema», manifestó la concejala.

Según se recoge en la resolución, las actuaciones que se financian hasta un máximo del 90% de los coste, deben estar ejecutadas y puestas en marcha en junio de 2025. La falta de ejecución en el plazo concedido que no haya podido justificarse dará lugar a la pérdida de la subvención y a la obligación de reintegro de las cantidades ya percibidas.

La iniciativa de mayor envergadura es precisamente la destinada a definir las Zonas de Bajas Emisiones mediante la instalación de un sistema de control de accesos al área urbana delimitada. Se pretende tener un control y vigilancia de los accesos de vehículos al ámbito de las bajas emisiones, con el objetivo de paulatinamente ir reduciendo la intensidad del tráfico rodado en un 20%, con el fin de rebajar tanto la contaminación ambiental como la sonora.

Se pretende instalar un sistema de control de accesos mediante cámaras, basándose en la experiencia que ya se tiene de vigilancia en las calles peatonales adyacentes a la Calle Mayor. Además, se establecerán medidores de calidad del aire. Se creará un sistema de control, desde el que se dará cumplimiento a posibles restricciones de paso que se establezcan en el futuro, aunque el objetivo no es impedir el tránsito de vehículos sino reducirlo mediante medidas como el fomento del transporte público, la rebaja de la velocidad, la semipeatonalización de calles y la creación de estacionamientos disuasorios. Para esta actuación, el Ayuntamiento recibirá de los fondos europeos 1.283.029 euros.

La segunda de las cuatro medidas recogidas en la memoria del Plan para la Implantación de Zonas de Bajas Emisiones es la dirigida al fomento del uso de la bicicleta como transporte alternativo, para la que se recibirán 457.015 euros, destinados directamente a la extensión de la red de aparcamientos para bicicletas de carácter inteligente y dotados con medidas de seguridad. En estos momentos, la ciudad cuenta con cinco de estos aparcamientos, en San Pablo, Pío XII, Derechos Humanos, Isaac Peral, y La Yutera. Con el nuevo proyecto se pretende instalar once de estos puntos seguros de aparcamiento de bicis, distribuidos por toda la ciudad. Solo uno se ubicará en el casco histórico, en los entornos de Becerro de Bengoa.

En la memoria se plantea como modelos de peatonalización de calles, aunque la previsión del Ayuntamiento no es en principio restringir el paso de vehículos por estas céntricas vías, sino reducirlo y rebajar la velocidad con la que se circula.Se plantea un modelo de intervención similar al desarrollado en la calle Mayor Antigua, con elevación de la calzada al mismo nivel de la acera, la instalación de un pavimento descontaminante y la colocación de arbolado en toda la zona afectada. Así, la velocidad permitida se ve también reducida, con el fin de que los peatones y los vehículos coexistan con seguridad, siendo los primeros quienes tendrán preferencia.

El primero de los proyectos, para el que se han conseguido 677.700 euros, comprende un amplio tramo de calles céntricas que comienza en la calle Burgos, a la altura de San Lázaro, para continuar por Don Sancho, los Cuatro Cantones y La Cestilla hasta la plaza de Isabel la Católica. Este espacio recibirá el mismo tratamiento urbanístico, que continuará desde ahí por las calles Menéndez Pelayo y Antonio Maura hasta la plaza de León.

El cuarto de los proyectos (549.000 euros) supone la continuación de algunas de las actuaciones desarrolladas en los últimos años, ya que incluye parte del entorno de la plaza de Cervantes, en donde ya se ha actuado previamente, y también otro tramo de la calle Mayor Antigua. Desde la plaza en la que se sitúa el Palacio del Obispo, hasta el punto en el que finaliza el edificio de la Catedral.