Los empleado de Cascajares, frente a su lugar de trabajo mientras los bomberos siguen trabajando. Alberto Mingueza
Incendio en Cascajares

«Tenía que entrar a trabajar a las 6 y aquí estoy, viendo arder mi empresa»

Decenas de empleados observan impotentes como su lugar de trabajo se reduce a cenizas mientras los bomberos ya no pueden hacer nada para salvar la nave

Marco Alonso

Valladolid

Jueves, 26 de enero 2023, 14:58

Las llamas aún salían del almacén de embalaje de la fábrica de Cascajares y ahí permanecían decenas de personas mirando el fuego, casi hipnotizadas, sin pronunciar una palabra, hasta que una de ellas rompió el silencio. «Tenía que entrar a trabajar a las 6 y ... aquí estoy, viendo arder mi empresa», saltó una mujer, que después se presentó como Isabel Herrero, operaria de producción con diez años de antigüedad en Cascajares. Las personas que estaban junto a ella eran sus compañeros, con los que debía compartir la jornada laboral, quienes recibieron un mensaje por Whatsapp en el que se les anunció el suceso. «Nos han avisado para que no viniéramos. ¿Pero cómo no vamos a venir?», se preguntaba Isabel, una madre de 50 años a la que el fuego ha calcinado su forma de vida y que solo encontraba consuelo en que su marido trabaja. «El problema es la incertidumbre que te crea algo así. No sabes qué va a ser de ti ni de tus compañeros», explicaba.

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Las caras de preocupación de los trabajadores reflejaban los dramas que hay detrás de un suceso como este, que ha reducido a cenizas una fábrica en la que trabajaban 72 de personas. Otra de las afectadas, Laura López, hablaba con la voz quebrada sobre lo que supone este fuego para ella, que lleva 17 años en la empresa, desde que abrió la planta de Dueñas. «Cuando he leído el mensaje me he quedado impactada. No me lo quería creer y he venido a ver qué había pasado. Al darme cuenta de que se ha quemado toda la planta me he derrumbado», explica Laura, quien añade que el incendio ha llegado en un momento de expansión para la empresa. «Estaba habiendo una ampliación para aumentar la producción porque la fábrica iba bien», afirmaba esta veterana empleada de Cascajares.

Entre el grupo de trabajadores afectados también estaba Sergio Gutiérrez, que forma parte de la familia de Cascajares desde hace ocho años. «Tenemos una sensación de impotencia. Estamos expectantes, veremos qué decisiones se toman, pero tengo confianza en que la empresa salga adelante. ¿Si otros lo han conseguido, por qué Cascajares no lo va a hacer?», se preguntaba este joven empleado, que quiso destacar el sentimiento de unión ante la adversidad de los trabajadores. «Estamos toda la plantilla en bloque viendo cómo los bomberos hacen su trabajo. Nosotros no podemos solucionar nada, pero estamos juntos en un momento tan complicado para todos», concluye Sergio Gutiérrez en un testimonio que podría suscribir cualquiera de los empleados que han acudido a un lugar de trabajo al que esperan regresar «lo antes posible».

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