Secciones
Servicios
Destacamos
almudena álvarez
Lunes, 28 de febrero 2022, 07:19
Colchones, somieres, lámparas, sillas, sofás, camas, armarios, televisores, lavavajillas, vitrocerámicas, módulos de cocina. Parece el anuncio de una tienda de muebles, pero es la realidad que se encuentran cada día en las calles de Palencia los operarios del servicio de limpieza. «A veces nos encontramos ... con verdaderas mudanzas, dormitorios enteros y cocinas completas tiradas al lado de los contenedores de la basura», afirma Luciano Crespo, uno de los operarios de Urbaser, que se encarga cada día de recoger enseres domésticos, trastos varios y bártulos de todo tipo que se dejan tirados en la calle.
«Casi siempre sin avisar», apunta el gerente de Urbaser, Julio Gancedo. Y aporta el dato: «en 2021 retiramos 30.330 objetos voluminosos depositados de forma irregular junto a los contenedores». Más de 30.000 enseres domésticos de los que los palentinos se deshicieron de manera irregular, contribuyendo a ensuciar y afear las calles y con riesgo de sanción, entre 601 y 1.500 euros por «abandonar muebles, enseres o cualquier otro elemento similar en los espacios públicos», tal y como recoge el reglamento municipal que prohíbe depositar en los espacios públicos muebles y enseres (artículo 34).
Algo que no se entiende cuando existe un Punto Limpio, donde se recogen todos estos enseres, y Urbaser presta un servicio diario programado para la recogida de trastos, que lo pone muy fácil cuando es complicado desplazarse al Punto Limpio o cuando los objetos son muy voluminosos. El número de teléfono 979 712 526 atiende –de lunes a viernes– a los vecinos que desean deshacerse de sus enseres, y lo único que hay que hacer es avisar de lo que quieren tirar y dejar los bártulos donde le indiquen desde Urbaser para pasar a recogerlos y que estén el menor tiempo posible en la calle. «Un servicio diario y gratuito que se usa muy poco», afirma Gancedo, ya que en 2021 solo se recogieron 3.932 enseres programados a través de ese aviso telefónico.
O lo que es lo mismo, de los 34.262 enseres que Urbaser recogió en 2021, solo 3.932 se programaron por teléfono y el resto, 30.330, se abandonaron en la calle. «Esto desborda nuestras posibilidades», reconoce Julio Gancedo. Porque es imposible planificar la recogida, supone un esfuerzo y un coste extra, e impide mantener la ciudad limpia.
El origen puede estar en el cambio de hábitos en la compra, porque cada vez se consume más, se renueva más y se tira más. También influye el incremento de la compra 'on-line', ya que cuando se compra por Internet el cliente tiene que deshacerse del trasto viejo por su cuenta y al final acaba junto al contenedor. Aunque, también ocurre que, aun comprando en tienda física, el comercio no lo recoge, porque no se les permite depositarlo en el Punto Limpio. Sea por las razones que sea, el caso es que la cantidad de enseres domésticos abandonados en la calle crece cada año y aunque no hay una estadística, las cifras de 2021 (34.262) distan bastante de las de 2017, año en el que Urbaser recogió 19.591 enseres, 2.361 de forma programada y 17.230 abandonados en la calle.
«Es tal la cantidad que algunos días sabemos que no nos va a dar tiempo a recoger más trastos y tenemos que pedir a la gente que nos llame al día siguiente porque estamos desbordados», insiste Gancedo, que apela al civismo y al sentido común.
«No les decimos que no lo dejen en la calle, les pedimos que nos avisen para programar la recogida», insiste. Hasta se han colocado pegatinas en los contenedores con el número de teléfono para hacer la recogida. «Que lo usen, que nos llamen para organizar la recogida y mantener la ciudad limpia y aseada», reitera. Para dar respuesta a este incremento, el servicio de recogida, que hace poco más de dos años, se limitaba a dos días a la semana, ahora se presta todos los días, de 22 horas a las 12 de la mañana y por las tardes, los lunes y jueves de 15 a 17 horas.
«Eso sí, limitamos a tres la cantidad de objetos que se pueden dejar, porque a veces te encuentras con toda una mudanza», apunta Gancedo.
«Es impresionante», añade Luciano Crespo, que está acostumbrado a echar a su camioneta somieres y colchones, ruedas, muebles enteros y por partes, sillones, sillas, juguetes, puertas y «todo lo que te puedas imaginar». Un día cualquiera, Luciano Crespo tiene en su ruta diez paradas programadas, pero sabe, que en el turno tendrá que ampliar su radio de acción porque entrarán las llamadas de otros compañeros o de la Policía Local para que acuda a otras recogidas.
A veces, ni siquiera hace falta una llamada, porque conocen «los puntos negros» donde es habitual encontrarse neumáticos, colchones o un montón de televisores. El poligonillo, el polígono de San Antolín, Francisco Vighi, Fernando el Magno, la calle Galicia o la Avenida de Asturias, enumera Javier Fernández, uno de los encargados de Urbaser. «Hay zonas en las que todos los días hay algo. Y sobre todo los fines de semana», añade. «Y hay días que te encuentras ocho colchones en el polígono», corrobora Crespo, acostumbrado a ampliar el radio de acción que le marca la hoja de avisos diarios, a los sitios donde habitualmente se abandonan enseres. Él ya tiene asumido que tendrá que subir y bajar de su camioneta más veces de la cuenta.
«No os imagináis los sofás que recojo», señala. No faltan tampoco los espontáneos que le ven con la camioneta y le piden que espere un momento para bajarle un colchón. A veces, las menos, cuando llega al punto del aviso ya no hay nada porque «a alguien le ha interesado». Hay gente incluso, que le pide que les guarde los muebles que están en buen estado para tratar de restaurarlos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.