Terminó la carrera en junio del año pasado y ese mismo mes ya comenzó a trabajar en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid. Primero en Endoscopias y actualmente en Urgencias, «donde nunca había estado». Este jueves tenía día libre y no era para menos, ya ... que fue invitada a la Diputación de Palencia para recibir el premio extraordinario fin de carrera en la Escuela de Enfermería Dacio Crespo, que pertenece a la institución provincial. El suyo fue el mejor expediente de su promoción, que arrancó en el curso 2019-2020, coincidiendo con la irrupción de la pandemia. Su nota media, un 8,589, la convierte en la mejor alumna de su curso.
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La burgalesa Sandra Ruiz Martínez ya es un poco palentina. Hace seis años se trasladó hasta la capital del Carrión para estudiar el módulo de Dietética en el López Vicuña. Una vez concluidos estos estudios, comenzó el grado en Enfermería, donde ha destacado durante estos cuatro años. Ha hecho prácticas en el centro de salud Pintor Oliva, en el Hospital San Telmo, donde estuvo en quirófano, y en el Río Carrión.
«En Enfermería, hasta que no llegas a las prácticas, no ves realmente lo que es. Tienes que empezar a tratar con los pacientes, para saber si realmente te va a gustar o no», señala Sandra Ruiz, que lleva ya trabajando ocho meses en esta profesión que tanto le gusta. «Sin duda alguna, hay que apostar por la Enfermería. Yo creo que ahora mismo no está muy apoyada, pero sin esta profesión no se puede estar. Los enfermeros no tenemos unas condiciones tan buenas como podríamos tener. Necesitamos empleo más estable», demanda.
El premio extraordinario fin de la carrera de la Diputación conlleva una recompensa económica de 1.200 euros, que aún no ha decidido en qué va a gastar, pero que «lo dejaré apartado y ya encontraré un plan ahora o en verano», admite. Este galardón que reconoce su esfuerzo le pilló completamente de improviso. «Me tuvieron que avisar por teléfono porque yo no me había enterado. Lo he recibido con mucha alegría, pero no por mí, sino por los que han estado conmigo, la familia y los amigos», explica la burgalesa.
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Siempre tuvo claro que no se iría de Castilla y León para formarse académicamente. «Soy de Burgos, pero Palencia ha sido mi segunda casa», sentencia esta enfermera, que hizo su trabajo de fin de grado sobre la lactancia materna. »Siempre me ha gustado mucho. Quién sabe si me especializaré en matrona», agrega.
«Esfuerzo y vocación». Así resumió la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén a Sandra Ruiz. «Representa las dos cosas y también el compromiso de la juventud ante una profesión completamente vocacional». «Estamos demandantes de la vocación sanitaria y del compromiso y Sandra ha logrado una nota estupenda, que se merece este premio extraordinario, que lleva tiempo otorgando la Diputación», añade la dirigente de la institución provincial, quien quiso recordar que «estamos siempre en manos de los sanitarios».
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