La empresa de la ORA en Palencia habilitará un sistema para medir el tiempo en la carga y descarga

Dornier ha ofrecido al Ayuntamiento de Palencia un canon anual de 555.121 euros, con impuestos incluidos. Es decir, esta es la cuantía que percibirá al año la gestora del servicio y que se detraerá de la recaudación que se obtenga por los tiques expedidos tanto en los parquímetros como a través de la aplicación informática (Telpark). Esto supone que el precio total de la concesión superará los dos millones de euros cuando finalice el contrato, siempre que se apruebe el año de prórroga, circunstancia que suele producirse de forma habitual.

Como mejora, Dornier ha incluido en su oferta que todo el dinero que se recaude durante el primer año y que exceda de la cuantía establecida en la memoria del contrato pasará a engrosar las arcas del Ayuntamiento. Asimismo, el porcentaje que se llevará el Consistorio de ese excedente será del 98% en el segundo año; del 96%, en el tercero, y del 94%, en el cuarto, en el caso de una eventual prórroga.

Y aunque en general, las condiciones del servicio serán las mismas que se venían aplicando hasta ahora, también se incluyen importantes diferencias en algunos aspectos colaterales. Por ejemplo, a partir de ahora, el servicio de la ORA no está obligado a contar con una grúa, como sí ocurría anteriormente, dado que el Ayuntamiento ha sacado a licitación por separado este servicio de retirada de vehículos.

Lo mismo ha ocurrido con los aparcamientos disuasorios. En el contrato anterior, la empresa adjudicataria también estaba obligada a asumir la gestión del aparcamiento situado en la antigua Estación de Pequeña Velocidad, que tiene sus propias tarifas, diferentes a las de la Zona Azul y un sistema de organización completamente distinto.

Ahora, el Ayuntamiento ha deslindado este aspecto en dos contratos diferenciados, que se licitan por separado. Es decir, la ORA ha llevado su propia tramitación, resultando la empresa Dornier de nuevo la adjudicataria, y por otra parte, se ha abierto también una concurso para la concesión del servicio de gestión de los aparcamiento disuasorios, en el que se incluyen tanto el de la Estación de Pequeña Velocidad, como el situado junto a la estación de trenes. Este procedimiento se encuentra en licitación y por primera vez se unen en un mismo pliego los dos aparcamientos, ya que el de la estación ferroviaria hasta ahora se había contratado en solitario.

Sin embargo, la novedad más importante en el nuevo contrato de la ORA es la obligación que se impone a la adjudicataria de controlar también el tiempo de estacionamiento en las zonas de carga y descarga que se encuentren ubicadas dentro del ámbito del aparcamiento regulado. Esto no quiere decir que los distribuidores, repartidores, comerciantes u hosteleros que tienen autorización para utilizar las plazas de carga y descarga vayan a tener que pagar por estacionar en estos sitios reservados, sino que sí estarán sometidos a control de tiempo.

Todavía no se ha definido cómo se implementará este sistema de vigilancia, puesto que puede ser mediante una aplicación informática o incluso mediante la instalación de parquímetros similares a los de Zona Azul, aunque no tendrían que introducirse monedas.

El objetivo, según ha explicado la concejala de Tráfico, Carolina Gómez, es garantizar la rotación real en las plazas de carga y descarga y evitar algunas situaciones de picaresca que se vienen produciendo y que están causando malestar entre muchos de los usuarios, que han presentado numerosas quejas por la ocupación continua de estos espacios por algunos vehículos. «Las plazas de carga y descarga no son privativas de nadie, pero hay casos en que a veces lo parece, porque algunos vehículos las utilizan como aparcamientos particulares, y eso no puede ser. Con estos sistemas de control eso ya no va a ser posible, porque se podrá saber cuánto tiempo lleva un vehículo determinado en la carga y descarga», explica la concejala, quien recalca que no hay ningún fin recaudatorio en la medida, puesto que no se pagará por el estacionamiento, sino únicamente de control de tiempo.

«Aparcar en la carga y descarta tiene un fin muy concreto y por lo tanto el estacionamiento es limitado. Se dan muchos casos de quejas después de recibir una multa en la se intenta justificar que solo se llevaba aparcado unos minutos. Cuando entre en funcionamiento, ya no habrá dudas ni picaresca. Se sabrá cuánto lleva porque estará registrado», explica la concejala. Carolina Gómez indica además que la vigilancia directa de estas plazas de carga y descarga no recaerá en los controladores de la ORA, sino que la única autorizada para sancionar en estos casos es la Policía Local, como viene sucediendo hasta ahora.

«La empresa lo que va a hacer es implementar el sistema informático o los parquímetros, o la aplicación que se use, para que la puedan utilizar los usuarios autorizados, y será la Policía la que pueda poner una multa si entiende que se está haciendo un uso indebido de esas plazas de aparcamiento restringido», señala la edil.

El pliego de condiciones del nuevo contrato establece además que debe ser la concesionaria de la ORA la empresa encargada de gestionar también la concesión de esas autorizaciones, mediante el sistema que se crea oportuno, para lo que deberá disponer de los medios e instalaciones adecuados.

En estos momentos, el número de plazas de aparcamiento en zonas de carga y descarga que se ubican en las calles en las que funciona la ORA es de 114, a las que hay que sumar otras 19 situadas en vías peatonales o de tráfico restringido (Ignacio Martínez de Azcoitia, Valentín Calderón, Los Soldados, Obispo Nicolás Castellanos y Becerro de Bengoa).

Por su parte, el número total de plazas de aparcamiento reguladas en la ciudad de Palencia se eleva a 1.752, que se distribuyen en dos zonas divididas en seis sectores. La primera de estas zonas corresponde a los barrios del centro de la capital (Centro, San Miguel, La Puebla y San Pablo) y la otras se ubica en los entornos del parque del Salón y la plaza de España.