Palencia

La empresa de limpieza alerta del aumento de enseres tirados en la calle

Son poco más de tres meses los que la nueva empresa lleva al frente del servicio de limpieza y ya ha podido comprobar que uno de los principales problemas ambientales y de deterioro de la imagen estética de la ciudad viene provocado por el comportamiento incívico de muchos ciudadanos, que utilizan la vía pública como si de un punto limpio o incluso una escombrera se tratase.

No importa que se trate de actuaciones totalmente prohibidas y, por lo tanto, sancionables, los desechos que diariamente se acumulan junto a los contenedores de basura poco tienen que ver en muchos casos con los residuos domiciliarios que deben arrojarse en los diferentes recipientes.

Y son muchos, porque el breve espacio de tiempo que lleva la nueva empresa de basuras ya tiene registrada una media de entre 500 y 600 enseres voluminosos al mes depositados de forma irregular fuera de los contenedores de basura, o en algunos espacios periféricos de la ciudad que se están convirtiendo en vertederos incontrolados.

Se puede encontrar de todo, desde electrodomésticos de pequeño formato hasta grandes muebles como armarios completos o sofás. No importa el tamaño o el lugar de la ciudad, puesto que este tipo de objetos voluminosos aparecen arrojados en la vía pública de forma continua.

Esta incívica forma de actuación se está convirtiendo en un verdadero quebradero de cabeza para la empresa de limpieza, que tiene que mantener activa una brigada para este tipo de recogidas extraordinarias en cada uno de los turnos de trabajo, «y aun así, no podemos lograr que la ciudad parezca limpia», lamenta Silvia Pérez, jefa de Servicio de la UTE FCC-Acciona para la recogida de basuras en la ciudad de Palencia.

«A pesar de los esfuerzos que se están haciendo, del plan de choque que nos ha pedido el Ayuntamiento para conseguir que la ciudad vuelva a ser una de las más limpias de España, resulta muy complicado si continuamente se arrojan todo tipo de enseres a la calle sin ningún tipo de aviso. Así no se puede programar nada», explica la responsable de la concesionaria de limpieza urbana.

«Hay muchos días que nuestros encargados reciben veinte o treinta avisos por enseres. Los hacen nuestros propios barrenderos, pero también la Policía Local o el ingeniero municipal, que también nos envía muchas fotos cuando ve algo que no está en orden», abunda Silvia Pérez, quien reclama una mayor concienciación ciudadana para evitar que el problema siga creciendo sin control.

Por ello, desde la empresa se recuerda que existe un teléfono gratuito (900 102 886) que permite a los ciudadanos programar con el servicio de limpieza la retirada de cualquier objeto o material voluminoso que se tenga en casa y que no se pueda depositar en el contenedor.

En estos momentos, se pueden fijar citas de lunes a viernes, simplemente con llamar a este teléfono. Basta con decir que se quiere depositar un objeto y la empresa fijará la hora más conveniente para sacarlo a la calle, junto al contenedor más próximo al domicilio.

«El problema es que la mayor parte de los objetos que se sacan se hacen de forma incontrolada, porque de los 600 mensuales que recogemos, a lo mejor, solo un centenar han sido mediante avisos. De esta forma vamos prevenidos, y se retiran de forma urgente, casi en el mismo momento en el que dejan, porque nosotros les indicamos cuál es la hora más conveniente. Así, la basura está el menor tiempo posible en la calle y no perjudicamos la imagen de la ciudad, pero si no avisan, hasta que lo detectamos y podemos programar la recogida pasa algún tiempo», explica Silvia Pérez.

Desde la UTE FCC-Acciona se recuerda también que los enseres domiciliarios deben ser trasladados por los particulares al Punto Limpio municipal, pero reconoce que en muchos casos al ciudadano no le resulta posible debido a su volumen, la imposibilidad física o la incompatibilidad de horarios, por lo que se ofrece el servicio de recogida si se solicita previamente a través del teléfono.

No se ha establecido ninguna normativa que regule este servicio, aunque para su organización interna, la empresa permite para cada llamada el depósito de tres de estos enseres si son de tamaño pequeño o dos objetos si son voluminosos. «No tenemos nada escrito que lo regule, ni tampoco podemos comprobar si un ciudadano podría o no llevarlo por su cuenta al Punto Limpio. Simplemente, recogemos lo que nos solicitan, aunque con una serie de condiciones. No podemos retirar los residuos de las empresas, que deben tener contratado su gestor particular, y, por supuesto, tampoco los residuos de una obra que se hace, por ejemplo en una casa, que para eso hay que tener contratado un contenedor o recogerlo de forma particular», señala Silvia Pérez.

La jefa de Servicio de la concesionaria de limpieza explica también que se están encontrando en estos meses con un problema añadido de depósitos irregulares de residuos procedentes de la actividad empresarial. Según explican desde la UTE se están detectando numerosos casos de vertidos incontrolados en los extrarradios de la ciudad, en los que resulta evidente apreciar que son restos procedentes de algún tipo de empresa o industria. «Ningún particular te deja una noche treinta puertas junto a un contenedor y un montón de restos de madera serrados. Está claro que proceden de alguna carpintería. O tampoco es normal que alguien tire de repente 25 neumáticos viejos o que lleguemos a recoger de diez a veinte colchones a la semana», explica la responsable de la empresa, quien señala que en algunos caminos de la periferia se están encontrando auténticas escombreras o montañas de restos procedentes de las reparaciones de vehículos. «Es incontestable que en algunos casos se trata de algún taller, que prefiere tirar a la calle antes de contratar un gestor de residuos homologado, como es su obligación. Pero también hay carpinterías y sobre todo colchonerías, porque hemos podido acreditar que alguna de estas empresas está detrás de todos esos colchones viejos que te encuentras tirados por cualquier sitio», indica.

«Claro que puede haber sanciones, pero eso no nos corresponde a nosotros, sino al Ayuntamiento, que es quien tiene la competencia. Las empresas están obligadas a tener contratados sus gestores autorizados para el tratamiento de los residuos, e incluso en algunos casos, en el precio ya se incluye la tasa por el tratamiento del objeto que se renueva, como pasa con los colchones, pero lo que no es normal es que nos los encontremos a diario como parte del mobiliario urbano», concluye Silvia Pérez.