Los empleados de Siro mantienen la esperanza de que la galletera salga adelante

Los trabajadores de la planta continúan esperando una solución definitiva y un comunicado tanto por parte de la empresa como del Ministerio y de la Junta, pero mientras llega, mantienen aún la esperanza de que la galletera saldrá adelante. «Personalmente tengo esperanza en que el Ministerio y la Junta nos den una solución a todo esto. Se pidió un aplazamiento para poder hablar con los posibles inversores y reconducir esta situación. Llevo más de 30 años trabajando aquí y no he perdido la esperanza de que nos van a ayudar», añade.

Los trabajadores de la planta siguen expectantes a lo que se pueda anunciar durante los próximos días, agregando que están listos para luchar por su trabajo y reivindicarse donde y las veces que haga falta. «Entre los compañeros estamos todos unidos y pensamos que esto va a seguir adelante. Nos reivindicaremos donde tengamos que hacerlo y lucharemos por ello», sentencia Mónica de la Sierra.

«Seguimos teniendo la esperanza de que salga adelante. Nos han mentido desde el primer día, llevo más de treinta años trabajando en Grupo Siro y nos siguen diciendo que el Gobierno está detrás, que va a intervenir para ofrecer ayudas o lo que sea, para tener otro año más antes de que se tome una decisión contundente sobre el cierre», incide Sonia Castañeda, trabajadora de la galletera. Los propios empleados son conscientes de que la situación no es la mejor y siguen insistiendo en que se trabaje en encontrar la mejor solución posible. «Es complicado, pero la esperanza es esa espinita que te queda dentro y que te hace pensar que es mentira y vamos a seguir trabajando aquí. Llevamos toda la vida aquí, mi madre fue una de las primeras que vino a trabajar aquí, entones son muchas emociones y seguimos esperando que la situación cambie», reconoce Sonia Castañeda.

Los trabajadores de la galletera que llegaban a las instalaciones alrededor de las 13:45 para entrar al turno de tarde se encontraban en esa misma tesitura y con muchas dudas respecto al posible cierre. «Estamos indignados con la forma en la que se han hecho las cosas. De esta fábrica come mucha gente y si te cierran, ¿cómo te vas a sentir? Llevo cinco años trabajando para Grupo Siro y en principio hasta el momento no nos han dado ninguna solución», apunta Enrique Lozano, trabajador del Grupo Siro. Los mismos trabajadores cargan respecto a las promesas del año pasado tras el último intento de cierre, «nos sentimos engañados por las condiciones que nos aseguraron el año pasado y no se ha cumplido en este año. Está complicada la cosa, no nos dan motivación a pensar en una posible solución, pero desde dentro seguimos confiando», reconoce Enrique Lozano.

Los trabajadores más longevos de la empresa no daban crédito al posible cierre de la galletera, apuntando a esa reunión entre todas las partes que sigue manteniendo viva la esperanza de evitar el cierre con la ayuda de la Junta y el Ministerio. «Hace cuatro días que se ha estado reunidos con el Ministerio y la Junta, entonces seguimos con esperanza de que salga adelante. Estamos defraudados porque esta gente nos ha dado buenas palabras en todo momento, mucha claridad y que podíamos consultar cualquier cosa con ellos, y no parece que sea así», cuenta Clara González, trabajadora del Grupo Siro desde hace más de cuarenta años.

Los empleados continúan clamando por una solución a toda la problemática que llevan sufriendo durante los últimos tiempos, apuntando directamente a la empresa y al incumplimiento de todas las promesas realizadas hace aproximadamente un año. «Honestamente, creo que con esta gente no tenemos una solución porque nos han engañado desde el primer momento. Este posible cierre supondría un varapalo muy grande para Venta de Baños. Se veía desde el principio que era un fondo buitre, que nos han explotado todo lo que han podido y no han llegado a invertir un solo euro», apunta Clara González.