Educación y Enfermería se mantienen al alza y el campus aspira a superar los 1.800 alumnos

De momento, el Máster de Estudios Feministas e Intervención para la igualdad, que se estrena este curso en Educación, y que se imparte por primera vez de la mano de la Cátedra de Estudios de Género de forma online, ya está completo. Y el doble grado de Comercio y Relaciones Laborales, que permitirá obtener las titulaciones en Comercio y Relaciones Laborales y Recursos Humanos en cinco cursos académicos, «va muy bien con 55 alumnos matriculados ya», aunque aún se está a la espera de formalizar la fusión de las facultades de Ciencias del Trabajo de Palencia y Comercio, en Valladolid, aprobada en Consejo de Gobierno antes del verano.

Es cierto que la Facultad de Educación es la que mayor porcentaje de alumnos arrastra y cada año crece en matricula, junto con Enfermería que siempre cubre las plazas. Así como todas las titulaciones relacionadas con Ciencias de la Salud donde, según la vicerrectora, se están cubriendo muy bien las plazas e incluso hay lista de espera.

También Agrarias mantiene unas buenas cifras de matrícula en los primeros cursos y mantiene una media de 500 alumnos anuales en sus grados y máster cada vez más demandados porque están en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la sostenibilidad del planeta, la huella de carbono, la huella hídrica, el cambio climático o la bioeconomía circular. «Todo esto nos obliga a trabajar con profesionales muy centrados en los ámbitos agropecuario, enológico, forestal y ambiental. Por eso esperamos un repunte de estos estudios ya que cada vez se demandan más profesionales formados en estos ámbitos», señala Joaquín Navarro, director de la Escuela de Ingenierías Agrarias, que este año celebra su 50 aniversario.

También continúa el goteo de matrículas en el curso puente para el grado de Relaciones Laborales, en Ciencias del Trabajo, y en los máster de Agrónomos y Montes, «que pueden suponer un incremento del diez por ciento cuando se cierre el plazo de matrícula», apunta Navarro. Además está muy avanzada la implantación del Grado de Gastronomía, un grado interuniversitario en el que participan las universidades de Valladolid, Burgos y León, aunque el grueso de la titulación se cursará en la Escuela de Agrarias de Palencia. «Creemos que este grado va a servir para dar mucha más visibilidad al campus palentino», auguró la vicerrectora, aunque antes habrá que hacer mejoras en las instalaciones para acoger estos estudios que se empezarán a cursar previsiblemente en el curso 2023-2024.

En este sentido, la vicerrectora reitera la necesidad de más espacio en el campus palentino, tanto para la docencia como para la investigación y la buena predisposición del rectorado a atender las necesidades de más espacios, más eficientes y flexibles. «El rector ha manifestado en muchas ocasiones que Palencia necesita un refuerzo en infraestructuras y estamos pensando en un edificio polivalente para darle forma», señala Rodríguez. Y aunque todo está en una fase muy incipiente y no puede hablarse de obras a corto plazo, Rodríguez asegura que «hay que darle al campus lo que necesita y ahora le toca Palencia» después de que se hayan acometido mejoras en los campus de Soria y Segovia. «Mientras tanto seguimos colaborando entre los centros, maximizando y adaptando espacios», señala mientras subraya la calidad de los tres centros del campus de la Yutera y su importancia a nivel docente y de investigación.

Con todo, en el primer curso universitario sin mascarillas, y después de conseguir mantener presencialidad en los dos últimos años, se espera superar los 1.800 estudiantes matriculados en el campus palentino en 2021. «Estamos acostumbrados a ir de reto en reto y de dificultad en dificultad», señala Rodríguez. Y ahora afrontan uno que no esperaban, el de la crisis energética. De hecho, la Uva está preparando medidas en todos sus campus pero Palencia juega con ventaja ya que a finales de octubre se pondrá en marcha la caldera de biomasa forestal, lo que reducirá considerablemente la dependencia energética en todo el campus en lo que se refiere a la calefacción. Otra cosa es la factura eléctrica y en ese aspecto, el campus palentino tendrá que apretarse el cinturón y adoptar las medidas de ahorro que finalmente determine la UVA para sus cuatro campus. «Lo que hagamos deberá estar coordinado y dirigido desde el vicerrectorado de infraestructuras», sostiene Amalia Rodríguez.

Por otra parte, traslada su satisfacción con el reciente compromiso de reducir las tasas universitarias e incrementar las becas, pero sobre todo por el impulso que se le va a dar a los campus exteriores. «Tenemos buena relación con las administraciones y son muy receptivos, pero obviamente siempre se necesitan cosas y después de las inversiones en otros campus, ahora le toca a Palencia» reitera la vicerrectora mientras subraya la calidad de la docencia, la atención personalizada que se da a los alumnos, el nivel de sus investigadores y las investigaciones que salen del campus y la internacionalización –con muy buena oferta de becas Erasmus, convenios en los cinco continentes y más becas que estudiantes– como grandes valores que justifican esas inversiones.

«En este momento nuestra situación es muy positiva y estamos dando la docencia y la enseñanza que oferta una universidad privada en un campus que es público», añade el director de la Escuela de Agrarias, Joaquín Navarro, que incide en que el número (de alumnos) no siempre está asociado a la calidad de la enseñanza y que el campus palentino «está en unas condiciones francamente buenas poniendo la ciencia y el conocimiento al servicio de la sociedad» y colocando estudios de Agrarias o Educación en los puestos de arriba en ranking tan importantes como el de Shanghái. «Palencia puede estar orgullosa del campus que tiene, porque aquí se estudian Ciencias de la Salud, Educación, Ciencias del Trabajo y la sostenibilidad del planeta con la producción de alimentos, la gestión forestal o la enología. Abarcamos los pilares que sustentan el mundo», sostiene Navarro, apoyado por la vicerrectora, que confía en que Palencia sepa valorar el servicio que presta este campus a la ciudad y la provincia.