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Rosa Martín es la veterana del taller. Llegó a la Fundación Santa María la Real cuando ésta ni siquiera existía y era simplemente la Asociación de Amigos del Monasterio. Por aquel entonces trabajaba como profesora en las escuelas taller y fue allí, al albor de las escuelas, donde surgió la idea de crear la empresa Ornamentos Arquitectónicos. ¿El objetivo? Inicialmente modesto, realizar reproducciones a escala de algunos de los monumentos más emblemáticos del románico primero de Palencia y, posteriormente, de otras provincias e incluso regiones, sirviéndose de las imágenes y planos que iban nutriendo la Enciclopedia del Románico.
Aquellas primeras maquetas se elaboraban en barro o en madera, pero posteriormente, se perfeccionó la técnica y comenzaron a utilizar un material denominado alabastrina, compuesto por distintos elementos, que dota a las piezas de consistencia y prestancia, según recuerda Rosa Martín.
Es la encargada actualmente de hacer la pieza original, aquella que servirá de base a las demás y de la que se extraerán los moldes. Para darle forma, hace uso de su ingenio e imaginación y utiliza todo tipo de materiales: plastilina, cartón, metacrilato e incluso palos de 'chupa chups'. Antes de ponerse a crear, eso sí, hay un trabajo previo de documentación y conocimiento de cada pieza, que requiere de una intensa labor de investigación.
Una vez creada la pieza original, se utiliza para obtener moldes de silicona, que darán lugar a las reproducciones en alabastrina. Pese a utilizar los moldes, cada pieza ha de ser perfilada, perfeccionada y tratada antes de pintarla y ahí es donde entra en escena su compañera Sonia Cagigal, quien se ocupa de ese proceso de retoque pieza a pieza.
Con la maqueta ya lista, se procede, en caso de necesitarlo, a dotarlas de color, pintándolas una a una con paciencia y esmero. Una vez secas, las reproducciones están listas para exponerse o enviarse a cualquier punto del país e incluso del extranjero. Algunas de ellas han viajado a lugares como Rusia, París o Berlín, donde son objeto de deseo para muchos coleccionistas.
El taller cuenta, hoy por hoy, con 632 referencias. La mayoría de ellas reproducen elementos del patrimonio mundial, fundamentalmente nacional, pero también de países vecinos como Francia, de donde podemos encontrar la torre Eiffel o un ajedrez inspirado en la época de Napoleón Bonaparte. Junto a los edificios, Rosa y Sonia, también reproducen ciudades enteras como Lugo, Palencia o el casco histórico de Salamanca; pequeños detalles como la famosa columna de decoración vegetal del claustro del monasterio de San Andrés de Arroyo, los músicos del pórtico de la Gloria o los canecillos eróticos de las iglesias cántabras de Cervatos y San Martín de Elines. Además, han creado juegos, desde ajedreces de inspiración románica a solitarios o dominós y, otras piezas, como portalápices con algunos de los lienzos más emblemáticos del claustro de Santo Domingo de Silos; pilas bautismales que se transforman en originales portavelas o singulares arquetas o cofres que pueden utilizarse a modo de joyero que de bombonera.
Buena parte de estas piezas, auténticas obras de arte, podrán verse durante la jornada de puertas abiertas, hoy jueves, con doble horario: a las 12 y a las 18.30 horas. ¿El objetivo? Mostrar a los participantes una pequeña parte de las 632 reproducciones de edificios emblemáticos que se han ido creando en treinta años.
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Abel Verano, Lidia Carvajal y Lidia Carvajal
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
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