El edificio de la central de la red de calor, premio nacional de Arquitectura

La central térmica de Palencia firmada por el estudio FRPO ha resultado ganadora de los premios FAD de arquitectura. La central de Palencia que ha diseñado el estudio FRPO para DH Ecoenergías es un proyecto que aúna arquitectura con sostenibilidad. La de Palencia, y todas las centrales térmicas que van a levantar en ciudades de la llamada 'España fría', además de servir energía más económica, mas limpia y renovable, se caracterizan por llevar la arquitectura industrial contemporánea más puntera hasta ciudades de provincia, generando nuevos puestos de trabajo y dotando de un icono de la arquitectura industrial contemporánea a sus maltrechas afueras.

El estudio FRPO está detrás de construcciones bastante punteras también fuera de España, y ha ganado el concurso Magnifica Fábbrica con un proyecto que aspira a regenerar la zona milanesa de Lambrate y que incluye la construcción de un nuevo complejo para el teatro de la Scala. Este proyecto, que es uno de los más punteros a nivel internacional, junto a Madrid Nuevo Norte, está ya en fase de desarrollo.

Obra del estudio madrileño liderado por Fernando Rodríguez y Pablo Oriol, FRPO, esta central térmica de Palencia suministra agua caliente a miles de hogares de la ciudad de Palencia. Para ello, utiliza como principal materia prima energética la biomasa forestal, a partir de recursos locales, sin emplear combustibles fósiles y apostando por una fuente de energía renovable, más limpia y económica.

Sobre una base de hormigón, la construcción emerge con una geometría basada en la circularidad energética y económica. La parte superior translúcida está envuelta con una piel estriada y ondulada de policarbonato, que se apoya sobre una estructura alámbrica de acero galvanizado y pintado. Una chimenea de extracción de aire limpio remata el conjunto. En el interior, un recorrido perimetral presenta una pasarela que rodea el espacio diáfano de la maquinaria. Esta construcción industrial busca convertirse en un icono arquitectónico que evoque la transformación energética y medioambiental.

Junto a la central de energías de Palencia, la Casa 1736 en Barcelona, de David Lorente, Josep Ricart, Xavier Ros y Roger Tudó (Harquitectes), ha sido las ganadora ex aequo de la 66 edición del Premio FAD de Arquitectura.

Los proyectos reconocidos en otras categorías han sido: la Casa Nube en Madrid, de Javier Jiménez (Studio Animal), y la Tienda Gimaguas en Barcelona, de Albert Guerra, Adrián Jurado y Julia Tarnawski (TEST), junto a Guillermo Santomà, que han recibido ex aequo el premio en la categoría de Interiorismo; la plaza y la oficina de turismo en Piódão (Portugal), de João Branco y Paula Del Rio (Branco Del Rio), y el Camping Alfacs en Alcanar (Tarragona), de Pau Bajet y Maria Giramé (Bajet Giramé), junto a Manuel Julià (JAAS), han sido distinguidos ex aequo con el premio en la categoría de Ciudad y Paisaje; el pabellón Lost Forest en San Sebastián para el TAC! Festival de Arquitectura Urbana, de Julia Ruiz-Cabello y Santiago del Águila, y La Construcción de un País en Madrid, de Miquel Mariné y Pol Esteve, han recibido ex aequo el galardón de Intervenciones Efímeras.

El Re-FAD, premio que destaca aportaciones en el marco de la rehabilitación, la reutilización y la regeneración, ha sido para las restauraciones de ermitas del Camino de Santiago, de Sergio Sebastián. Por otro lado, el Lumen Learning Center en París-Saclay, de José Morales y Sara de Giles (MGM Arquitectos), junto a Laurent Beaudouin y Emmanuelle Beaudouin (Beaudouin Architectes), ha sido galardonado con el FAD Internacional. En Pensamiento y Crítica, también ex aequo, ha sido distinguidos los libros Foodscape, de Eduardo Castillo, Manuel Ocaña y otros autores, y La Casa Fullà, de Ana M. Briongos, Lluís Clotet, Ramon Faura, Josep M. Rovira y Òscar Tusquets.

Finalmente, se ha entregado por primera vez un Premio Extraordinario a la trayectoria profesional, que ha reconocido la carrera del arquitecto portugués Álvaro Siza.

• Temas
• Palencia ciudad
• Biomasa