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Yolanda Rodríguez, en el centro que cerrará a finales de agosto. Marta Moras
Un duro cierre tras atender a 3.000 niños en Palencia

Un duro cierre tras atender a 3.000 niños en Palencia

La guardería El Gusanito se ve abocada a echar la persiana después de más dos décadas por la implantación total de la gratuidad del primer ciclo de Infantil

Domingo, 28 de julio 2024, 10:35

Comenzó con tres niños y, cuando cierre definitivamente el 30 de agosto, habrá cuidado, enseñado y jugado con más de 3.000 pequeños que han pasado por las instalaciones de Mayor Antigua a lo largo de veinte años. Ahí es nada. El Gusanito con su fachada verde y su gran cristalera bajará definitivamente la verja al no poder hacer frente a las exigencias de la Junta de Castilla y León para ser uno de los centros que ofrezca a las familias la gratuidad del primer ciclo de Educación Infantil de 0 a 3 años. «Cuando montas un proyecto y funciona, ves que la gente está contenta y que lo demanda, y tienes que cerrar, es muy duro», resume Yolanda Rodríguez, gerente de El Gusanito. «Es mi hijo mayor. He estado veinte años de mi vida con esto, más dos más para montar el proyecto porque, en aquella época, aún no existía lo que era una ludoteca», argumenta.

Arrancó el 12 de diciembre de 2005, justo antes de Navidad. «La idea era haber abierto en septiembre pero con la demora por las licencias y demás, nos fuimos hasta casi fin de año», argumenta. Cierto es que arrancó con tres pequeños, «pero enseguida comenzó a haber movimiento». Al principio funcionaba como una ludoteca y abría de lunes a domingo. «La de horas que he hecho yo ahí», reconoce.

Al poco tiempo, por la demanda de las familias, decidió funcionar por las mañanas como guardería, mientras que por las tardes y los fines de semana era ludoteca. Y no solo eso. Sábados y domingos también albergaba fiestas de cumpleaños.

Los primeros años no cuidaba bebés, pero los niños que ya habían pasado por sus manos tenían, poco a poco, hermanos pequeños y las familias, contentas por la atención y el servicio, querían llevar ahí también a los más pequeños. «Lo fui haciendo poco a poco, cuando me sentía segura e iba preparando zonas para ello», asegura.

Su antiguo despacho, en el que también daba clases particulares por la tarde, ya que además es licenciada en Filología Hispánica, se transformó en la zona para bebés. «Cada año cogíamos 5 o 6, no más», afirma.

A pesar de ser un centro muy nuevo y moderno, cada año acometía alguna mejora o reforma. «Sin dejadez, siempre lo he cuidado mucho. Al principio era diáfano, una sala gigante, pero arrancas con una idea y luego lo vas cambiando. Mi proyecto ha ido madurando y siempre he intentado ir mejorando y hacer algo diferente», admite.

La medida del Gobierno regional de implantar la gratuidad en los centros de 0-3 años comenzó en el curso 2022-2023 y ya fue necesario hacer reformas para adecuarse a las medidas que pedían para las aulas. «Pero ahora, en mi caso, lo que me falta es un patio. A los negocios que ya estábamos abiertos nos permitieron utilizar plazas o parques, pero vallados y solo para nosotros durante un horario determinado aunque sea un espacio público y, además, sin tener que cruzar ninguna calle», señala con resignación, al explicar la imposibilidad de poder contar con ese espacio. «Así que, esto es lo que hay y contra eso no se puede luchar», añade.

Echa la vista atrás, ya con nostalgia, y reconoce que su trabajo a lo largo de estos veinte años ha sido «muy bonito» y que se le ponen los pelos de punta cuando jóvenes que ya están en la universidad se le acercan para saludarle porque aún se acuerdan de ella. «Estaba en una terraza y vinieron dos chicas a decirme 'hola'. Ahí piensas que aún te conocen y que tan mal no has tenido que haberlo hecho», relata, a la vez que admite que «se me pusieron los pelos de punta».

También ha tenido clientes que cuidó de más pequeños y que ahora se han convertido en padres y han escogido llevar a sus pequeños a El Gusanito con ella. «En la ludoteca tenía chicos de 10 a 12 años y ahora que tienen familia confían en mí y eso es realmente increíble», agrega, a la vez que incide en que tras estas dos décadas de trabajo «los padres me dicen que han estado muy bien y muy contentos con El Gusanito».

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