Pastelería Allô París en la Calle Mayor. Manuel Brágimo

Palencia

El dulce sabor de París llega a la Calle Mayor

Esmeralda Atienza, criada en Burdeos, con orígenes palentinos, y su marido David Authier, pastelero francés, han traído su sueño hasta Palencia

Carmen Aguado

Lunes, 5 de febrero 2024, 08:55

Estética y productos parisinos. Así se presenta en Palencia la pastelería Alló París que ha abierto sus puertas en las últimas semanas en la arteria comercial principal de la ciudad donde ofrece todo tipo de productos dulces con auténtico sabor francés. En plena Calle Mayor ... se ubica un establecimiento que llama la atención, sobre todo, por la impresionante lámpara de cristales que lo preside. Porque esa lámpara es el punto de partida de este proyecto que ha puesto en marcha el matrimonio formado por Esmeralda Atienza y David Authier. Ambos se conocieron en el país vecino, donde Esmeralda nació y se crió a pesar de que toda su familia es natural de Palencia. Y hasta aquí han decidido volver para iniciar un negocio en común.

Publicidad

«Elegimos este nombre porque nos gustaba cómo quedaba. Es un juego de palabras entre la palabra alló que significa hola y París que se relaciona con el país. También hemos elegido como logo una nube que hace referencia al humo del obrador, pero también a uno de nuestros pasteles más emblemáticos», explica Esmeralda. Y aunque ella ha vivido toda su vida en Burdeos, conoce bien Palencia ya que hasta aquí volvía durante los diferentes periodos de vacaciones para visitar a la familia que permanecía aquí. Sus padres emigraron hasta la ciudad francesa donde abrieron una joyería que tenía una lámpara muy similar a la que ahora luce Allô París.

Un elemento que fue el inicio de una aventura que ha supuesto una vuelta a los orígenes por iniciativa del propio David ya que a pesar de que todavía no habla español con gran fluidez, es un enamorado de España y de cómo se vive en un país que le ha conquistado tras haberlo visitado en diferentes ocasiones. «Busqué una lámpara muy parecida y la encontré en Burdeos. Por eso es el punto de partida, es lo primero que compré para este proyecto. Estaba desmontada y vino hasta aquí en dos cajas enormes. Mi marido y yo la hemos ido montando pieza a pieza. Nos llevó más de cuarenta horas hacerlo. Queríamos algo llamativo y que diese un toque diferente», recuerda la francesa.

Por eso, cuando la pareja se planteó abrir una pastelería, no dudaron en que Palencia era el lugar idóneo para hacerlo. Lejos de las grandes urbes donde es más difícil poderse diferenciar por un producto concreto como es la pastelería francesa. De esta forma ha comenzado la andadura de Alló París en una ciudad que, aseguran, les ha acogido con los brazos abiertos. «Mi marido siempre había soñado abrir una pastelería fuera de Francia. Fue él quién pensó que Palencia era el mejor sitio para hacerlo, mejor que en Valladolid o en Madrid. Empezamos a mirar los locales acordes a esta lámpara que queríamos que entrase. Era complicado, pero todo se hizo alrededor de ella», recuerda Esmeralda.

Publicidad

Desde agosto

La pareja se trasladó hasta Palencia en el mes de agosto ya que las obras en el local de la Calle Mayor número 80 comenzaron en septiembre. Finalmente, en enero, daba comienzo esta aventura a la francesa que, por el momento, solo ha dado alegrías a Esmeralda y David, quienes se muestran muy ilusionados por este nuevo comienzo en Palencia. «Ha sido brutal. Pensábamos que la gente tendría curiosidad, pero ha ido mucho más allá de lo que habíamos estimado. De hecho, al comienzo no estábamos preparados para tanta gente. Nos han acogido muy bien, tanto los clientes como los demás comerciantes de la calle que están muy contentos de que seamos uno más aquí», sostiene Esmeralda.

Entusiasmo por un negocio nuevo tras un sinfín de cierres en los últimos años que han modificado la imagen y estampa de una calle que Esmeralda recuerda llena de tiendas. «Esperemos que la gente se vaya animando a abrir negocios y se recupere en parte lo que fue esta calle. A ver si estas aperturas atraen al resto», agrega la francesa.

Publicidad

David Authier es pastelero de profesión desde los catorce años, cuando comenzó a formarse en diferentes escuelas francesas en el arte de repostero. En el país galo ha recorrido numerosas ciudades y pastelerías donde ha aprendido y perfeccionado el oficio también de chocolatero y heladero. Él es el único encargado de este obrador que trabaja a pleno rendimiento desde primera hora del día.

Por el momento, el matrimonio y su hijo pequeño se han adaptado muy bien a esta nueva vida que ha superado cualquiera de las expectativas podían tener inicialmente. Hasta el momento, lo más solicitado por los clientes están siendo los tradicionales croissants y las tartaletas de frutas además de las nubes.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad