Dueñas se convierte en escaparate del valor del patrimonio subterráneo de Castilla y León

El VIII Encuentro de la Red de Conjuntos Históricos de Castilla y León comenzó con la bienvenida de Miguel Ángel Blanco, alcalde de Dueñas, acompañado por David Esteban Rodríguez, presidente de la Red y alcalde de Medina de Rioseco. La primera ponencia celebrada en el Aula Fray Luis de León corrió a cargo de Félix Jové, profesor titular de Construcciones Arquitectónicas en la Universidad de Valladolid, que habló sobre el patrimonio subterráneo de los Conjuntos Históricos de Castilla y León. La siguiente mesa redonda versó sobre el Patrimonio Subterráneo de Dueñas, con diferentes puntos de vista locales. El arquitecto Alfredo Sanz también participó en la misma, exponiendo problemáticas y estrategias comunes para solventar las mismas.

Castilla y León, y especialmente la provincia de Palencia, albergan un rico patrimonio históricos de gran belleza y valor cultural. La importancia de encuentros como este reside en poner en valor todas estas riquezas incluso entre su misma población. Discutir sobre las problemáticas comunes, dar ideas sobre las soluciones y trabajar en común por y para el futuro de este patrimonio. «Estas jornadas son muy importantes para poner ideas en común y dar a conocer este patrimonio subterráneo. Es uno de los patrimonios más característicos y singulares de Castilla y León. Es una tipología muy común, los problemas son similares en todos los sitios y de lo que se trata es compartir el conocimiento para no repetir los mismos errores», afirma el arquitecto y ponente Alfredo Sanz.

El patrimonio subterráneo de Castilla y León, con sus bodegas y cuevas tradicionales, es uno de los tesoros menos visibles, pero más distintivos de la región. Estas estructuras, presentes en muchos pueblos, no sólo cuentan historias del pasado vitivinícola, sino que también son un ejemplo de la arquitectura popular y de la adaptación al entorno. «Debemos valorar nuestro legado y nuestras raíces. Es un patrimonio muy singular y muchas veces, los que vivimos en la región lo tenemos normalizado y no lo valoramos tanto. Es un patrimonio que, al estar oculto muchas veces, no eres consciente de su magnitud», argumenta Alfredo Sanz.

Con la mirada puesta en el futuro, la conservación del patrimonio histórico no puede depender únicamente de políticas o iniciativas externas. Su primer paso, requiere del compromiso de las propias comunidades locales. «El futuro es algo incierto. Incido en que la gente de cada municipio debe ser quien valore ese patrimonio. No sirve de nada organizar actividades turísticas si la gente de cada lugar no valora lo que tiene. En lo personal, incido mucho en el tema del uso. Es la clave y lo que garantiza que algo se conserve», reconoce Alfredo Sanz.