La dosificación personalizada de medicinas implica ya a 40 de las 58 farmacias rurales de Palencia

Comenzó con el nombre 'Adhiérete', pero tras consultar con una empresa de publicidad se llama 'Mi dosis'. «Es como decir, te doy tu medicación. Y además va el logotipo con el blíster y los pacientes lo ven y saben que es suyo», señala el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Palencia, José Luis Nájera. Este sistema de dosificación personalizada (SPD) trata de «beneficiar a las personas que más lo necesitan para controlar, de forma sencilla, su medicación y así mejorar su calidad de vida», añade.

Aunque arrancó en octubre, la captación de pacientes ha sido lenta y, sobre todo, se ha incrementado a partir de marzo, cuando se ha suprimido el copago y la necesidad de ser usuario de un Ceas para beneficiarse de este servicio. «Vimos que el copago suponía un impedimento para el paciente, aunque fuera un copago simbólico, solo para que el paciente se diese cuenta del servicio y también porque había un número limitado de subvenciones. Así que, finalmente hemos decidido junto con la Diputación eliminar ese copago», argumenta Nájera. «Y además hemos abierto la captación de pacientes que antes tenían que ser usuarios de los Ceas», agrega.

Estas nuevas directrices han comenzado a aplicarse en marzo y ya cuentan en el servicio con casi 50 pacientes (a finales de noviembre eran 19) y esperan duplicar la cifra a lo largo de este mes. «Lo bueno es que van entrando pacientes, que los que entran están encantados y que es algo muy bueno para los que toman mucha medicación o que toman medicación con patologías psiquiátricas», explica el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Palencia.

Dar visibilidad

Este servicio que de forma subvencionada funciona en el medio rural aún no es conocido por demasiadas personas. «Aún no hemos conseguido darlo visibilidad. Vamos a poner cartelerías en las farmacias, para que los pacientes sepan identificar el programa y conozcan en qué consiste y qué aporta el farmacéutico», afirma.

Los propios farmacéuticos identifican a los usuarios que llegan a tener problemas a la hora de tomar la medicación. Ellos mismos pueden explicar en qué consiste el programa al paciente. Este se lo piensa, pero ya no vuelve hasta el mes siguiente a la farmacia a por su medicación. Es un proceso muy lento, e incluso a veces es necesario comunicarse con los familiares porque los propios pacientes no quieren reconocer que tienen problemas con la toma de sus medicinas.

Y es que la cifra que arroja la Organización Mundial de la Salud es realmente alta. Según la OMS, el 50% de los pacientes polimedicados (los que toman cinco medicamentos o más cada día) mayores de 65 años no lo hacen correctamente. La mitad de la población polimedicada y mayor de 65 años comete errores con sus medicamentos.

«Tomar mal la medicación supone más ingresos hospitalarios, lo que incrementa los gastos del sistema sanitario, y también se traduce en una peor calidad de vida de los pacientes», argumenta. «Así conseguimos que los usuarios vivan más años y con mejor calidad, además de poner en valor la labor del medio rural», añade.

Cuarenta de las 58 farmacias de la provincia de Palencia están adscritas a este programa. Y de esas cuarenta, diecisiete ya trabajan con algún paciente en la dispensación de las pastillas personalizadas. Este programa tiene una subvención para poder financiar a 350 pacientes, por lo que aún pueden adherirse a esta iniciativa para mejorar la toma de los medicamentos trescientas personas.

También se ha establecido que haya entre ocho y diez pacientes por farmacia. Para los farmacéuticos, se incrementa el trabajo «y la responsabilidad, que asumimos porque sabemos que esto es muy importante para el paciente», señala Nájera. Además de evitar una carga excesiva de trabajo, el objetivo es que llegue a todos los sitios, sobre todo a los que no tienen servicio de farmacia en el municipio o a los que por el número de medicamentos o posologías, con días alternos o un día específico, hace que se olviden a veces de su medicación.

Con este servicio, a cada usuario se le entrega semanalmente un blíster (acudirá cada siete días a la farmacia) donde tendrá organizados los medicamentos de cada día y divididos en cuatro tiempos (desayuno, comida, cena y noche), para que no haya posibilidad de olvido o de duplicar la pastilla al no recordar si ya se la ha tomado o no.