'El campo se muere. SOS', 'Relevo generacional justo'. 'Sector primario, sector olvidado' o 'El campo necesita más jóvenes y menos políticos'. Las reivindicaciones se repiten estos días con tractoradas espontáneas y organizadas, que atraviesan la provincia de Palencia y todo el país. Pero no ... por reiterativos calan menos los mensajes, más si los portadores de las pancartas no son agricultores a título principal sino sus hijos o sobrinos, o niños en general implicados en la defensa del campo. Y más si los vehículos sobre los que viajan no son un Massey Ferguson 7415 o un John Deere 6210, sino tractores y excavadoras de juguete, muchos con motor y otros empujados, que han hecho de la Calle Mayor desde Pío XII hasta la Plaza Mayor uno de los caminos agrícolas más poblados.
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Convocados por las organizaciones agrarias Asaja, y la Alianza UPA-Coag bajo el lema 'Unidad de acción' (igual que la tractorada del pasado día 14 en Palencia) han participado 207 vehículos infantiles, que no han cortado el tráfico, pero sí se han hecho sonar también con estruendosas bocinas, y han llegado hasta la Plaza Mayor para leer un manifiesto con el que se han solidarizado con los profesionales del campo y han querido que toda la sociedad palentina se entere de sus problemas. «Sabemos que están pasando por un mal momento. Cada vez les resulta más difícil producir, que su labor sea rentable y que sea una profesión con futuro. Pero no es un problema sólo para ellos. Es un problema para toda la sociedad. La agricultura y la ganadería son básicas para todos. Nuestra alimentación depende de ellas. Si nuestro campo no produce, no podremos comprar los alimentos a un precio asequible, ni tener una comida de calidad», rezaba el texto leído por Emma y Mario, de 7 y 8 años respectivamente.
«Para conseguir ese bien general para toda la sociedad, los agricultores y los ganaderos vienen recibiendo algunas ayudas. Pero esas ayudas se van reduciendo. Y, lo que es peor, las ayudas dependen de un montón de exigencias sin lógica, casi imposibles de cumplir, y también dependen de gestionar papeleo. Muchas de esas normas se deciden por personas que no conocen la realidad del campo, que no saben cómo es la agricultura y cómo es la ganadería», argumentaban.
«En la pandemia vimos qué importante era vivir en un país donde los alimentos estaban asegurados. Los niños de Palencia queremos que siga valorándose esa función del campo y el trabajo de los agricultores y los ganaderos. Para eso estamos aquí», decían ante una Plaza Mayor llena entre pancartas, vehículos, conductores y familiares acompañantes, además de líderes de las organizaciones agrarias y afiliados.
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«Queremos también que los alimentos se produzcan aquí: en Palencia, en Castilla y León, en España y en la Unión Europea. Cuanto más cerca, mejor. Eso garantiza que sean mejores desde muchos puntos de vista: la calidad de los productos y de la comida, el respeto al medio ambiente, pero también es garantía de unas buenas condiciones para las personas que trabajan en el campo», han insistido.
Para terminar, un alegato contra la despoblación. «Los niños de Palencia queremos que nuestros pueblos sigan teniendo vida, que el medio rural sea una opción para vivir y trabajar, para que en los pueblos también haya personas de todas las edades, y puedan crearse familias», han dicho para terminar entre 'vivas', aplausos y bocinas.
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