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El alcalde de Boadilla de Rioseco, José González Díaz, llegó al pueblo hace tres años procedente de Cataluña y en las últimas elecciones municipales decidió abanderar una candidatura con la que pudiera trabajar por el municipio en el que se había asentado. Le acompañaron en la lista del PP otras tres personas, «porque nadie queríamos ir como alcalde, pero a la vez queríamos trabajar y le dimos todo nuestro apoyo», afirma Elisa Carballo, que confiesa también que querían que el Consistorio olvidara algunos asuntos que habían enturbiado el trabajo de la corporación anterior. El alcalde anterior, Alexis Areños, había ganado al regidor de la corporación previa en los tribunales un juicio por amenazas que obligó a Francisco Javier Cuevas al pago de una multa de 480 euros y las costas por un delito leve de amenazas.
Dos años y medio después, Elisa Carballo, Alexis Areños y Juan José Carriedo han presentado su dimisión por las fuertes discrepancias que mantienen con el alcalde desde 2019, José González, ajeno a aquellos conflictos porque ni siquiera vivía en el pueblo.
«Pensaban que ahora les iba a salir igual yendo contra mí, que me iban a sacar del Ayuntamiento con una moción, pero no han podido, porque eso no puede ser y los tribunales me han dado la razón», afirma el alcalde, que confiesa haber encontrado más colaboración en la concejal del PSOE que en los de su partido.
El Ayuntamiento de Boadilla de Rioseco, con 114 vecinos en el censo, tiene convocado hoy un pleno extraordinario tras una comisión municipal a la que los concejales dimisionarios no acudirán. El alcalde avanzó ayer que deberá convocar otra sesión para que los tres ediles presenten su dimisión formal ante el Pleno. Una vez que traslade la situación a la Junta Electoral Provincial, lo más probable es que el PP elija a otras tres personas para que conformen una junta gestora que dirija el Consistorio.
Relata el alcalde también que los tres ediles, compañeros de partido, llegaron a denunciar la imposibilidad de registrar una moción de censura, «que no puede ser, porque no puedes ir contra tu alcalde», afirma, y se ampara en un fallo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
Los ediles dimisionarios señalan que el alcalde «no presenta cuentas, quiere cambiar las fiestas del pueblo, no concede la gestión del bar y no permite poner información en los tablones de anuncios». El alcalde, por su parte, considera que los concejales solo buscan «enfrentamientos personales, no políticos, que solo desprestigian al pueblo, y solo basados en el odio contra mí». «Es muy triste y estoy muy enfadado», añadía.
La concejala Elisa Carballo quiso que su dimisión fuera un gesto de pedir disculpas a los vecinos. «Queremos pedir disculpas al pueblo, yo misma fui casa por casa haciendo campaña en favor de este alcalde, pero nos hemos confundido», señala, a la vez que asegura haber recibido insultos y amenazas por parte del regidor pero que no lo ha denunciado.
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