Diez años de un saqueo continuo del Colegio de Huérfanos de Ferroviarios de Palencia

Robaron el cobre y el material de valor que guardaba el edificio, destruyeron la red eléctrica y causaron enormes daños. Ordenadores, impresoras, lámparas... Hace tiempo ya que no hay ni recuerdos de cómo era antes. El olor a suciedad y el aspecto de abandono es supino, tanto que evidencia que el patio interior era como un horno para fogatas y ahora es un descuidado vergel. Los vándalos hasta hicieron un butrón junto a una puerta blindada para poder llevarse un transformador eléctrico, reventaron el antiguo proyector de cine y el exterior del Colegio de Huérfanos de Ferroviarios fue incluso utilizado como finca para el pasto de caballos, que dormían en la antigua Casa del Jardinero.

De todo eso ha pasado ya casi una década y el olvido y la ruina avanzan en el gran complejo, ubicado en el Camino de la Miranda y propiedad del Ayuntamiento de Palencia, que no baraja ningún plan para reutilizar tal mole de metros cuadrados.

«El edificio no tiene ningún uso, salvo estos cursos de entrada en inmuebles peligrosos derivados del protocolo CQB (las siglas en inglés responden a combates en espacios cerrados) que han impartido dos instructores de la Policía Nacional y que ha organizado la IPA (International Police Association) para policías locales, nacionales y guardias civiles. La tendencia en las ciudades es a centralizar los servicios y a contraerse, no a expandirse. Esa infraestructura sería necesaria si surgiera un proyecto importante de la iniciativa privada, pero descentralizar allí servicios municipales sería un atraso. Allí no hay nada ahora mismo en contratación», señala al respecto el teniente de alcalde, el popular Alfonso Polanco.

En las entrañas del inmueble y su progresiva ruina subyace un conflicto judicial. Una sentencia de 1990 reconoció los derechos sobre el suelo del Ayuntamiento, pero el enfrentamiento continuaba quince años después porque la propiedad de los inmuebles correspondía a la entidad ferroviaria. El Ayuntamiento intentó negociar una devolución de los terrenos, pero no hubo acuerdo porque los Huérfanos de Ferroviarios planteaban una alta compensación económica por desprenderse de los inmuebles, así que en 2005 el Consistorio inició el procedimiento jurídico para recuperar los terrenos.

En 2006, el Juzgado de Instrucción número 1 de Palencia dictó sentencia en la demanda promovida por el Ayuntamiento de Palencia contra la Asociación del Colegio de Huérfanos Ferroviarios. El fallo obligaba a los Huérfanos Ferroviarios a reintegrar al Ayuntamiento la posesión de los terrenos que le fueron cedidos el 28 de marzo de 1945, pero el litigio no se detuvo hasta que una sentencia firme del Tribunal Supremo de febrero de 2011 fijó la titularidad municipal del edificio. Ha pasado una década desde entonces.

Una vez perdida la propiedad de la finca, los anteriores titulares, el Colegio de Huérfanos de Ferroviarios retiraron la vigilancia privada que mantenían sobre la finca, que hasta 2002 funcionó como media universidad de Palencia, ya que allí se alojaban las entonces escuelas de Magisterio y de Relaciones Laborales, trasladadas a La Yutera para estrenar el nuevo campus.

Hace tres años, una queja de un vecino al Procurador del Común, ya consciente del problema años atrás, hizo que este organismo instara al Ayuntamiento a que, «a la mayor brevedad posible», se realizaran las obras necesarias para frenar el deterioro del inmueble, singularmente las obras de cerramiento, el vallado perimetral y otros trabajos para paliar el peligro que su actual estado representa para terceros, incrementando a su vez la vigilancia y la presencia policial en sus instalaciones.

Para esa resolución, no vinculante, el Procurador del Común solicitó un informe al Consistorio. El informe del arquitecto municipal reflejaba que los inmuebles que forman parte de esta instalación –el colegio, la enfermería y el gimnasio– «se encuentran totalmente saqueados y expoliados de todos sus elementos que pueden tener algún valor lucrativo –radiadores, puertas, ventanas, instalaciones de agua, electricidad y fontanería». No obstante, el arquitecto señalaba que todos ellos «visualmente» se encuentran en buen estado de conservación estructural, y están cerrados para evitar el acceso. Pese a la instalación del cercado, el informe apuntaba que existían deficiencias, como la rotura en la valla, que presumiblemente se utilizaba para introducir los caballos que pastaban en la finca.

El Procurador del Común señaló incluso en 2018 que resultaba lamentable que, pese a los instrumentos jurídicos y técnicos con los que cuenta el Ayuntamiento de Palencia, «no se haya podido garantizar la integridad y el valor de un inmueble y su conservación, ya que, en la actualidad, se encuentra totalmente vandalizado, cuando unas mínimas actuaciones en los cerramientos y una intensificación de la vigilancia hubieran frenado sin duda los comportamientos delictivos que han arruinado estas instalaciones», recogía el escrito.

Unos meses más tarde, la Asociación de Vecinos del Cristo y la Red de Solidaridad Popular llegaron incluso al Pleno del Ayuntamiento de Palencia –lo habían hecho igualmente tres años antes– para que la corporación se hiciera eco del proyecto 'El Huerto del Cristo', con el que buscaban la recuperación de esos 5.000 metros cuadrados de terreno perdido ubicados junto al edificio abandonado de Huérfanos de Ferroviarios. Pero tampoco hay nada de aquel deseo ni de los castillos de viviendas que en tiempos de la burbuja inmobiliaria pudieran haberse levantado.

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