Veinticinco años de arte y de cultura en Palencia. Se ha cumplido un cuarto de siglo desde la apertura de la Fundación Díaz Caneja. En realidad, esta celebración tendría que haberse llevado a cabo el 24 de junio del año pasado, justo 25 años después ... de que se inaugurase el museo, pero la pandemia lo pospuso, como casi todo desde que llegó. En todos estos años, en los que el Museo de Arte Contemporáneo de la capital ha ido creciendo poco a poco, haciéndose un hueco en el panorama museístico nacional, se han recibido 320.000 visitas en las instalaciones palentinas, 12.800 al año, que han contado junto con la muestra permanente de la obra del pintor cubista palentino, un total de 250 exposiciones temporales.
Publicidad
«Vio la luz para la promoción, servicio y divulgación de la obra de Caneja. Y para la promoción del arte español contemporáneo», señaló ayer con orgullo Mario Simón, alcalde de Palencia, durante la presentación del libro 'Los 25 años de la Fundación Díaz Caneja en Palencia' de Rafael del Valle. Sin duda, el mejor regalo para celebrar este aniversario es la historia del museo contada en un volumen a través de los ojos del secretario de la entidad.
La pinacoteca, que cuenta con 119 obras del artista, abrió sus puertas el día que se cumplía el séptimo centenario de la muerte de Díaz Caneja y ahora 25 años despues (en realidad, 26) continúa con una labor cultural en la ciudad. Ayer mismo, a la vez que se presentaba el libro, unos alumnos del colegio Sofía Tartilán disfrutaban con sus mascarillas y sus miradas inocentes de la explicación de uno de los cuadros del pintor palentino.
El Museo de Arte Contemporáneo acumula entre sus paredes más de 107.000 actos culturales, 4.280 al año, entre los que se incluyen las muestras temporales, pero también actos literarios, teatro música, cine, sin olvidarse de las aulas pedagógicas, donde los pequeños pueden conocer al pintor palentino e imitarle.
Publicidad
El mundo virtual e Internet han permitido además que 167.000 visitantes se paseen virtualmente entre las obras que se exponen en la capital palentina sin moverse de sus casas y sin viajar hasta Palencia, simplemente a través de las pantalla de sus móviles y de sus ordenadores.
Antes de que viera la luz este volumen sobre los 25 años de historia de la Caneja, la entidad ya había publicado con anterioridad cerca de sesenta publicaciones, preferentemente sobre arte. «Quiero agradecer todo el trabajo y el legado cultural, con los primeros pasos, con la familia, con los colaboradores, con las cuatro instituciones a las que agradezco su impliación y un trabajo altruista para poner en valor la cultura palentina y convertirlo en un referente para Palencia», señaló Simón. Las cuatro instituciones que apoyan económicamente a la Fundación son el Ayuntamiento, la Diputación, la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Cultura.
Publicidad
Antes de que el propio autor, el propio Rafael del Valle desgranase un poco el contenido de su libro, de esos veinticinco años de historia, quiso dejar claro que la Fundación Díaz Caneja no ha cumplido un cuarto de siglo. «La Fundación como tal se instituyó en 1991, cuatro años antes e hizo falta mucho esfuerzo. Los veinticinco años se refieren a la existencia del edificio museístico como tal», afirmó.
Las obras de Díaz Caneja junto con el Museo de Arte Contemporáneo de Palencia se asientan sobre la Casa de Cultura de la ciudad, que se sometió a unas obras en enero de 1994 y, dieciséis meses después, el centro estaba listo para su inauguración. Del Valle quiso destacar en la presentación de su trabajo la necesidad de contar con un director para el centro, cargo que nunca ha existido y que se ve más necesario que nunca. «Las actividades de un museo son incontables, desde dedicarse al edificio, la seguridad, la gestión, el planteamiento museístico... Y me doy con un canto en los dientes por haber llegado a este momento donde las institucioens se han dado cuenta de que la Fundación tiene mucho potencial y hay que apoyarla. Y me voy la mar de satisfecho porque es lo que yo pretendía», quiso subrayar.
Publicidad
Los integrantes del Patronato dieron luz verde hace unos meses a las bases que regirán la convocatoria pública del cargo de director de la Fundación Díaz Caneja, puesto que no ha existido hasta ahora. «La plaza de dirección es algo que se decidirá el próximo año y en reunión del Patronato, que en enero quiere reunirse el órgano y comenzar con los proyectos y con todo, pero es una decisión mancomunada», afirmó ayer el alcalde de Palencia, sin entrar en más detalles.
Las 260 páginas, divididas en cinco capítulos junto con imágenes, fotografías y gráficos de Rafael del Valle, sobre la historia de la Fundación Díaz Caneja recorren el devenir y el crecimiento de esta entidad a través de muchos recuerdos e historias. «Quien me sustituya, que ha de hacerlo no tardando, tiene que conocerlo desde el principio», concluyó.
Publicidad
Lo tiene claro. Recorre la sala con celeridad para señalar la obra 'Iban a comunicar' de 1948. «Este cuadro es mi favorito», argumenta Rafael del Valle, mientras se sitúa frente a la obra. Tras un largo silencio, continúa: «Lo pintó en la cárcel». Díaz Caneja estuvo en Carabanchel, donde le permitieron continuar con su pasión por la pintura y en el penal de Ocaña, donde se lo impidieron. Permaneció dos años en prisión por su ideales políticos.
Echa la vista atrás para rememorar los comienzos, los primeros pasos del Museo de Arte Contemporáneo, al que considera su casa porque «son muchos años». «El principal problema ha sido que no existía un ingreso fijo, todo era fluctuante y tampoco sabíamos cuándo se iba a cobrar. Cómo se pone en marcha un edificio, se organiza un personal y se programan todas las actividades. Es muy complicado. Por eso se ha ido haciendo todo sobre la marcha y según los ingresos económicos», explica con calma.
A lo largo de estos años, el secretario de la Fundación Díaz Caneja señala con humor los múltiples papeles que ha tenido que ejercer. «He hecho de todo, gerente, director, secretario, porque aquí siempre hay trabajo», reconoce.
No está seguro de si le dará pena irse, ahora que lo tiene tan cerca y después de tanto tiempo y de tanto trabajo. «No lo sé, la verdad. Yo quiero acabar ya este mismo año. Estoy al frente de la Institución Tello Tellez ya y quiero dedicarme a mis cosas. No me quejo porque me ha gustado mucho, he disfrutado de ello y he tenido la suerte de que mi hijo está por aquí también y de otras dos personas que sé que tengo resguardadas las espaldas», asegura Rafael del Valle.
La rapidez para elegir su cuadro favorito de Caneja contrasta con la dificultad para escoger un recuerdo. «Conservo muchas cosas con mucho cariño. Por ejemplo, cuando sale adelante una exposición es una satisfacción porque es un proceso muy duro y cuesta mucho sacarlo adelante», afirma.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.